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Hacía tiempo que no leía algo tan bueno Genial la tercera y última parte con
las salamandras ya rebeladas y asumiendo el papel que hasta ahora habían tenido los humanos, exigiendo la compra forzosa de continentes. Tiene razón en el extracto sobre el autor ese "famoso" de que las salamandras son un grupo mientras que la humanidad no llegan ni a eso, y que sin esa unión, jamás conseguiremos nada.
Lo único que no me ha gustado es el capítulo final con
las divagaciones del señor Povondra sobre como va a ser el fin de las salamandras, porque eso es echarle ya mucha imaginación pero bueno, tampoco puedo quejarme.
En general, un libro muy recomendable, que se lee rápido y tiene toques de humor inteligente
Esta novela es genial.
Karel Kapek nos describe con mucho sentido del humor como el descubrimento de una raza de salamandras inteligentes hará cambiar nuestro mundo social y geograficamente.
El último capítulo no me ha gustado ,el posible exterminio de las salamandras entre ellas mismas.
es lo que ha hecho el ser humano, se han exterminado a ellos mismos usando las salamandras
Los humanos no llegan a su total exterminio ,en cambio las salamandras según las últimas reflexiones del autor sí lo hacen por influencia de la raza humana, diferenciándose por primera vez entre ellas dos razas distintas en busca de conquistar el planeta.
Causa por la cual las salamandras más avanzadas tegnológicamente echan productos químicos en las aguas de las otras ,condenándolas a la muerte a éstas y a ellas mismas .
Lo que no me ha gustado es que una raza pacífica y que solo busca el bienestar de su pueblo se destruya a si misma por dominar el planeta (siendo ésta última una cualidad del hombre, no propia de ellas ) y que los codiciosos humanos sobrevivan.
Voy por la mitad, aún no he podido leer los comentarios previos. A ver en cuánto coincidimos..
Me está resultando una historia creíble, el encuentro con las salamandras en la isla perdida, donde no pueden expandirse por la presencia de los tiburones. Se nota por todo el libro el sentido del humor de la europa del este, es un estilo inconfundible que comparten polacos, checos y demás. Tengo que decir que ese sentido del humor es lo que se me hace a veces un poco más pesado, me gustaría que hubiera un poco más de rigor. También se nota la "inocencia" en la mirada científica anterior a la segunda guerra mundial. Los artículos de periódico, las opiniones de los sabios y el simpático capitán de barco componen poco a poco la historia, aunque en ningún momento se da la versión de las salamandras y la visión científica es muy poco científica.
Ya lo he terminado. Como dices, Timber, se pone más animado cuando las salamandras empiezan a ponerse serias. Pero de todas maneras, el libro está impregnado de un sentido del humor irónico y ácido que me resulta un poco pesado. Al final, creo ver una crítica al gobierno descabezado y disperso de la tierra bajo el dominio humano, y a la avaricia y miedo de las naciones. Poco realista el tratamiento de la gente de a pie, poco científicas las conclusiones. Y poca fe en la parte positiva de la humanidad.
En fin, está bien pero tampoco me ha parecido ninguna maravilla. Será la edad..
Lo leí hace 3 años y me pareció uno de los mejores libros de ciencia ficción "social" que he leído. A la altura de "1984", "Un mundo feliz", "Farenheit 457" o "La naranja mecánica". Mucho menos conocido, y sin embargo siendo un libro que destila humor por todas partes, tiene un crítica social voraz y visionaria...
No me ha gustado La segunda parte, una mezcolanza de cartas, artículos, entrevistas, recortes e infinidad de notas al pie de página, me ha resultado un tedio absoluto. Y es curioso porque me suelen atraer estos textos, donde toda la obra destila ironía y sarcasmo, criticando con un humor particular la sociedad y su comportamiento borreguil, el cual no hace más que acentuar la estupidez de ciertos colectivos. Pero no, no me ha calado.
Entiendo lo que comentas Gabi, a mí tampoco me gustó esa mezcla poco rigurosa y científica. Supongo que ese estilo desenfadado estaba de moda, pero ha envejecido mal. La crítica sí permanece, es el estilo lo que tampoco me llegó.