Ahora sí: terminada la sexta, y última parte, y con ella toda la novela, y la verdad es que me han quedado sentimientos encontrados. O, por decirlo de un modo más poético, un curioso sabor agridulce en la boca.
En primer lugar me remito a lo que ya dije antes: creo que la novela fácilmente podría haber terminado luego del
| enfrentamiento entre horologistas y anacoretas |
y que no por ello habría perdido ningún entero; al contrario, los habría ganado. Eso sí, tengo que admitir que la visión postapocalíptica del mundo está construida de un modo magistral, sin detenerse demasiado en el morbo tan típico de los relatos del género, pero con la capacidad de crear una atmósfera opresiva, una atmósfera de tensión y derrotismo que se mantiene hasta el final, y que, además, resulta sumamente real.
En segundo lugar siento que el autor en algún momento perdió el rumbo de su historia, y al final acabó apresurándose demasiado en aras de darle un cierre más o menos coherente que, sin embargo, no responde ni soluciona todas las interrogantes. Así a bote pronto me vienen a la cabeza unos cuántos hilos sueltos que han quedado sin trenzar: por ejemplo,
| ¿qué fue de la chalada que se carga a Crispin y que relación tenía ésta con la trama (Yo, al menos, me esperaba que la muerte del escritor sirviera para alertar a todo el mundo del enfrentamiento entre horologistas y anacoretas, pero al final ha quedado todo en la nada y no se ha dicho más del tema), y qué fue también de los horologistas supervivientes y de los predadores que no conformaban el grupo de los anacoretas? . |
Probablemente me equivoque, pero tengo la sensación de que Mitchell nunca terminó de decidirse entre contar la historia de vida de una niña que crece rodeada de circunstancias extraordinarias o, en su lugar, de narrar la batalla entre anacoretas y horologistas, y esa indecisión, en mi opinión, se nota y mucho.
En tercer lugar no puedo evitar el sentir que al final Mitchell se ha acabado sacando de la manga un deux ex machina de la hostia, y no deja de resultarme un tanto curioso que tanto la primer entrega como la última sean, al menos para mi, las más flojas de la novela. Como si a la historia le hubiera costado empezar y, al mismo tiempo, le hubiera costado mucho más acabar.
Sin embargo, y pese a esos tres peros, "Relojes de hueso" me ha parecido un libro soberbio (no, no estoy loco, no soy bipolar ni tengo, tampoco, un trastorno de múltiples personalidades), con una prosa que por momento me ha sorprendido muy positivamente y una construcción de personajes que, a mi entender, se lleva todas las palmas (espectaculares, sobre todo, Ed, Hugo y el propio Crispin), por lo cuál, como ya fui diciendo en mis distintos comentarios, la historia me enganchó muchísimo y disfruté de la lectura como ya hace un par de meses no lo hacía, aunque no puedo negar esa sensación final de que ajustando un par de cosas la novela hubiera podido dar mucho más de si.
De cualquier manera, insisto, mi primera aproximación a este autor (ahora quiero leer "Cloud Atlas") ha sido mucho más que positiva, y les agradezco a todos, Eyre, Kobayashi, Yuyu, Tenar, Liebana y todo los demás por haberme acompañado durante la lectura.
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y me ha gustado menos que la anterior, pero Mitchell escribe bien y hemos averiguado algo más de lo que está pasado... 
tampoco mucho, eh?? no vaya a perder interés la parte final 
por cómo es y por lo que le hace a Cheeseman 
y lo de Holly 
LAS SIETE LUNAS DE MAALI ALMEIDA Shehan Karunatilaka
A falta de ver cómo termina todo este lío, creo que me gustaron más las primeras partes donde la fantasía apenas se dejaba entrever que en esta última donde ha habido más fuegos artificiales que otra cosa.
