Me alegro de que en general haya sido aceptada.
A mí me gustó muchísimo, los personajes del mundo de fuera me parecieron interesantes, sí es verdad que la estructura es un poco caótica (pero en mi fanatismo incluso le encuentro sentido a que sea así, Titus busca, va de un lado para otro, no permanece en ningún sitio), y creo que deja imágenes muy interesantes, con el Subrío, la Rosa Negra, Gueparda, la fiesta...
El mundo exterior me sorprendió, la estética es genial, y mucho más para el momento en que fue escrita. Me gustó que Gormenghast fuese un mundo extraño, único, tan aislado y lejano para los habitantes de ese mundo como para nosotros.
Y también me encantó el mundo interior de Titus, sí creo que puede "desagradar" un poco al principio, pero ¿cómo iba ser de otro modo? con la forma en que vivió hasta que salió del Castillo, no podía ser normal.
También deciros, aunque igual esto va en contra de la opinión que tenéis de la novela, que
yo creo que el pequeño prólogo que incluye la edición exagera bastante (muchísimo
) sobre lo mal que estaba Mervyn en aquel momento, sí podía tener momentos en los que estaba algo desorientado, y algunos párrafos y un capítulo (creo) los eliminaron porque no venían a cuento, aunque luego en esta edición se volvió a incluir, o algo así... pero en los libros que leí para escribir el artículo (si encuentro en qué libro fue, os lo copio), todos los que lo conocían coinciden en que fueron unos pocos párrafos, Mervyn estaba más o menos bien, empezó a escribir el libro en 1954 (todavía no lo habían ni diagnosticado), a la vez que ilustraba
Alicia en el País de las Maravillas, que es alucinante, todavía daba clases en la Central School of Art, y después de entregarlo a la editorial siguió publicando otras cosas. Años después incluso empezó el cuarto volumen (aunque ya no pudo).
Pero vamos, que los herederos aquí no tuvieron nada que ver, él fue el que entregó el libro a la editorial y participó en la corrección. Los herederos, sobre todo Maeve y el hijo, Sebastian, hicieron después una labor maravillosa con su obra, los libros que editó el sobre Mervyn son una pasada.
Yo creo que lo pesimista y diferente de este libro no es tampoco por su enfermedad, aunque no sé si pudo influir, claro, pero no sabía cómo iba a evolucionar exactamente, se sometió a distintos tratamientos, y no sé, supongo que tendrían esperanzas de mejorar. Por lo que cuenta Maeve, si en
Titus solo (y, en parte, en
Gormenghast) influyó algo, fue nuestro mundo: que a Mervyn lo llamaran para trabajar como dibujante de guerra, el hecho de entrar con los soldados cuando se liberó el campo de concentración de Belsen, lo que vió allí, los cuerpos, los supervivientes del campo... eso fue lo que más le influyó. Maeve dice que nunca volvió a ser el mismo, que volvió cambiado y nunca habló de ello, salvo en sus poemas y dibujos.