En este capítulo mientras Langdon recorre el casí un kilómetro que separa el parking del Capitolio donde se celebrará la conferencia, va recordando todo lo que sabe sobre el edificio, las polemicas reformas que lo han convertido en una especie de parque de atracciones para turistas.
Aquí va un breve tour por el Capitolio en su historia, en imagenes y nuevos videos y su relación con la ciudad.
El origen de la ubicación de la ciudad de Washington no se nos dice en esta novela, sino en una anterior que hemos leido, El Fuego de Katherine Neville. Tras la guerra revolucionaria, que es lo que fue la separación de Estados Unidos de Inglaterra, una de las cosas que querían remarcar los norteamericanos era la Libertad frente a la anquilosada Europa del Antiguo Régimen, con sus rígidas clases sociales, sobre todo en Inglaterra. Pero un punto no menos importante era la Libertad Religiosa.
Las guerras de religión habían asolado Europa durante siglos, e Inglaterra acaba de salir de una particularmente violenta. Es por eso que simbólicamente se escogio ese lugar en la frontera entre los estados de Virginia y Maryland. Representativos de la reina protestante Isabel I, y la católica María Estuardo.
También era una referencia a los cultos ancestrales del matriarcado pagano, referencia a las Diosas Madre. Muy del gusto de los masones y su sincretismo religioso que pretendía unir toda la espiritualidad conocida. Lo que enlazaba con las sectas que veneraban a María Magadalena y su contrareforma católica en pro de la Virgen María.
También es significativo que las principales edificaciones, el Capitolío, la Casa Blanca y otros fueran iniciados bajo el signo astral de Venus.
Y como bien dice Timojin en los comentarios del Capítulo 4, la ciudad fue construida a imagen y semejanza del mundo clásico, Grecia y sobre todo Roma. En la que también esta inspirada su organización política, la Asamblea, el Senado y el Presidente y el Vicepresidente, a la manera de los cónsules republicanos de los romanos. No olvidemos que aquellos años, recién descubierta Pompeya el neoclasicismo arrasaba en todo el mundo.
La ciudad fue diseñada por Pierre Charles L'Enfant, arquitecto francés que llego con la expedición de Lafayette. Homosexual y masón, fue apartado de proyecto, pero la plantilla original permaneció con pocos cambios. Como es natural la impronta masónica de su diseñador permaneció, pero lejos de las conjuras y símbolos satánicos que se atribuyen a la ciudad que ven extrañas figuras en el trazado de sus calles.
Tambien rememora sobre su amigo masón y sobre la masonería en general. El autor lo presenta de forma amena en forma de una de las muchas clases y seminarios que el protagonista da sobre el tema. En resumen la masonería nació como reacción a las guerras de religión y a la intolerancia religiosa del siglo XVII. Es hija de la ilustración, las personas cultas que no podían creer en la Iglesia pero seguían creyendo en Dios o un Ser Superior, se agruparon en organizaciones secretas para huir de la Inquisiciones, tanto la católica como la protestante. Libres de los dogmas eclesiásticos recogieron todas las tradiciones esotéricas y espirituales, conocidas en busca de la liberación y plenitud de la condición humana.
Se autocrearon un origen mítico, que remontaban hasta el arquitecto del templo de Salomón, Hiran Abiff, personaje bíblico. Y enlazando con toda la tradición templaria y de los antiguos gremios de constructores de catedrales. A la postre la élite científica de la época.
Cynaro
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Langdon teme llegar tarde a la conferencia que se ha comprometido a dar para ayudar a su amigo Peter Solomon.
Bobadas a manta que pretenden tenerte con el alma en vilo si no eres capaz de pensar por ti mismo: medio kilómetro de distancia separa a Langdon del Capitolio y diez minutos quedan para empezar la conferencia. ¿Qué es medio kilómetro? Nada, seis o siete minutos si no eres un achacoso y a Langdon lo ha "pintado" cómo un gran nadador.
Además, ¿qué importancia tiene que el ponente llegue con cinco minutos de retraso? Se supone que debe ser presentado, por tanto, la persona que se ocupe de ello puede perfectamente entretener un rato a la audiencia. Si es que no se trata de una ameba, claro...
El autor intenta alargar tanto el trayecto de Langdon hasta su destino que lo usa para plasmar sus recuerdos en una clase con sus alumnos.
En ella, Brown ya empieza a intentar demostrar que los masones no son lo que la gente piensa de esta organización. En realidad, toda la novela va encaminada a ello. Buen intento, pero inútil ante quien no se deja engañar.
Termina el capítulo con la entrada de Langdon a la sala donde se supone que le esperan, la National Statuary Hall. Una sonrisa cálida que se le hiela en el rostro.
¿El motivo? No hay más que fijarse en ambas fotos...
Leona Catalana .
Y así capítulo a capítulo en "Comentando El Simbolo Perdido"
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