Acabo de terminar
Tuareg, y la verdad que impresionante. Vázques Figueroa compagina perfectamente la acción con mostrar al desconocido lector la cultura de las tribus nómadas del Sahara.
Parece mentira que muchas veces tengamos más conocimientos de otras culturas lejanas que de algunas tan cercanas a nosotros tanto por proximidad geográfica como por historia más o menos común.
La historia en sí, bastante buena, va al grano desde el principio y a raíz de eso vamos conociendo a Gacel (cada vez que veo la portada del bereber con su
Alasha me impacta, la fuerza que deben de describir los ojos de esta tribu es impresionante. Me gusta también como plasma, ya en 1980, la idea del choque de civilizaciones, como ese "avance" que se presuponía el adelanto tecnológico francés resulta que es el fin de los "hijos del viento", de su libertad. Del absurdo de poner fronteras al desierto y de que en muchas ocasiones, quizás la mayoría, las distintas sociedades jamás van a poder comprender como funcionan unas u otras.
Brutal por ejemplo me parece el diálogo en el que se refleja el fascismo de Gacel, es impactante. |
El final, impresionante, yo por lo menos no me lo esperaba. A ver si me apaño
Los ojos del Tuareg y algún libro sobre su cultura, porque la verdad es que me ha dejado un buen sabor de boca.