Y veo que lo estáis leyendo ahora y que apenas hay opiniones definitivas en el hilo. Todavía. Parece que el hombre D ha engordado, se ha agriado más (si cabe) y procura pasar buenas temporadas lejos de su amada esposa, a la que se le han atragantado las perdices. Seguro que se ha dejado largas patillas, se quita el chaleco después de comer, se queja de la cocinera y está hastiado de los moscones de sus hijos a los que aparta con billetes de banco.
Y lo que siento es recordar demasiado poco y mal "Orgullo y prejuicio" para criticar mejor
¿Veinte años después? Si los mosqueteros cambiaron, un matrimonio tiene tiempo en veinte años para desfigurar todas las esperanzas y alimentar todas las decepciones.
¿Por qué no callé aquel día? - pensará Orgullo
¿Por qué hablé yo? - se dirá Prejuicio
Bueno, en realidad no soy tan cínico |
Que estaré atento a ver qué os parece.