Terminado. Me ha encantado esta historia, a pesar de sus "peros". Ha sido muy tierna, romántica sin llegar a empalagar, divertida y con momentos dramáticos. He guardado el libro junto a La chica que tocaba el cielo, de Luca Di Fulvio, que me pareció un libro maravilloso y así tengo juntas dos historias de amor que me han parecido preciosas, cada una a su manera.
Y ahora voy a ser un poco crítica
En un mensaje anterior decía que no estaba de acuerdo contigo,
Noahllie, respecto a varios aspectos, uno de ellos en lo que concernía a Ty. Me imagino que, o bien habías leído más que yo o simplemente te has dado cuenta antes
Así que ahora voy a hacer una pequeña rectificación porque mi opinión se acerca bastante a la tuya.
Ty sí que me resulta creíble. Sin embargo, a partir del capítulo 11 (que es donde yo me había quedado) empieza a tener, a mi parecer, un exceso de protagonismo que eclipsa a Bear y a Otter. Se produce un efecto "hada madrina", efectivamente, y de pronto tenemos a un niño de nueve años
solucionando problemas de adultos: va a buscar a Bear a la playa, le suelta un sermón, se implica en lo de su custodia y para colmo de males al final del libro prácticamente le ha arreglado a Otter ( de 29 tacos) lo de declararse a Bear. Yo creo que en el último tramo del libro, Ty debería haber sido relegado a un segundo plano porque toca el desenlace de la historia de Bear y Otter y les tocaba a ellos. |
El final me parece farragoso.
Aparece la madre a complicar las cosas, vale, pero esto se queda sin resolver. ¿Qué le pasa a la madre? ¿Qué quería? ¿Por qué sabe que Otter estaba en San Diego? Por otra parte, Jonah aparece sospechosamente en el mejor momento y tiene toda la pinta de tener algo que ver en el asunto. ¿Casualidad? Puede, pero también se queda sin explicar. |
Tampoco me ha gustado la resolución vía discurso de los distintos personajes. A ver, llega el momento en que
tenemos el punto de vista de Otter. |
Hasta aquí perfecto porque, siendo uno de los protagonistas era justo que el lector lo tuviera. Pero luego eso de Bear en plan "dejadme hablar hasta que termine"... Por otra parte, el discurso de Anna está de más. Si el lector no ha visto en qué se basaba ella para sospechar de que algo pasaba entre Bear y Otter, es su problema. Dar mascadito el punto de vista de Anna no viene al caso. No es la historia de Anna ni la de Creed. Para contar los puntos de vista de todos los personajes se usa una narración en tercera persona, no en primera. Y si tenemos el punto de vista de Bear no puede haber personajes que hagan la función de una cámara de seguridad rellenando los huecos que faltan.
Ya he comentado el recurso de la voz interior de Bear y las metáforas del océano, etc. El autor es lo suficientemente bueno como para trasmitir la confusión y el conflicto de Bear sin necesidad de voces interiores. Sí, todos tenemos pensamientos internos pero con un
"quiero decirle que le quiero, pero no me atrevo porque si lo hago será un hecho y si luego se va me romperá el corazón" (bueno, mejor escrito) era suficiente. |
El autor podía haber prescindido de esa molesta voz tranquilamente. Y de las metáforas. Ya entendemos lo que pasa sin tanto lío.
Bueno, he visto en
Amazon que hay una segunda parte. Es posible que ahí se aclaren cosas que en este han quedado en el aire.
Como veréis, la parte crítica es mucho más extensa que la que dedico a alabar el libro, pero es porque me he explayado para explicarme bien
Pese a todo, ya os digo que me ha encantado esta historia