Aquí estoy, llevo un 31% leído y a punto de empezar “Un poco de Bach en tu vida”.
La historia es una gozada, lleno de momentos tiernos, graciosos o tristes. Me encanta también como vas entretejiendo las historias en el tiempo y entre varios personajes con varios narradores, o forma de narrar, diferentes. Los destinos de estás dos familias se entrelazan. Como en el viaje
de los padres de Leo, donde su madre deja una flor y luego la encuentra Sandra. |
Me da mucho pena Arturo
y su muerte prematura por cáncer. La forma de narrar me recuerda un pelín a “Desde mi cielo” donde el pobre no puede interactuar, solo ver y contar. A veces me da un poquito de rabia que no pueda hacer eso. Eso sí, es todo un padrazo.
Me encanta el detalle del regalo de los pendrive. No me extraña la reacción de Sandra cuando se los quitan, yo hubiera sido peor. Pero también, la pobre Sonia… ¿no le ha dejado nada a ella? |
Me da pena los encontronazos
entre Sonia y Sandra, aunque poco a poco, esperamos que se vayan arreglando. Pero la sensación de la pobre madre
que, incluso muerto, aún pide consejos a su padre y que no confíe en ella debe ser muy dura… |
Por otro lado, la parte de Leo de pequeño me hace mucha gracia
, sus infinitas preguntas y curiosidades, y está lleno de detalles que en más de una ocasión se me ha escapado una risa:
la broma a su prima o como cuando está en la playa y “… En cuanto me ponía a cavar en la arena, la gente me miraba con una expresión tipo <<claro, del hijo del enterrador qué puedes esperar>>.” |
Y veremos que depara la relación entre Sandra y Leo. Por ahora no mucho, aunque me parto con lo que le escribe en la escayola. Veremos en el futuro; prometedor.
Lo dicho, por ahora, una delicia de historia. Continuo.
Por cierto, si no te importa
, te digo varias erratas o dudas-consejo que he visto:
Capítulo “¡Que hay un viejo dentro!” > , el hombre más blanco que jamás hubiera
vito en mi corta existencia.
En el capítulo “Una piñata malgastada”, Sandra cumple diez años, pero luego hay una frase que me desconcierta: “¿Cómo podía ser que una niña de nueve años pusiera el alma en aquel instrumento?”. Yo creo que lo cambiaría por “una niña de diez años recién cumplidos” o algo parecido, ¿no?
En “Click” se te ha ido “regalo” > . Qué nervios. ¿Por qué? Solo vas a entregarle un
reglo…
“Actitud positiva y alegre para vencer esta mierda” > . De hecho, no sabía
my bien ni siquiera dónde estaba ella misma.