Leído hasta C. 5, y sacando huecos de todos lados para seguir con él .
Y a pesar de todo el fondo que tiene, me río y lo leo con sonrisa; eso me encanta, esos contrastes, esa ironía que tiene y como pasa por tantas fases y estados, como intercala trivialidades con cosas más serias, risa y drama, momentos álgido con hundimientos, lo mismo roza la felicidad con los dedos que se hunde en la miseria y el caos.
Me gustaría saber cómo recibe el libro alguien que es gay de verdad, porque el autor, que lo es, se ríe de todos los topicazos y más
; está ya como de vuelta, como que ha superado esa fase. Es un poco como las señoras que a cierta edad dicen lo que les da la gana porque pueden por las canas
.
Suerte que intercala mucho humor y cierto cinismo, además hace memoria de hace años, porque la historia es dura en algunas cosas. También ese lenguaje directo, sexual, físico, con tacos, un poco soez a veces, rebaja un poco el tono y ayuda como a descansar, a relajarse un poco.
Tremendo todo el trasfondo familiar.
Propincuidad; la repite varias veces y tengo que mirar cual usa en el original.
Vuelve la idea del amor universal, sin mirar, sin sexos, sin condicionantes. Y eso de un tipo educado dentro de una familia católica y rodeado de mormones en el Idaho profundo
.
No se si más, porque él de la luna al ser el primero tiene el componente de sorpresa y placer de encontrar otro escritor que me absorbe. Son diferentes pero tienen también cosas en común, la manera de escribir y algunos temas que deben ser recurrentes en el autor y que ahí están. Quizás éste es menos bello por ser más prosaico en algunas cosas, más terrenal.
Pero éste, quizás por su ambientación más cercana en tiempo y en situación, diría que engancha más, es más actual, más directo también, mas moderno. Me está encantando
Escritores. Íbamos a contar una verdad tan real que todavía no se había dicho. Tallaríamos el lenguaje tan hondo en nuestros corazones que el lector arrancaría las páginas, arrojaría el libro a la otra punta de la habitación, a la mierda, se abriría las venas y saldría corriendo por la calle maldiciendo al Todopoderoso o a quienquiera que fuera responsable de aquel tormento tan injusto, tan querido.