De este libro lo mejor son las cartas que recibe Becky del banco, me río demasiado con ellas.
Es verdad que este libro es un pelín repetitivo, y es más o menos lo mismo que en el primer libro. También tengo que decir que le he cogido un poquito de tirria a Luke,
incluso me decepcionó un poco que al final volviese con él, pero está claro que es el príncipe azul de la prota y me lo voy a comer con patatas en todos los libros de la saga. |
Eso sí, a Becky la adoro; por muy mal de la cabeza que esté, me parto con ella.
Seguiré con los siguientes en un futuro, pero voy a darle un poco de tregua a la saga, que no quiero que se me haga cansina.