Almas en la sombra - Marisa Villardefrancos (Histórica)

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jumareva
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Almas en la sombra - Marisa Villardefrancos (Histórica)

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TÍTULO: Almas en la sombra
TRILOGÍA: Almas en la sombra, El brezal de las nubes (I y II) y El caballero de los brezos (I, II y III)
AUTOR: Marisa Villardefrancos
AÑO: 1953
EDITORIAL: Gilsa
COLECCIÓN: ¡Y échate a volar!
EXTENSIÓN: 246 págs.
FORMATO: Bolsillo
PRECIO: 7 pesetas

SINOPSIS:

El Brezal de las Nubes narra la historia de un grupo de muchachos irlandeses que juegan a piratas y se divierten ofreciendo vasallaje a su reina Katherine cobijados bajo el árbol de las Ardillas, en la región del Ulster: Jim “Corazón de Piedra”, Billy “Tormentas” y Peter “El Chacal”. Pero los niños crecen. Al intervenir en Irlanda la Inglaterra de Oliver Cromwell en el marco de la primera revolución inglesa (1648), los saqueos, exterminios y deportaciones sentaron las bases de la desgracia del pueblo irlandés y también de los protagonistas de esta historia que, después de combatir contra los puritanos ingleses son deportados a las plantaciones de Jamaica. En este primer libro se narra la historia de Katherine, cuyo padre concierta su boda con William Hastings, un acaudalado y ambicioso joven irlandés. Ambos terminan simpatizando y acaban enamorándose; pero la guerra los separa. Marisa Villardefrancos es una novelista española de los años cincuenta que entretuvo a muchas generaciones de chicas adolescentes. Esta saga es posiblemente una de las mejores que ha escrito.
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jumareva
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Re: Almas en la sombra - Marisa Villardefrancos

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Quería leer algo de Marisa Villardefrancos (1915-1975), autora olvidadísima que gozó de fama en la posguerra dentro de la literatura “femenina”. Fue colaboradora de Consuelo Gil, editora de Mis Chicas, lo cual garantizaba calidad. Doña Consuelo, longeva, en una de sus últimas entrevistas desconocía qué había sido de ella. Hace unos años se supo que falleció sola en Alicante, por un error médico al administrarle penicilina siendo alérgica.

Marisa Villardefrancos había padecido polio en su infancia. Limitadísima en sus movimientos, apenas salió de su hogar, donde escribió infinidad de historias inspiradas más por su afán por la lectura y su afición al excelente cine americano de la época que por la propia experiencia vital. Es un caso que por la razón que sea, se da con algunas escritoras. Emily Dickinson, las hermanas Bronte e incluso Jane Austen –matizando- apenas salieron de sus casas y fueron capaces de generar obras apasionantes.

Debió ser una excelente persona y muy cariñosa. Encontró refugio frecuente en la oración, con un bache considerable al fallecer su hermana pequeña.

Sus primeros libros -alguno he encontrado en librerías de viejo-, están ilustrados por ella misma con bastante maña. Digo yo que algo influiría la cercanía de Jesús Blasco, Emilio Freixas o Jose Luis Moro, artistas “fijos” en las revistas de doña Consuelo.

Lo anterior y el recuerdo de que mi madre me hablara bien de sus lecturas de juventud hicieron que me picase la curiosidad por esta escritora. He probado a ver qué tal con “Almas en la sombra”, uno de sus títulos más reconocidos en las reseñas que hay por la web y primera “novela rosa” que leo.

En sus doscientas y pico páginas Katherine evoca su vida. Obligada a casarse por poderes con 13 años, es separada de sus amigos y de los abuelos que la han criado debiendo superar su desarraigo en una gran mansión donde va imaginando cómo es su desconocido esposo que está en alta mar protegiendo las colonias de los ataques piratas. Transcurre en Irlanda, durante la dramática guerra con Cromwell y es el inicio de una serie en la que los compañeros de la infancia evolucionan y sus historias se entrelazan en el Nuevo Mundo. Documentación la justita, y tratado todo con desparpajo.

Habiendo leído la mitad, de momento es más relato de aventuras que romántico. Me llaman la atención la ambientación y cómo se presentan los personajes. Es un cierto popurrí muy bien llevado, no tanto de novelas como Rebeca (el comienzo es similar cambiando Manderley por la mansión The Shade), Jane Eyre o Cumbres Borrascosas, sino de sus conocidas adaptaciones al cine. Como tengo presentes las imágenes, el trabajo de los actores o los decorados, enseguida he empatizado con el texto. Se parte por tanto de novelas inglesas filtradas por el mejor cine americano y la moral española de los cincuenta. Ojo, el resultado es atractivo y además la narración correctísima. Hasta tiene detalles finos de estilo, como la elipsis tan elegante con la captura de William o cómo te intriga Katherine cuando deja caer algún detalle de su vida “actual” mientras está escribiendo –como que sus hijos están durmiendo- para interesarte sobre cómo van a ir encajando los acontecimientos. El texto es digno y honrado, no hay trampas en el guion.

La protagonista a veces resulta un pelín petarda con sus descuidos provocando alguna que otra desgracia en su entorno
(fusilamientos del suegro, del Herrero y de Jim así como quien no quiere la cosa)
, pero bueno, las damas de esa época debían ser así…

El que Marisa Villardefrancos se dedicara a escribir para la chavalería hace que se despierten sentimientos aletargados desde la infancia, como cuando se narra la Navidad en la mansión. Los juegos de los protagonistas en su niñez digo yo que están inspirados en Beau Geste. En la maravillosa película no en la novela, que recuerdo casposa a rabiar. Si se ha disfrutado de estas cintas clásicas se entra de maravilla en “Almas en la sombra”. Hay hasta la típica escena de juicio, breve y francamente bien resuelta.

La Inglaterra de Cromwell (qué bien suena este apellido) para mí también tiene encanto, con esas indumentarias singulares de cascos fantásticos, el rey ejecutado o los puritanos de negro.

Pienso que al lector actual de algún modo le es más próxima esta novela, con una redacción de lo más agradable, sencilla y “cinematográfica”, que las fuentes originales de las Bronte, con unas escalas de valores un pelín trasnochadas y eso que “Almas en la sombra” de rompedora tiene bien poco.


P.S. Es anecdótico. Me sonaba que en la cinta “El sur” el padre, espiado por su hija Estrella, iba al cine Arcadia a ver un filme (ficticio) que se llamaba igual que esta novela. Rebuscando, he visto que el título era “Flor en la sombra”, parecido pero no igual. El ilustrador Jano hizo un cartel expresamente para esa escena. Jano firmó infinidad de portadas para las novelas de Villardefrancos que aparentaban carteleras de cine. No sería raro que “Almas en la sombra” (su portada es de un tal Padilla, no de Jano) fuera una referencia para Víctor Erice. Aquí lo dejo por si alguien quiere tirar del hilo.

Otro P.S. Perdón por el ladrillo
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jumareva
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Re: Almas en la sombra - Marisa Villardefrancos (Histórica)

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Terminado. Y muy bien. Me temía que la segunda mitad iba a ir más orientada al pasteleo y qué va. Sigue tirando a la aventura en plan venganza “Conde de Montecristo”. La penúltima escena, en el baile, hasta tiene su puntillo tipo Shakespeare de vía estrecha.

Esperaba un “continuará” y resulta que la novela tiene un final francamente redondo. Los personajes dan juego pero no es imprescindible seguir con la saga, cosa que honra al libro.

Con mucha, pero que mucha habilidad, se juega con la tragedia de William. Lo de los hijos de Katherine, de padre desconocido para el lector, añade intriga. Se saca partido a lo escabroso de los latigazos y los hierros al rojo aplicados a Mildred, la chiquilla blanca, esclava en ese entorno tan poco amigable de la plantación. Hoy sería políticamente incorrecto. Olé por el personaje del capitán Russel. Todo un caballero, tira los tejos a Katherine pero cuando la tiene asegurada el hombre va y apunta maneras sutiles de maltratador. Diría que para colmo, incluso le va la marcha a Katherine, tan pía ella.

Hay detalles muy elegantes como lo del tintero con la figurita de Prometeo que reaparece al final.

Se agradece que Marisa Villardefrancos tuviera culturilla y la compartiera. Se tira el pisto recordando a Otelo –ya digo que algo de Shakespeare tiene el final-, a la Divina Comedia y nada menos que al Eclesiastés. Yo no había caído en que el título “Tiempo de amar, tiempo de morir” –texto de Remarque que no he leído sobre el que Sirk hizo una película de fábula- venía de ahí.

En el “debe”, apunto que las relaciones son excesivamente castas. El que tenga que aparecer un misionero por la plantación para bendecir cuando sea menester o la escena de la mazmorra con Katherine, pues en fin… :boese040:

Resumiendo, no es que la novela sea el súmmum. Al terminar de leerla me he dado cuenta de que las escenas me las imaginaba en blanco y negro. Es fruto de una época y aguanta el tipo tras más de medio siglo. Muy entretenida y escrita con ganas. No me extraña el éxito que tuvo ni la buena fortuna crítica que conserva Marisa Villardefrancos.
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jumareva
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Re: Almas en la sombra - Marisa Villardefrancos (Histórica)

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Leídas las dos novelas que forman la segunda parte, El brezal de las nubes I y II. Portadas tirando a cutres.

Se repite buena parte de la novela original, ahora desde el punto de vista de otro personaje. Si en Almas en la sombra fue Katherine la protagonista, en ésta lo es uno de sus compañeros de infancia. Peter “el chacal” espera en una celda de Jamaica ser ahorcado al amanecer como esclavo y evoca su vida. Francamente bien redactado, pero aporta muy poco.

La escritora tira del mismo recurso que en la novela original y el lector quiere saber cómo acaba. Lástima que no haya un final
tipo Historia de dos ciudades. Acaso las mozas de los años 50 no estuvieran preparadas para que se redondeara así el asunto.
Mola el comienzo con la hecatombe de la familia de Peter durante la invasión inglesa de Cromwell. Alguna truculencia tiene su encanto, por ejemplo lo del adolescente rubito melenudo al que sacan los ojos para delatar a su padre. Pasado el tiempo se lo imaginará Peter en plan espectro. Vuelve la escena de la primera novela con la chavala –novieta muy rancia, idónea para el protagonista- y el hierro calentito para que suelte la lengua. Después de los negros, zurrados a destajo, aquí los rubios son los que más padecen. Desconocía que Cromwell envió a Jamaica cientos de miles de irlandeses esclavizados.

Estas novelas eran prácticamente un folletín por entregas publicado en la revista Mis Chicas. Sorprenden su calidad y la culturilla. Me gustan reflexiones como “a veces a los niños se les ocurre pensar que podrían ser los causantes de la muerte de aquellos seres que más aman”. Mantengo que Villardefrancos tuvo madera para ser una escritora de referencia. Sus descripciones en buen castellano, especialmente de la naturaleza, recuerdan mis libros de Lengua del colegio con frases ricas en vocabulario, bien construidas y puntuadas.

Se dejan caer consejillos para sobrellevar vidas tan sufridas y el complejo de culpa. Esa especie de fatalismo cristiano o de resignación de posguerra marca Villardefrancos me sigue interesando por alguna razón inexplicable.

Un estupendo artículo de Martín Garzo compara esta serie con Cumbres Borrascosas.
https://elpais.kom/diario/1999/12/16/op ... 50215.html

En cualquier caso, no aconsejo esta continuación. Uno va que chuta con la novela original, de lo más potable. Me conozco y sé que no escarmiento. Cuando pase un tiempo echaré valor y me pondré con las tres novelas completando esta trilogía.
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