Terminado.
La verdad es que me ha durado un suspiro y me ha gustado bastante, teniendo en cuenta que el tema futbolistas no me gusta (me aburre el fútbol, soy sosa, lo siento) y que los protagonístas me caen mal. Los tres.
Voy por partes:
Al principo Alfonso me gustaba,
me parecía fiel a sus principios con eso de no querer escribir sobre Víctor ya que tenía una disputa con él; la cual entiendo hasta cierto punto, porque es su amigo sí, y ella su hermana, pero son mayorcitos para ciertas cosas. Yo solo me hubiese cabreado por pillarlos (por verlo, vaya), pero enfadarse porque se hayan acostado me parece un poco de guardería porque aquí nadie fuerza ni engaña a nadie.
Eso por una parte. Por otra, con respecto a Bet, al principio bien, pero cuando da el chivatazo se porta como un imbécil, más que nada porque se ve a la legua que es una pataleta de niño de colegio porque la chica que te gusta se ha ido con otro. Y luego que le inviten a la boda y ni aparezca, pues tampoco me sentó muy bien.
Y ya con lo de la hermana ni me meto, que me cabreo. Vamos, no va y se enfada porque su hermana se ha enamorado y casado con un hombre normal. ¿Qué tiene de malo su marido? ¿Más años que ella? ¿Dos hijos?  Llamadme carca, pero eso para mí no es un defecto. Vamos, que para mí eso no es un crimen. Hay cosas mucho peores. |
Víctor, a pesar de que evoluciona para bien, me parece insufrible.
| Un chulito y un creído, que trata a las mujeres como un par de tetas andantes. Vale que luego con Bet se porta medio bien, digo medio porque lo de Londres no tiene nombre, pero, vamos, que tampoco le excusa. Y con Alfonso tampoco se porta bien ocultándole que se acuesta con Bet. Y no me vale el "pobrecito su madre lo ha abandonado y su padre es un aprovechado". Que tengas a tu alrededor gente de mierda no te excusa para que no te portes bien con la gente. |
No puedo no comentar la conversación entre los dos chicos
en la que descubren que a ambos les gusta Bet y deciden retirarse en plan caballero, para luego ir por detrás a intentar conquistarla como si ella fuese el jarrón bonito que se quieren llevar a casa. Ella tendrá que decir algo sobre el asunto, ¿no? Me daban ganas de entrar en el libro y gritárselo, a ver si así se caían del guindo.  |
Y en cuanto a Bet, no sé qué decir. Por un lado me he reído mucho con ella; tiene unos momentazos muy buenos.
| Lo de los bombones o sus momentos torpes y la conversación sobre Pene es total |
Pero ella en sí me parece tonta de remate. Es el claro ejemplo de "Nunca digas nunca".
Lo que no me gusta nada de nada de ella es que vaya de dura y luego se derrita nada más ver a Víctor. A mí me trata así y ya se puede estar arrastrando varios capítulos hasta que lo perdono.  |
Ojo, que no digo que sean malos personajes, solo que a mí no me han gustado. De hecho me caían muchísimo mejor los secundarios. Lola me gustaba, Germán también, la abuelita más todavía. Si hasta los otros futbolistas me gustaban más, sobre todo el de la novia lectora (no me acuerdo del nombre, lo siento)
Por lo demás me ha parecido una lectura muy ágil, bastante divertida y original en cierta manera.
Ángela, lo has hecho muy bien pero sé que lo harás mejor cada vez, y ahí estaré yo, leyendo todo lo que escribas, aunque haya fúbol de por medio que me da sueño.
Ahora a esperar que se publique el segundo de los fubolistas.
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Lo que el resto de los mortales descubrimos delante del espejo es que nos ha salido un grano o que ya es hora de depilarse las cejas, pero ella va más allá. Pues vale. Y lo de que ella pueda acostarse con Víctor o quien se tercie pero la pobre perrita tenga que mantenerse casta y pura... De traca. Y ahora ha llamado injusta a Lola porque Lola está mosqueada porque, total, lo único que ha hecho ella es ocultarle una relación de cuatro meses. Pero la injusta es Lola. Si es que no da para más... Lo cual tampoco tiene importancia porque, seamos serios: Víctor un lumbrera tampoco es.
Me ha dado mucha pena. No sale mucho, pero me caía bien.
