Las uvas de la ira - John Steinbeck

[G.A.]

Una de las cosas buenas de este libro es que los pequeños detalles cobran un valor enorme, como a veces pasa en la vida, cuando una mirada o un gesto expresan más que muchas otras cosas. No sabes cuánto me alegro de que finalmente lo estés leyendo y disfrutando, Maider

[Maider]

Yo también me alegro de haber seguido leyendolo.

Otra cosa que me gusta mucho es la relación entre Al y Tom.

[Maider]

¡¡Cuanta desazón!! Lo estoy pasando hasta mal, no porque el libro esta mal, se entiende, sino porque todo es muy dramático.

Se ha muerto la abuela, ya han llegado a California y les han puesto al corriente de cómo están las cosas... Pero ellos todavía se niegan a creérselo, mantienen la esperanza de que en su caso la cosa será distinta.

Y el capítulo dedicado a lo que piensan los Californianos: el miedo que tienen a un aluvión de bocas hambrientas y sin trabajo, el miedo a que se apoderen de sus tierras... Etc., uff, hace pensar un montón. Y lo más triste que he leído hasta el momento: cuando recién llegados a California se ponen a comer y tienen alrededor unos cuantos niños muertos de hambre viendo como comen.

[G.A.]

Da qué pensar, ¿verdad? Son como extranjeros en su tierra. Steinbeck estuvo muy fino en la metáfora: lo importante no es de dónde seas, es cuánto dinero tienes. No hay una lucha entre pueblos, hay una lucha entre clases. La ideas marxistas de Steinbeck reflejadas en el marco adecuado: el de la Gran Depresión norteamericana, el momento histórico en el que la profecía marxista "el capitalismo se destruye a sí mismo", se cumple con todo rigor.
Maider, todavía quedan momentos duros

[Maider]

Estoy totalmente de acuerdo. No importa ni de donde seas, ni la raza, ni la religión... ni nada. Aquí lo que importa es el dinero y cuando hay dinero por medio ya no hay problemas de ningún tipo, esta claro.

Pues lo estoy pasando mal de verdad. Es tan real... tan duro... me parece que no me ha pasado nunca lo que me pasa con este libro.

[G.A.]

Pues yo no veas lo bien que lo estoy pasando recordándolo contigo. Creo que de los hilos que más he disfrutado, de verdad.
(¿Se nota mucho que este es uno de mis libros favoritos?)

[Maider]

Se nota, se nota.

Y mira, que estuve a punto de dejarlo, que decía que era muy descriptivo, oye.

Encima esto irremediablemente tiene que acabar mal. Ya he leído a varios diciendo que el final es impactante. La duda me reconcome.

[Maider]

Ellos que van con su papelito que dice que se necesitan 800 trabajadores.... Y se encuentran con que les llaman Oklis, que hay 100 personas por cada puesto de trabajo y que encima, claro esta, no les pagan más que la comida, eso si tienen suerte.

[G.A.]

Y como los californianos echan la culpa de su situación a los de Oklahoma, sin pensar que ellos aún son más víctimas porque han tenido que dejar su casa.
Lo que más me fastidia de que leas este libro con tanta pasión, Maider, es que te va a dejar hecha polvo Lo sé por experiencia

[Maider]

Además, la familia Joad, ni siquiera tiene un sitio a donde volver. Se han encontrado en el camino a varios que habían vuelto o volvían de California a sus casas. Ellos no tienen ni siquiera ese consuelo.

¿hasta que punto es comprensible: el miedo y el trato de los Californianos? Me refiero a la gente normal, la del pueblo.

[Maider]

El conflicto interno de Tom, dividido entre mantener la dignidad a toda costa y a la vez tener que someterse por narices al trato vejatorio y humillante que les dan. Hay un par de conversaciones entre su madre y él sobre el tema realmente interesantes.

Buenísimo el capítulo 21. Lo mejor de este libro es que te explica conceptos bastante complicados de una forma muy sencilla y fácil de entender por todo el mundo.

Por otro lado, la familia se esta dividiendo: Connie ha desaparecido, el predicador ha tenido que sacrificarse por Tom, y Noah hace tiempo que se quedo por el camino.

[Maider]

Eso es un crimen que va más allá de la denuncia. Es una desgracia que el llanto no puede simbolizar. Es un fracaso que supera todos nuestros éxitos. La tierra fértil, las rectas hileras de árboles, los rubustos troncos y la fruta madura. Y niños agonizando de pelagra deben morir por no poder­se obtener un beneficio de una naranja. Y los forenses tie­nen que rellenar los certificados –murió de desnutri­ción– porque la comida debe pudrirse, a la fuerza debe pudrirse.
La gente viene con redes para pescar en el río y los vigi­lantes se lo impiden; vienen en coches destartalados para coger las naranjas arrojadas, pero han sido rociadas con queroseno. Y se quedan inmóviles y ven las patatas pasar flotando, escuchan chillar a los cerdos cuando los meten en una zanja y los cubren con cal viva, miran las montañas de naranjas escurrirse hasta rezumar podredumbre; y en los ojos de la gente se refleja el fracaso; y en los ojos de los hambrientos hay una ira creciente. En las almas de las per­sonas las uvas de la ira se están llenando y se vuelven pesadas, cogiendo peso, listas para la vendimia.


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[Maider]

Ya lo he terminado. Buah! Brutal. Me ha dejado triste, muy triste.

Como libro es adictivo, fácil, tiene grandes personajes.
A través de la familia Joad, que sirve de excusa para exponer unos hechos reales que a día de hoy siguen completamente vigentes, vemos un montón de temas y problemas que afectan a la humanidad en general: el desarraigo, lo bueno y lo malo del ser humano, la violencia, el poder, la injusticia, la esperanza, como dice Gabo la lucha de clases... Un montón de cosas.

Es duro, real, conmovedor (eso que en ningún momento hace uso de sensiblerías ni busca la lagrima fácil) te hace pensar en muchas cosas. Vamos, que esta genial.

El último tramo del libro es especialmente duro. Desde que salen del campamento del gobierno todo empieza a ir de mal en peor. La parte en el que trabajan recogiendo melocotones. Y no les pagan más que para comer tres veces al día. Lo más duro es la esperanza que tienen, pasan por mil cosas... todo se les va al traste... y ellos siguen teniendo esperanzas y sueños. La pobre Rose, que se ha pasado todo el libro diciendo que el bebe iba a nacer mal y al final nace muerto... Y la niña, Ruthie, que debido a las circunstancias que viven se percibe que va endureciendose. Hay una parte en el que le llama a su hermano: hijo de puta, que me puso los pelos de punta. El pasaje final... Con rose dando de mamar a un hombre que se moría de hambre es no sé... ¿desesperanzador? ¿esperanzador? ¿simbólico? ¿triste? no sé como describirlo. El personaje de la madre es muy bueno. Todo el rato tirando para adelante, esforzándose por mantener a la familia unida...

Me ha encantado, eso que lo empece pelín recelosa. Ha sido una sorpesa mayuscula.

[Haidé]

Para que veas que nos tienes que hacer caso.

[Maider]

Sip, yo os hago mucho caso y así me va de bien.