Las fuentes del Nilo - Fernando Sanchez Dragó

[Hypathia]

Egipto como paraíso de fantasías infantiles

Las Fuentes del Nilo’, lejos de asentarse en tierras egipcias, devuelve al lector a aquel Madrid de los años cincuenta sin perder un ápice el sonido y el olor de sus calles, los colores de sus barrios o las voces de la gente. Sánchez Dragó erige en protagonista de estas páginas a Dionisio, un niño de la posguerra que pasea por la capital pero que se encierra en sus lecturas para darle esquinazo a la realidad que por entonces lo ahogaba todo, para romper con lo establecido. El autor madrileño ha escrito un libro de iniciación psicológica en el que entremezcla su particular discurso refinado con el lenguaje popular.

[Hypathia]

Lo empiezo hoy mismo. Tenía muchas ganas de leerlo y aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid y que ha salido en bolsillo, pues...

[julia]

Vaya ramazo heavy con el que te descubres

[G.A.]

Julia, a Hypathia siempre le ha gustado Sánchez Dragó, nunca lo ha ocultado. Por lo que yo he leído, a mí me resulta un autor demasiado empalagoso, pero también reconozco que he leído cosas peores. Deberías de darle una oportunidad

[julia]

Igual 30 años hace demasiado tiempo, pero cuando lei su Gárgoris y Habidis. Una Historia Mágica de España, me dejo bastante indiferente....
Ademas es que no lo soporto, de verdad, cada vez que lo oigo me sale sarpullido.

Reconozco que me pueden los prejuicios con este hombre

[Hypathia]

Sabía que me tirarías bolas de barro, Julia. Pero hago un charco apañao y me refocilo en él, cual jabata al lodo. Es coña. Nadie es perfecto, Dragó es una debilidad que tengo, mi cruz literaria (una de tantas)... Me encanta la cultura que tiene y lo vivales que es.

Está dividido en dos bloques, Infancia y Adolescencia. Ayer me lié la manta a la cabeza, me aislé del mundo armada de té y del libro y me cargué en unas horas 1/3 del libro.
Lo flipo, me alucina, me encanta... ¡Será muy grave?
Aunque conste en acta que no comulgo con sus ideas, no con la mayoría, al menos. Pero me divierte.

[G.A.]

Yo tengo mi teoría al respecto, Hypathia.
Sabes de sobra que te considero una adicta a las palabras (Brillan como piedras de colores, saltan como platinados peces, son espuma, hilo, metal, rocío...) y creo que de ahí te viene el enganche con este hombre: lo barroco y retórico que es. Cuando leí El viaje del corazón, me molestaba su adjetivación tan recargada, así que me puse a buscar por ahí y descubrí que para mucha gente ese es su gran valor; por la diferenciación que establece entre el lenguaje literario y otros lenguajes.
Creo que lo que te a ti te vuelve loca de este autor es lo mismo que a mí me repatea.
Y es que eres una adicta

[Hypathia]

Pues mira, ahora que lo dices... Va a ser verdad.
En serio, esta tarde le estuve dando vueltas a que no siguieras leyendo a Javier Marías (lo comentaste en "Mañana en la batalla piensa en mi") y llegué a esa misma conclusión que dices: el recargo tan retórico. Te gusta más lo profundo, la idea, que el decorado. Como en Conrad, por ejemplo. No se desparrama, va a lo concreto, a lo fehaciente de los hechos.

Ha-la, qué vocablo a estas horas, "fehaciente". Doy miedo.

[G.A.]

No creas, también me gusta eso de marear la perdiz y dejarme llevar, pero es verdad que últimamente prefiero las historias y no el envoltorio. Escapo de lo experimental y lo retórico, y busco los mensajes entre líneas más que juegos estéticos. Pero Dragó me sobrepasa un poco
Cualquier día de estos te emplazo a una relectura de un Marías

[Hypathia]

Cualquier día de estos te emplazo a una relectura de un Marías

¡¡Sería un gustazo!!