Al fin logré terminarlo, la segunda mitad del libro me pareció aún más espesa que la primera...
Babel escribió: No se si
Trópico de Cáncer es más fácil de leer que este o que yo estaba menos predispuesta en esta ocasión pero me ha costado mucho terminarlo
. La parte en la que cuenta anécdotas de su vida y la gente que le rodea me parecía de lo más ameno, las otras... me costaba pasar las páginas. Pero bueno... me ha parecido especialmente interesante el hecho de haber conocido algo de su infancia, tenía curiosidad por saber de su familia que, por otro lado, no parece una familia muy feliz: la hermana enferma mental (no se dice exactamente de qué), el padre alcoholico, la madre que no parece que haya sido una imagen a la que él haya respetado, sino una mujer vencida por las circunstacias de la vida...
Y en ese entorno se empieza a gestar el carácter, no se si mejor o peor, pero sí diferente de Miller.
Yo creo que
Trópico de Cancer es mucho más fácil de leer que este libro.
Opino igual que tú, de no haber sido por esas partes más amenas, hubiera abandonado el libro en una de esas interminables disertaciones en que el fluir de la conciencia -tan nutrido- dificulta el proceso lector (al menos el mío).
La parte en que habla de sus amigos, de la "importancia" del pan de centeno, de su primo y su tía Caroline (ideal de cómo debiera ser una madre), del amigo que tanto influyó en él: Roy Hamilton, me ha gustado especialmente. Otras partes de su autobiografía me han resultado confusas, como lo que cuenta de que se fue a California, o de su relación con alguna mujer, que no se sabe si fue antes o durante su matrimonio.
Así es, esa parte es la más agradable. Tampoco pude ubicar con precisión (ni mucho menos) sus relaciones con tantas mujeres. En algunos casos, él mismo indica que se trata de experiencias juveniles, como su primer amor o la aventura con la profesora de piano (Lola Niessen), a partir de la cual se establece un vínculo entre la música y el sexo.
Hacia su mujer y su hija no parece sentir ningún afecto pero es que Miller parece estar sentimentalmente aislado, vive en un mundo más allá, en el mundo de la metáfora y la creación, de lo intelectual, lo novedoso... y le importa bastante poco no sólo las leyes, normas, convenciones sociales, etc. sino tampoco las personas...
A pesar de que cuando trabajó en el Edificio de telegramas dio alguna pequeña muestra de "sensibilidad" hacia los demás.
Tanto la esposa como la hija quedan relegadas a un segundo plano, como si se tratara de algo que lo acompaña pero que no es importante. Miller se sumerge en el sin sentido que percibe del mundo, y se describe a sí mismo con cierta ambigüedad: por un lado es víctima de una sociedad descompuesta, pero al mismo tiempo se "perdona" a sí mismo... ¿Víctima o victimario? Y en este ambiente crudo, delirante y, sobre todo, crítico, destaca su deseo de escribir.
También me llamó la atención la mención de un pasado feliz, ya que los "salvajes" de antaño apreciaban la vida y sabían disfrutarla. Esta idea me remitió a la famosa "Edad de oro", y me pareció curioso que él, tan realista, retomase un tema mítico. Traté de relacionarla con la ruptura vanguardista pero no he podido conseguirlo del todo...
También menciona (igual que en Trópico de Cáncer) a Dostoievsky, como un ejemplo de capacidad para narrar la psicología de los personajes.
Y
La evolución creadora, de Bergson, al parecer determinante en su vida (me da curiosidad este libro).
Insiste en sus ideas antinorteamericanas, pero creo que bastante menos que cuando está en París..., y en su nuevo concepto de escritura, de la necesidad de acabar con todo para empezar de nuevo, el regreso a la no-civilización.
Quizá no menciona tanto a su país porque está dentro de él, y más bien se dedica a describir experiencias carentes de moral, y a personajes desolados que tampoco encuentran su lugar en el mundo (en E.U., digo
).
En cuanto a esto es interesante la mención de "lo nuevo", tan determinante en América, mientras que en Europa las novedades no llegan a afectar los importantes vestigios del pasado.
Esto que dices de la no-civilización es lo que quiero conectar con las ideas vanguardistas que afirma haber conocido en forma tardía, pero con las que se identificó profundamente. La ruptura del periodo de entreguerras promovida por los artistas es vista por él con buenos ojos. Los poetas "excavadores del futuro", intentan partir de cero mientras la gente común se ve obligada a trabajar en fábricas de armamento.
La mezcolanza de tiempos y situaciones es muy intrincada, pero la idea del sexo instintivo (quizá como vía de escape o como símbolo de la podredumbre reinante); de un mundo hostil que se desmorona ante sus ojos, y la búsqueda de expresión de sus reflexiones, se manifiesta claramente.
Por cierto que también me llamó la atención el tema de la amistad ("comprendida" a través del libro de Bergson), y la mención de sus familiares como "parientes uterinos".
La amistad resulta un tanto superflua y la obra citada le da el valor para "apreciar la soledad". (Insisto, voy a conseguir ese libro.
)
El final me resultó muy complejo:
menciona a una chica, Mara, "la mujer que esperaba conocer", "con quien soñaba", que en algún punto identifica con América, pero también con Venus y con Lilith, y habla de una "nueva vida" vinculada a ella (por un collar de perro ). |
Ahora voy a leer
Henry y June, a ver si logro aclararme con el tema de su mujer e hija, de Mara o de alguien más.
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Indudablemente Henry Miller es un gran escritor (y nada sencillo).
Me gustaron ambos libros, aunque recomendaría
Trópico de Cáncer -que me encantó- para empezar (sin duda será más difícil de abandonar que
Trópico de Capricornio).
Babel, gracias por la espera, y gracias a quienes lo intentaron también.
Editoooooooo: Babel, mañana comento tu último mensaje.