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Título original: The Optimist's Daughter
Autora: Eudora Welty
ISBN: 978-84-937110-5-4
Rústica con sobrecubierta
232 páginas páginas
19,00 euros
Galardonada con el prestigioso Premio Pulitzer en 1973, La hija del optimista es, sin duda, la obra maestra de Eudora Welty. En la tradición de la más brillante novela sureña —de la que forman parte William Faulkner, Truman Capote, Robert Penn Warren y Carson McCullers—, narra la historia de Laurel McKelva, una mujer de mediana edad que viaja a Nueva Orleans para hacerse cargo de su padre, un juez retirado que ha de someterse a una operación quirúrgica. El juez no logra recuperarse, y muere lentamente. Será entonces cuando Laurel emprenda un largo viaje de regreso a su hogar familiar en Mount Salus, Mississippi, llevando consigo el cuerpo de su padre, y siempre vigilada por la segunda esposa de éste, Fay, una mujer orgullosa y más joven que Laurel. En la enorme casa, rodeada de sus antiguos conocidos y de las paredes que la vieron crecer, Laurel ha de enfrentarse a los fantasmas de su juventud y a las deudas del pasado.
Aunque estoy leyendo otro libro, no me he resistido a comenzar este también, que además es cortito. Lo poco que llevo me encanta. Por cierto la portada es preciosísima.
La Fay, que persona tan egoísta, pero creo que es retrato de tantas mujeres como ella, el marido se pone enfermo y ella dice: cómo puede pasarme esto a mí . Y bueno, más detallitos. Pero es lo que pasa cuando te casas con una mujer mucho más joven que se casa seguramente por dinero.
Te puedes quedar sin conversación, pero nunca te quedarás sin canciones Lemmy
He avanzado un poquito pero muy poquillo, espero terminarlo esta tarde. Lo que llevo me encanta. Tiene el sabor sureño de algunas pelis de Paul Newman tipo Un largo y cálido verano (que por cierto está basada en una novela de Faulkner). He dicho lo de Faulkner porque creo que esta autora tiene influencia suya o es de la misma época o estilo.
La ahora viuda Fay, desquiciada, ordinaria, queriendo ser protagonista en todo momento y tomándose la enfermedad y posterior muerte de su marido como una afrenta personal, es un personaje uuuf, muy típico de esas pelis que menciono.
La hija sosegada, deseando evitar cualquier tipo de espectáculo, sabiendo que no se dice la verdad sobre su padre, que lo ensalzan y lo pintan de una forma que él no fue. Las vecinas o amigas de la familia haciéndose cargo de todo y organizándolo todo.
Te puedes quedar sin conversación, pero nunca te quedarás sin canciones Lemmy
El choque de trenes entre Fay la ordinaria y la hija, Laurell menudo al final, con la tabla de cortar. La vecindad tremenda, qué manera de llevar la vida de los demás.
Te puedes quedar sin conversación, pero nunca te quedarás sin canciones Lemmy
¡Qué buena pinta tiene este libro! Y la portada me encanta. Lo pongo en mi lista de pendientes y espero cogerlo pronto, que el comentario de Haidé anima.