Hace un par de días que lo leí. Es un libro muy curioso. No sé si lo recomiendo o no y no podría zanjarlo con un
me ha gustado o un
no me ha gustado, si me lo preguntáis directamente, no sabría qué responder.
Lo que sí puedo decir es que la novela crece una vez que la terminas, sigues pensando en ella y su significado... Al menos es lo que me ha pasado a mí.
Buena parte de la novela sientes que estás leyendo algo aburrido y sin color, pero luego te das cuenta que es así como la narradora, Janet, vive y quiere ver la vida y su escritura. El lugar de retiro, Iliria, es como un paraíso, sin ruidos, sin altercados, sin distracciones para poder desarrollar el arte... pero en realidad es algo parecido a una cárcel, no, en realidad no es una cárcel, pero sí un lugar lleno de normas de comportamiento, de cosas que están bien vistas o mal vistas, donde hay jerarquías, (les dan mejores habitaciones o estudios a los artistas más famosos y ricos). Janet escribe como lo que es Iliria, sus cuentos están restringidos, siguen unas pautas sin alma, quiere que sean políticamente correctos que no perturbe la vida de su marido e hijos, que nadie la señale entre su círculo de amistades por haber escrito algo fuera de tiesto. Y por eso su escritura, como Iliria, es una cárcel que se ha impuesto a sí misma.
La novela da un giro poco a poco,
Janet comienza a darse cuenta de lo que es Iliria. Piensa que está perdiendo los papeles, pero en realidad abre los ojos, despierta y se da cuenta de que lo que le dice Nick es cierto, ella dejó de ser escritora cuando decidió escribir de forma que su marido, sus hijos y su círculo de amistades no se escandalizara. |