Leído.
Primero decir que o bien ya no había más erratas o ya me había absorbido del todo el libro y no las veía. Esto último es bueno
He leído la edición de Rata y en ella, además de las hojas manuscritas, viene una breve entrevista a la autora, una nota de la traductora, un prólogo (que lo he leído al final
) de Gabi Martínez y por último, una "carta" de la editorial a las librerías muy acertada
.
En la entrevista Han dice "rechazando la carne, mi protagonista rechaza la violencia del ser humano".
En el libro aparecen muchas y diferentes violencias; del hombre hacia la mujer (su marido, padre, cuñado, médicos,...), de la sociedad hacia la persona,..., violencia física, familiar, silenciosa, psicológica,... libertades violentadas. Y sí todo eso está ahí y además lo que dice la autora, pero
en el momento en que ya sale lo del árbol, que ella quiere ser árbol, lo veo más como un escape, una locura que ella se cree del todo, una distorsión completa de la realidad que a ella le hace feliz pero que le mata; y que nadie es capaz de sacarla de ahí. Dentro de la belleza que puede suponer la imagen que trasmite no he podido dejar de ver que se mata, que en realidad, Yeonghye, es tan desgraciada ya desde pequeña (su padre ya la maltrataba y luego vivir con ese marido...) que su mente sólo es capaz de sacarla de este mundo con la naturaleza. |
La verdad que todo lo de las flores me ha parecido precioso hasta
que ha acabado como ha acabado. No soy capaz de ver en el cuñado la intención artística pura, lo siento. |
Conforme avanza el libro el lenguaje se va enroscando y sin complicarse va ganando en lirismo, pero de una forma muy llana, muy cercana, es algo muy sencillo pero que creo va cambiando. La primera, salvo los sueños con la voz de Yeonghye, es muy directa, aséptica diría. En la segunda parte empieza a complicarse algo más con la voz del cuñado algo soñadora, más eterna y luego esas flores que se enredan y lo enredan todo. Y por último, la última parte con un título precioso, Los árboles en llamas, es la más emocional y también quizás la más empática para el lector.
Destaca esa conexión entre naturaleza y mujer que me ha recordado a Bombal, también por el árbol y por como empondera a la naturaleza.
Es un muy buen libro pero de los difíciles de recomendar. Y no va de vegetarianos
.