Leído el prólogo de los prólogos, pero el de Lem, no el otro y me ha encantado A Lem se le va mucho la olla y por momentos no entendía un pimiento, pero me lo pasaba bomba leyendo. No sé cómo explicarlo, pero es de esos textos que invita a leerlos rápido, del tirón, como si estuvieras escuchando al propio Lem en una conferencia... ya digo que no sé cómo explicar esa sensaciónfresa_charly escribió:Leido el prólogo inicial; el del liberador de prólogos. Me ha divertido, es esa faceta del absurdo de Lem que tanto me gusta. Llevar a lo más literal una idea que no tiene ningún sentido (pues ¿qué es un prólogo, sino aquello que abre el libro y que puedes saltarte sin alterar en absoluto la historia? ¿qué sentido tiene el prólogo sin la obra a la que prologa? Son tan inútiles como las cortezas del pan de molde ).
Luego leí los dos siguientes, y me gustó el de las bacterias pues eso, que Lem le echa mucha imaginación y humor
En cuanto al prólogo del prólogo de los prólogos, vamos el que no ha escrito Lem, no creo que lo lea... no me suelen interesar demasiado.