Pues hubo premio Por animar el foro con su sagaz detective, que dirigió la investigación con su habitual estilo Así que el premio fue para Pseudoabulafia, y le invitamos a proponer los libros que votaremos este mes. Con condiciones, por supuesto
Y estas son sus propuestas, con su condición correspondiente:
Dado que eres maestro en adoptar personalidades diversas según las circunstancias ( o según te dé por ahí, que tampoco sabemos nosotras el criterio...), te pedimos que propongas un libro según cada una de tus personalidades más destacadas del foro:
Sesudo conocedor del pensamiento humano, y defensor de la cultura, los ensayos y la divulgación
Musicofilia - Oliver Sacks
Oliver Sacks examina la relación con la música de pacientes, gente corriente o músicos profesionales para arrojar una luz insólita sobre ese fenómeno. A través de anomalías como la «amusia» –o incapacidad para sentir la música–, el hipermusical síndrome de Williams –un extraño fenómeno de extrema sociabilidad–, las alucinaciones musicales o la música como inspiradora de auténtico terror, Sacks elabora un lúcido análisis de cómo la música es un factor clave para crear la identidad humana, ya sea de una manera patógena o como un agente positivo a la hora de tratar el Parkinson, la demencia, el síndrome de Tourette, la encefalitis o los ataques de lóbulo temporal. Sacks se revela de nuevo como un espléndido narrador, con el humor, la erudición y la vastísima cultura científica y humanista a que nos tiene acostumbrados. «Más interesado por la vivencia humana que por la teoría psicológica, Sacks se acerca más a Herman Melvilleque a Charles Darwin» (The Sunday Times).
Propongo este libro porque Sacks me parece un excelente autor de divulgación, que sabe combinar perfectamente su erudición con una capacidad literaria extraordinaria. Todos los libros de este autor que he leído me han parecido estupendos. He elegido este autor, además, porque creo que los mecanismos de funcionamiento de la mente humana son un misterio del que todavía queda mucho por revelar a la ciencia, a pesar de que nunca podemos dejar usar la mente (me ahorro los chistes sobre esto).
Caballero andante, defensor de tiernas damiselas (o no tan tiernas, pero que a ti te sacan al Quijote que no ve Aldonzas, sino Dulcineas), a quienes proteges... incluso ante posturas y comentarios (de ellas) absolutamente indefendibles
Rebeldes, Susan E. Hinton
Las peleas callejeras entre bandas rivales desencadenan tal violencia, que muchas terminan de forma trágica. Los conflictos familiares, la marginación, la ausencia de futuro... llevan a algunos jóvenes a buscar en la calle y en el grupo lo que no encuentran en casa. Pero siempre queda un destello de esperanza.
Francis Ford Coppola llevó al cine esta novela que describe la dura realidad en la que se mueven los adolescentes en los suburbios de las grandes ciudades
La sinopsis de este libro me llamó la atención porque últimamente me interesa observar los comportamientos grupales y la forma en que reaccionamos ante "lo otro" o "el otro" cuando nos sentimos respaldados por el "nosotros".
Aristócrata en el exilio; ese conde ruso con monóculo y todo, exquisito y decadente, al que a veces echamos de menos
La hija del capitán, Alexander Pushkin
La obra de ALEKSANDR PUSHKIN (1799-1837) (reconocido unánimemente como uno de los principales forjadores de la literatura moderna rusa) sirvió de crisol donde se fundieron la precisión de la lengua escrita con la fértil fantasía de la lengua hablada. En LA HIJA DEL CAPITÁN (1836), bajo la influencia de Walter Scott, Pushkin, con una sinceridad alejada de la exagerada afectación romántica, se sirve de un hecho histórico (la sublevación del caudillo cosaco Yemelián Pugachov) para explorar literariamente uno de los temas constantes en la historia de la sociedad rusa: el conflicto entre un sistema despótico e injusto y un pueblo sometido y humillado, proclive a utilizar la figura de falsos mesías para defender su honor y liberar su ira contra el poder opresor.
Ah, Rusia, Rusia. Tengo a este autor en mi lista de pendientes desde hace tiempo. En concreto, este libro me parece interesante por el punto de vista que puede dar sobre el conflicto de clases, narrado por un aristócrata. Se me cayó el monóculo del ojo cuando encontré semejante planteamiento. Voy haciendo estiramientos de meñiques por si sale este libro, que es de esos que hay que leer en sillón orejero, habiendo dado cuerda gramófono y una copa de brandy entre los dedos.
Investigador privado, sagaz y absolutamente comprometido con descubrir quién es el asesino (o lo que se tercie; en la encuesta de marzo, no había asesino, había rana saltarina...)
La detective miope, Rosa Ribas
- «¿Sabes que entre ti y cualquier persona en el mundo hay como mucho seis grados de separación?»
¡Era tan simple y a la vez tan complejo! Noté cómo la idea se abría paso en la masa cerebral traspasándola como una bala.
Es así como se enciende una luz en la cabeza de Irene, que decidirá descubrir qué sucedió un trágico 2 de junio que marcó su vida para siempre. Desde entonces, Irene no ha hecho más que perder dioptrías y cordura, hasta que el descubrimiento de esta teoría le da fuerzas para volver a ejercer como investigadora.
Rosa Ribas esboza con maestría la complejidad de la mente humana y nos brinda una protagonista que nos cautivará. Y lo hace en una novela intimista con sutiles guiños de humor.
Espero que este libro sea un alegato sobre la libertad para ejercer el detectivismo preprofesional. Yo estoy harto de esos absurdos prejuicios sobre la miopía que llevan a mucha gente a ponerme injustas etiquetas como detective, cuando todo el mundo sabe que hay sospechosos a los que no les da la gana adaptarse a las reglas clásicas de la detectividad . Así no hay manera.
Devorador de almas llegado del espacio exterior (que por muy mono que te hayas puesto con ese cthulhu blandito y achuchable, sabemos cuáles son tus intenciones)
Las catedrales del cielo, Michel Moutot
Un viaje extraordinario y épico por tres generaciones de una estirpe de obreros sin vértigo que construyeron auténticas catedrales de acero.
Tres generaciones de una familia de indios mohawks han levantado la silueta urbana de Nueva York a lo largo del siglo XX.
En esta apasionante novela se descubre la historia de esta estirpe de trabajadores del acero que trepó a las alturas para construir los rascacielos más emblemáticos de la ciudad. Padres e hijos, y antes los abuelos de esta singular tribu americana, han caminado por donde nadie antes lo había hecho: por el cielo, junto a las águilas.
Las moderadoras han descendido a las profundidades submarinas de los océanos abisales, han cruzado dos dimensiones de desesperación y han osado enfrentanse a mis tentáculos de Cthulhu y pedirme un título de novela. Vale, bien, pero primero quiero aclarar que no debemos dejarnos llevar por los prejuicios sobre nuestras lecturas. Los Cthuluses somos muy chulos y leemos lo que nos da la gana. Además, que yo sé por experiencia que si os hubiese puesto una lectura de terror, luego se os quedan las almas muy tensas, así como fibrosas, y no hay quien se coma eso. Yo prefiero ablandaros el espíritu con esta lectura relajante y entretenida. Se la regalé hace poco a un humano que la quería y le ha gustado mucho, así que me he apuntado a leerla yo también.
Pues hala, ya se puede empezar a votar