Es verdad, a mí las alusiones a las marcas comerciales que dices, raton, me hacían pensar en los anuncios de la tele o la radio y decía: ¡ya estamos con el anuncio publicitario!ratonB escribió:Las alusiones a las marcas comerciales del quitamanchas, desengrasante y demás suena a crítica al mercantilismo americano que empezaba a traspasar fronteras por esos años. A Otis lo pone un poco de patán, práctico pero advenedizo. Esa debía ser la idea de los americanos en la Inglaterra victoriana (igual hoy día también). Hay un comentario muy revelador que dice algo así como que tienen todo en común con los americanos menos la lengua
Este cuento debe estar lleno de collejas a la sociedad inglesa. A finales del XIX estuvo muy de moda el espiritismo entre la alta sociedad victoriana (también en América). Conan Doyle, contemporáneo de Wilde fue un acérrimo defensor de esta creencia; no me extrañaría nada que El fantasma de Canterville tenga algo de choteo a Sir Arthur
Lo que dices del espiritismo es cierto. Recuerdo haber leído una novela de Robert Hugh Benson titulada Los espiritistas en la que censuraba el espiritismo.