Las consecuencias - Mercedes Cabello de Carbonera

Grandes clásicos de la literatura mundial.

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woki
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Las consecuencias - Mercedes Cabello de Carbonera

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Las consecuencias

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Las novelas Eleodora (1887) y Las consecuencias (1889) representan un caso singular en la producción narrativa de Mercedes Cabello de Carbonera. Aunque la crítica tiende a considerarlas una sola novela por estar basadas en el mismo argumento, existen muchos elementos que las diferencian colocandolas incluso en etapas diferentes de la producción intelectual de la escritora peruana. La primera se encuentra mucho más cercana al drama romántico de Los amores de Hortensia y Sacrificio y recompensa, mientras que la segunda lo está del realismo constructivo, de influencia naturalista, que la autora defendió en los últimos años de su vida y que también pone en práctica en las famosas Blanca Sol y El Conspirador. Eleodora y Las consecuencias pueden leerse, por lo tanto, como un proceso de reescritura de un mismo argumento a través del cual Cabello de Carbonera revela las estrategias de construcción de una nueva estética. En dicho proceso, cobran singular importancia la transformación del título, del final del relato, la complejidad de los personajes subalternos, el léxico científico, las descripciones, etc.

Eleodora, la protagonista en ambas novelas, está inspirada en la tradición de Palma «Amor de madre» cuya abnegación se resume en la frase: «perdí mi honra porque no os llamasen un día los hijos del ajusticiado». Efectivamente, ella es una joven limeña de buena familia que vivió bajo la estricta protección de sus padres. Por su parte, Enrique Guido, un joven empobrecido, holgazán y arribista decide conquistarla para mejorar su situación social y económica. Tras lograr su objetivo, Eleodora vivirá un matrimonio infeliz que la sume en la frustración y la soledad.

Las consecuencias ya no complace a los lectores de Eleodora acostumbrados a la castidad y sumisión de la heroína, sino que denuncia una sociedad moralmente corrupta que encierra y aniquila a la mujer. La reescritura del texto supuso no solo riesgos en la narración, sino también en la aceptación de la propia escritora quien, con la primera publicación, había obtenido el aplauso de dos de los intelectuales más reconocidos de la Lima de aquellos años: Juana Manuela Gorriti y Ricardo Palma. Cuando se publica la versión en libro de Las consecuencias, a inicios de 1890, por la imprenta de Torres Aguirre, la escritora había recibido múltiples críticas por los excesos de Blanca Sol; por esta razón, y como una de las formas de respaldo que intentó, incluye en la presentación una carta dirigida a Palma donde señala: «Ojalá que como en Eleodora encuentre usted en Las consecuencias una novela intencionada que tiende a corregir vicios y preocupaciones sociales, que mucho afean a nuestra culta sociedad». La severa crítica social se hacía mucho más explícita en el segundo texto, pero Cabello estaba preocupada por garantizar a sus ficciones la difusión y la aceptación que las primeras habían provocado. Vano esfuerzo, pues no podrá vencer la marginación del medio intelectual peruano de que será victima en los sucesivos años.

Eleodora, como lo hacía pensar su propio título, era un drama personal que no intenta una reflexión generalizadora, ni busca necesariamente causas en la estructura social como sí lo hace Las consecuencias, sobre todo a través de la complejidad que le otorga a los personajes secundarios. De este modo, la beata doña Serafina, criada de Eleodora, simboliza la degradación de la Iglesia: ocupada en apariencias y formalidades del rito suple el vacío sentimental por las ambiciones económicas. La prostituta Rosita logra convertirse en una «filósofa con faldas». El criado, de origen afroperuano, Juan, cuya sensualidad irreprimible pone en riesgo la castidad de la protagonista, termina de configurar una ciudad sensual y superficial que amenaza a las jóvenes sin educación como Eleodora. En Las consecuencias, además, proliferan los términos médicos que nos aproxima aún más a una estética naturalista. Los personajes ya no son solo espíritus enamorados, sino cuerpos nerviosos que padecen de atrofia cerebral, dolores neurálgicos, angustia, convulsiones histéricas, alucinaciones y locura. Dos años separan las publicaciones de estas dos novelas de estéticas tan disímiles. Hecho que revela una ardua tensión entre lo que una mujer debía o no escribir, una lucha constante entre el canon y la transgresión. Ante ella, escritoras como Mercedes Cabello de Carbonera asumieron el camino más difícil.

Cabello de Carbonera (1842-1909), escritora comprometida con la época que le tocó vivir, delinea en sus novelas las enfermedades del siglo, y por medio de la crítica social que permea su obra, deja como legado al pueblo peruano y a la sociedad limeña en particular una visión del futuro que vislumbra una sociedad más justa. Propulsora de la corriente filosófica del positivismo de Augusto Comte, propugna la educación laica, los principios científicos y el ideal del progreso. Sus ideas en un período aún dominado por el eco romántico y la tradición colonial le valieron encarnizados ataques, especialmente de parte de sus congéneres. Sin embargo, en las últimas décadas la crítica literaria ha contribuido a dejar atrás el injusto relego al que fuera condenada.

Autor: Mercedes Cabello de Carbonera
Año de publicación: 1890 (*)

Editorial: Stockcero
Año de la edición: 2012
ISBN: (978-1-934768-60-0)
Páginas: 245
Edición: Mónica Cárdenas


*Se publica inicialmente en 1889 de manera serial en prensa; en 1890 se publica por primera vez en formato libro

La edición de Stockcero incluye en un mismo volumen las dos novelas paralelas sobre Eleodora, Eleodora y Las consecuencias.
Última edición por woki el 17 Ago 2018 08:25, editado 1 vez en total.
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Re: Las consecuencias - Mercedes Cabello de Carbonera

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Hilo de Eleodora
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