Nosequé, yo soy de las que no releen las obras que les han entusiasmado; quizá porque temo cansarme de ellas, como una canción que se escucha muchas veces y al final acaba por perder el brillo que tenía al principio. No sé qué pasará con "La Regenta", pero disfrutar la he disfrutado de principio a fin, aunque también haya sufrido y haya llorado
Totalmente de acuerdo, Meiko: la profundidad psicológica de los personajes es, sin duda, de las grandes virtudes del libro. Si es que no son "personajes", son "personas" que "viven" ante nuestros ojos. Por eso queremos pegarles, y gritarles, decirles cuatro verdades, aconsejarles o, directamente, amarles.
Lo cierto es que doña Paula me cae muy bien. Se la ve una mujer fuerte y muy decidida, con una voluntad de hierro. Está claro a quién ha salido su hijo...
Posiblemente, su mayor defecto sea que
no conozca a su hijo; que no sepa los resortes de su alma, con lo que sueña y lo que desea. En realidad ella no sabe de los remordimientos y del asco que muchas veces le asaltan al Magistral ante la vida falsa, hipócrita y pecaminosa que lleva. No lo sabe, o no lo quiere saber... que viene a ser lo mismo. |
Y como muy bien dices, Andromaca:
Al Magistral se le nota, como ya he comentado otras veces, un fondo de bondad y de nobleza que ha perdido por el camino y que al mismo tiempo desea recuperar a través del amor de la Regenta. El ejemplo de la escena de Barinaga es buenísima. Hay otra parte, no sé en qué capítulo, cuando en un monólogo magistral, don Fermín admite todas sus culpas y sabemos que todo lo que se dice de él es cierto. Y en otro párrafo (tampoco sé el capítulo), donde reflexiona sobre los pecados de la Regenta y los suyos y termina diciendo "Si ella conociera los míos, me despreciaría". |
De verdad que me interesa muchísimo saber vuestra opinión sobre el Magistral. Tengo un frente abierto con mi hermano por este personaje, jaja, lo vemos de formas diametralmente opuestas y llevamos varios días a la gresca