Buenos días nos de dios a tos y cada uno.
Ya he conocido a Visita. Un personaje peculiar, sí,
. Esa expresión me encantó.
A mi me parece una mujer que vive alejada completamente del mundo y su realidad. Una señora que se las ha ingeniado como ha podido para intentar vivir como buenamente pueda, sin caer en su realidad que la mataría, y le sería insoportable.
La escena en la que habla con Alvaro en un balcón es impresionate (creo que alguien ya la resaltó por allí arriba):
Cómo juega con ella valiéndose de la superioridad que le proporciona haberla conquistado en otro tiempo, haberla vuelto loca de amor, y saber que algo queda de todo eso, cómo la martiriza con el lenguaje, como la aotrmenta situándose a mil escalones por encima... (¿Alguna de nosotras no se ha sentido así alguna vez?). Y la respuesta de ella es genial. Sólo baja de su nube de irrealidad un momento para pegarle una bofetada. Estupendo momento. |
En cuanto al personaje de Álvaro Mesía, simplemente diré que me parece un ser despreciable. A ver si acaba, cuanto menos, lapidado.
Y bueno, para no aburrir más al personal, terminaré con una de las escenas del libro que más me ha gustado:
Doña Obdulia en la cocina de la Marquesa, con Visitación y Pedro (creo que así se llamaba) el Jefe de cocina de Rufina (susodicha marquesa).
Cómo, entre ingrediente e ingrediente, Obdulia consigue conquistar al cocinero, olvidándose de que haya nadie más en la habitación, y le pone los dientes largos al pobre Pedro que acaba como loco por la exuberante señora. Al cabo de unos minutos, entra Mesía, y se acabó lo que se daba. Nuestra buena Obdulia se olvida del cocinero y lo deja con dos palmos de narices. |
¿He dicho ya que me encanta Obdulia?