Crimen y castigo - Fiodor M. Dostoievski
Moderador: LizzyDarcy
- evaluna
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Ainss que ayer lo saqué de la biblioteca porque no me fiaba mucho del mío, y aunque solo tienen 2 o 3 años de diferencia(el de la biblio es del 71 ), me he puesto a comparar y lo que en el mío son un par de párrafos en el otro son 2 hojas , y del susto que me llevé lo dejé un poco aparcado.
Hoy los cogeré tranquilamente y ya veré con la versión que me quedo, yo preferiría la corta pero si veo que pierde muchas cosas, tendré que volver a empezar
Hoy los cogeré tranquilamente y ya veré con la versión que me quedo, yo preferiría la corta pero si veo que pierde muchas cosas, tendré que volver a empezar
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- evaluna
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I
Era una agobiante tarde veraniega. Raskolnikov había podido salir a la calle sin encontrarse en la calle con su patrona. Ya en la calle, el joven se dirigió con aire indeciso hacia el puente K...
Como la patrona que le había alquilado la habitación viviía en la misma escalera, al salir a la calle Raskolnikov tenía que pasar a la fuerza por delante de su cocina. Esto le fastidiaba, ya que le debía dinera a la patrona y procuraba esquivarla.
Cuando esta vez llegó a la calle se sorprendió de su inexplicable temor. "¡Pienso realizar un proyecto tan audaz y me asusto de semejantes tonterías!", pensó el joven.
Raskolnikov pera un joven apuesto. Sus ojos oscuros destallaban inteligencia. Pero ahora parecía ensimismado. De vez en cuando murmuraba algo entre dientes.
Este es de mi libro
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Pues es una traducción malísima para empezar, como para tontos. El mío dice lo mismo pero con muchísimas más palabras. En la primera página todavía no ha salido a la calle y en tu traducción ha salido a la calle en la cuarta línea.
Te puedes quedar sin conversación, pero nunca te quedarás sin canciones Lemmy
- evaluna
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CAPITULO PRIMERO
En una calurosa tarde de principios de julio,un joven saíó de la habitación que tenía alquilada en una casa de la calle S....Ganó la calle y, lentamente, con paso indeciso, se dirigió hacia el puente K...
Había evitado, felizmente, encontrarse con su patrona en la escalera. Su pequeña habitación estaba situada en la buhardilla de una casa de cinco pisos, y más bien parecía un armario que un alojamiento. La dueña de la casa en donde él había alquilado aquel cuartucho, con comida y servicio, tenía su apartamiento en el piso inmediato inferior, y cuando él salía se veía obligado a pasar por delante de la cocina de la mujer, cuya puerta, siempre abierta, daba a la escalera. Cada vez que pasaba, el joven experimentaba una sensación de miedo, que le producía vergüenza y le hacía fruncir el ceño. Debía mucho dinero a su patrona y temía encontrarla.
No es que estuviera asustado ni vencido. Muy al contrario. Pero, desde algún tiempo, se hallaba en un estado de tensión e irratación nerviosa, que se acercaba a la hipocondría. Estaba tan encerrado en sí mismo, y tan aislado del mundo, que, aparte de huir de su patrona, temía incluso cualquier relación humana. Estaba abatido por su pobreza y, sin embargo, esta sensación había cesado de pesar sobre él en los últimos tiempos. Había dejado absolutamente de ocuparse de sus propias actividades cotidianas. En el fondo, le tenía sin cuidado cualquier decisión que pudiera tomar su patrona. No obstante, encontrarla en la escalera, escuchar sus estupideces a propósito de mezquindades, soportar sus reclamaciones de dinero, sus amenazas, sus quejas y con ello tratar de encontrar una escapatoria, excusarse, mentir....No; era mejor deslizarse como un gato, escaleras abajo, y eclipsarse sin ser visto.
En esta ocasión, sin embargo, se sintió sorprendido ante el temor que le inspiraba encontrarse con la mujer con quien estaba en deuda.
"¿Por qué debo alarmarme, ante tales nimiedades?- pensó con una extraña sonrisa-. Hum...Sí..., el hombr tiene el remedio en sus propias mano, y lo deja escapar delante de sus narices, unicamente por cobardía....Verdaderamente...es un axioma...Es curioso saber lo que la gente más teme. Un paso, una nueva palabra salida de sus labios, esto es lo que ellos temen....Creo que estoy hablando demasiado. Si no hago nada, justamente es porque hablo. Quizá, mejor debería decir: si hablo, es porque no hago nada. Durante este último mes, es cuando he aprendido a charlar, yaciendo días enteros en un rincón, ocupando mi mente con fantasías. Veamos, ¿por qué cojo este camino?¿Soy capaz de eso?¿Es serio eso?. En absoluto. Entonces, es que me divierto adulando a mi mente. ¡Un juego!. Sí, creo que es esto. ¡Un juego!".
En las calles el calor era sofocante; además, el vapor, la multitud, la vista de la cal, de los andamios, de los ladrillos, el polvo, y esta hendiiondez caracteristica del verano, tan familiar al olfato de los habitantes de San Petersburgo que no tienen posibilidad de alquilar una casita en el campo, todo ello, repentinamente, sacudió desagradablemente los nervios ya irritados del joven. El olor insoportable que se escapaba de las tabernas, tan numerosas en esta parte de la ciudad, y los beodos que encontraba a cada instante, aunque fuera dia y hora de trabajo, completaban el colorido melancolico y repulsivo de la escena. Una expresión de intenso disgusto se reflejó por un instante en los rasgos delicados del joven. Diremos, a este propósito, que no estaba desprovisto de atractivos personales; poseía unos hermosos ojos oscuros, un suave cabello castaño, y su figura, algo más alta de lo normal, era esbelta y proporcionada. Pronto se sumergió en una especie de profunda meditación, o incluso, para ser más exactos, en una especie de sopor mental, y continuó su camino sin fijarse ya en lo que lo rodeaba. Sólo de cuando en cuando murmuraba algunas palabras: la costumbre de monologar, como acababa de reconocer. En aquel instante se dio cuenta de que sus ideas se embrollaban y de que su cerebro estaba débil; hacía dos días que no había comido nada o casi nada.
Y este es el texto del que he sacado de la biblioteca
Alguien que sepa ruso que me diga cual es en verdad el verdadero Dostoyesvki
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