Sodoma y Gomorra - Marcel Proust

[Hypathia]

En busca del tiempo perdido, 4
Sodome et Gomorrhe, 1921-1922



El narrador observa en secreto el encuentro sexual entre dos hombres, el barón de Charlus y Jupien, una escena...

Volumen cuarto de En busca del tiempo perdido, Sodoma y Gomorra abre un período nuevo dentro de la magna obra proustiana. Mientras espera en el patio de la duquesa de Guermantes, observando la polinización de sus orquídeas, el narrador observa en secreto el encuentro sexual entre dos hombres, el barón de Charlus y Jupien, una escena representada según las leyes de un arte oculto. Con esta escena comienza una meditación profunda sobre la sexualidad y el deseo, alimentada por la atracción que el narrador siente por la bella Albertine. Una representación de la sexualidad sobre la que Samuel Beckett escribió: «Las flores y plantas no poseen voluntad. Son descaradas, exponen sus genitales. Y así, en cierto sentido, son los hombres y mujeres de Proust... Descarados». «Enciclopedia del corazón y del lenguaje, En busca del tiempo perdido no es sólo el más grande tratado sobre las pasiones humanas escrito en el siglo XX; es también una novela que utiliza de manera genial la cuarta dimensión, el tiempo, para definir a los personajes.» CLAUDIO MAGRIS


En busca del tiempo perdido:
(En busca del tiempo perdido, 1) Por el camino de Swann
(En busca del tiempo perdido, 2) A la sombra de las muchachas en flor
(En busca del tiempo perdido, 3) El mundo de Guermantes
(En busca del tiempo perdido, 4) Sodoma y Gomorra
(En busca del tiempo perdido, 5) La prisionera
(En busca del tiempo perdido, 6) Albertine desaparecida (o La fugitiva)
(En busca del tiempo perdido, 7) El tiempo recobrado

[Cronopio77]

El primer capítulo, en el que se narra el encuentro sexual entre dos hombres, es impresionante. Y si se contextualiza en la época en la que se escribió, más aún. Dado que lo que cuenta Proust es una recreación bastante fiel de la alta sociedad parisina de principios del siglo XX, llama muchísimo la atención cómo se admitían, con absoluta naturalidad, las relaciones homosexuales... siempre y cuando se llevaran a cabo ocultas bajo un estilo de vida "normal".

[Doctora Zhivago]

He empezado a leerla esta mañana. ¡Vaya comienzo tan atrevido! Este tomo promete...

[Doctora Zhivago]

Llevo leídas unas 200 páginas y

me sorprende lo abiertamente que se habla de la homosexualidad. Y por fin ha aparecido un parte más amplia dedicada a las reflexiones del protagonista sobre la muerte de su abuela, en su vuelta a Balbec.

[Arden]

¿200 páginas de Proust en un día? Siempre me habían dicho que era muy difícil de leer, pero por lo que veo no lo es tanto, así que igual para el otoño esta vez sí que sí me lo leo.

[Doctora Zhivago]

Arden, en dos días me he leído 250 páginas. Pero estoy de vacaciones y tengo muchísimo tiempo libre y me paso muchas horas leyendo. Ayer de hecho me tiré toda la tarde. Con el primer libro me costaba más leer mucho del tirón, pero conforme he ido avanzando me ha ido costando menos.

[Doctora Zhivago]

Acabé ayer el libro.

La parte de las etimologías de Balbec se me ha hecho un poco pesada, pero el resto bien. ¡Qué lío en la cabeza del protagonista con la supuesta homosexualidad de Albertine! ¡Y su repentina decisión de casarse con ella! Veremos qué nos depara el siguiente tomo...

[Hans Castorp]

Pues nada, que no hay forma de dejar a Proust para ponerme con otras cosas. Debería estar leyendo y participando del miniclub de La república, pero es que no puedo soltar al maldito francés.

No sé qué haré cuando acabe los 7...

[Hans Castorp]

Éste me ha costado un poco más, no porque sea peor, sino por el cansancio. Realmente se trata de una obra muy vasta, y aunque deliciosa -odio mucho este adjetivo para los libros-, a veces satura.
De hecho, mientras que con los anteriores leía poco a poco pero de forma regular, éste ha ido más a grandes bocados con otros grandes descansos para hacer la digestión.

La forma de narrar, el tiempo, mejor dicho, de la narración, a veces es un tanto caótico, yendo hacia adelante o hacia atras de una forma tan sutil que a veces te pierdes un poco. No se me hace para nada farragosa la lectura, todo lo contrario, sigo pensando que he encontrado en Proust un grandísimo compañero de viaje.
Me gusta la forma de diseccionar a los -por otro lado muchos y variopintos personajes- a veces mediante la propia reflexión del narrador, a veces mediante la exhibición de sus cualidades, pero realmente crea personajes totalmente veraces.

Da bastante asco ese mundo snob de las apariencias. Me da muchísima rabia la señora Verdurin, lo celosa y posesiva que es con sus "fieles", pero ella sólo es por ahora el extremo de esa actitud, que por otro lado parece ser habitual. Ahí están las grandes señoras peleando entre sí, por ver quien ofrece las mejores reuniones.

Me parece que el siguiente libro "La prisionera", va a ser muy climático.

Increible la sensación al leer las vivencias del Narrador. Ha pasado mucho tiempo desde que era un niño angustiado por la posibilidad de perderse el beso de su madre.

[Ceinwyn]

Amiguiiiitooooossss
La que avisa no es traidora.

En unos días seguramente empiece con este tomo. Tengo muchas ganas porque me dicen por el pinganillo que el inicio promete y ya me he leído varios libros para desintoxicarme de Marcelito, que me tenía hasta la coronilla con sus tonterías, sus problemitas de ego y esas ganas de ser alguien por juntarse con la nobleza rancia parisina.

En fin. @Ivanovich ¿Te apuntas?

[Ivanovich]

Amiga, en otro momento me apuntaría, porque la última parte, ya hace algunos años, fue la de Guermantes, que me dejó proustianamente anestesiado una temporada. Este me apetece, creo que es de las mejores partes, pero ahora tengo varias literaturas abiertas para preparar una cosita. Lee, lee, disfrútalo y cuenta, que en otro momento caerá. Gracias por el aviso

[Ceinwyn]

Ohhh vale, Pues te iré contando entonces.
Besooooo

[Arden]

Ohhh vale, Pues te iré contando entonces.
Besooooo

Eso, cuenta, cuenta. A ver cómo evoluciona la cosa. Con las ganas que tengo yo de seguir con Proust, pero no es el momento. Para eso necesito más sosiego. Pero te sigo.

[Ceinwyn]

Madre mía.
Anoche abrí el libro. El primer párrafo no podía entenderlo, y yo decía... estoy espesa. Releo. Vuelvo a no entender nada. Es tarde, será eso. Releo a conciencia. ¿Qué pasa aquí? ¿Qué son estas frases tan mal construidas y tan poco comprensibles?

Me voy a la descripción y veo que la traductora es nueva. Consuelo Berger.

¿Pero no era Pedro Salinas?


¡¡¡¡NOOOOOO!!!!!!! De verdad, menudo golpe. No sé si voy a poder leer esto.

[Arden]

Madre mía.
Anoche abrí el libro. El primer párrafo no podía entenderlo, y yo decía... estoy espesa. Releo. Vuelvo a no entender nada. Es tarde, será eso. Releo a conciencia. ¿Qué pasa aquí? ¿Qué son estas frases tan mal construidas y tan poco comprensibles?

Me voy a la descripción y veo que la traductora es nueva. Consuelo Berger.

¿Pero no era Pedro Salinas?


¡¡¡¡NOOOOOO!!!!!!! De verdad, menudo golpe. No sé si voy a poder leer esto.

¡¡¡Ahgggg! Con Proust la traducción es muy importante, si te gusta la de Pedro Salinas ¡No cambies! Yo leí el primero con la traducción de Mauro Armiño, editorial Valdemar y me gustó mucho.