Escrita tras el éxito revelador de «Jane Eyre», Charlotte Brontë quiso hacer algo nuevo con esta novela. La autora trata de extender el conflicto entre el sentimiento íntimo y realidad hostil de la vida social.
Se trata de una historia de amistad entre dos mujeres rivales en el amor pero unidas en el afecto y la conciencia de su común condición oprimida, en la que se expresa el adelantado y personal feminismo de Charlotte Brontë.
«… pasajes “interiores” que podrían prolongarse durante páginas sin fin y que podríamos seguir leyendo sin cansarnos jamás. […] Los que siguen usando el adjetivo “decimonónico” en sentido peyorativo cuando se refieren al arte de la novela, bien podrían gastar un par de semanas en Shirley y revisar, quizá, una o dos nociones apresuradas», Andrés Ibáñez, "ABC Cultural".
«… en esta novela que Charlotte Brontë escribió mientras la guadaña de la muerte apagaba el eco de sus hermanas, hallará el lector tristeza y ánimo, y amor y humor […]. Lean Shirley, y, si ya lo han hecho, recupérenla» María José Obiol, "El País".
«Buen ejemplo del talento y la maestría de Charlotte Brontë, Shirley es un clásico que redescubrir», "El Periódico".
Shirley nació explícitamente de la vocación de Charlotte Brontë de hacer "algo real, frío y sólido". Con este principio, escribió su única novela en tercera persona, reuniendo la experiencia individual con el destino histórico de la colectividad. Rober Moore, "hombre importante, hombre de acción", dueño de una fábrica textil sacudida por los efectos económicos de las guerras napoleónicas y por el temor de los obreros a la revolución industrial, se debate entre el amor callado de su prima Caroline y la admiración apasionada de Shirley.
Creo que es un libro muy interesante y podríamos hacer un miniclub...