Los protagonistas del capítulo anterior se dirigen en coche de caballos (o bicicleta en algún que otro caso) a una población llamada Lincoln. Pues bien, en el
Capítulo Dieciocho, también otros dos protagonistas de esta historia hacen lo mismo, pero en su caso
a pie, caminando, dando un paseo… Mary y Ralph. ¿Se encontrarán unos y otros? Ya veremos… De momento es de remarcar tanto el sentimiento que embarga a uno, Mary, de enamoramiento absoluto por Ralph; como el mismo sentimiento aplicado a Katherine, de Ralph… El caso es que este último declara su deseo de dejar su monótono trabajo por irse a vivir al campo, lejos del mundanal ruido, a lo que Mary asegura su propósito de hacer lo mismo |
para marchar a América… aparentemente cada declaración esconde, mintiendo, su profundo sentimiento de frustración amorosa… Ni uno ni otro desean/pueden revelar sus sentimientos claramente… es una abigarrada mezcla de sensaciones…
Al llegar a Lincoln, la tensión está en su momento álgido.
Casi derraman lágrimas. Se sientan en un café desde el que ven el bullicio de la calle. Ralph está apunto de pedirle matrimonio a Mary… |
¿Exactamente, por qué? Te preguntas, amable lector… esta lectora no lo sabe ni parece que le se vaya a revelar… o sí se ha dicho y una no se ha enterado…
El caso es que la derrama de emociones continúa… Mary está
al borde del sollozo, si no lo ha lanzado ya… y Ralph se da cuenta de que ella lo ama… ¿Cómo no me he dado cuenta antes? |
Porque eres un tontolahaba, así de claro… Voy a decirle que se case conmigo… sí… se lo voy a decir… van a salir mis palabras de mi boca… ¡alto! ¿Qué estoy viendo? Sí, es ella. No es una visión… Es mi adorada Katherine… ¡Ya la hemos liado!
Aunque parezca mentira… sí… ¡ha acontecido!
No me lo creo, parece decir Mary…
La pareja (no de hecho, todavía)
sale a la calle y, al poco, tropieza con la madre de Katherine, quien se muestra agradablemente sorprendida del encuentro. Finalmente, todos se ven y se saludan… y Katharine llega a saber de los planes de Ralph de venirse al campo a vivir, abandonando su trabajo en el bufete de abogados… planea en el aire la impresión de que Mary y Ralph están comprometidos… |
todo el mundo lo diría menos ellos…
A partir de aquí el capítulo cambia de protagonistas… Los Hillbery y los Otway se van en su calesa, pero en un punto del camino de regreso, esta para y Katharine y su novio William se apean a instancias de este. La paciencia de William se ha colmado.
¡No puede tolerar más abusos! ¿De qué hablas? Me tratas como un pelele. No hablas conmigo, me ninguneas… hablas con tu primo Henry con preferencia a mí… ¿Te olvidas de que nos vamos a casar? Pues de eso quería hablarte… no estoy segura de que haya sido una buena idea nuestro compromiso. En realidad no quiero casarme contigo… ¿Hay otro? |
¿Ese primo tuyo? ¿Cómo se llama? ¿Henry? No, no, William. Es que
no te amo. Quiero retirarme a vivir lejos, a dedicarme a las matemáticas |
¿Las matemáticas? Sí… las matemáticas… Katharine hace
y resuelve problemas a escondidas de su familia. Es su vicio secreto…
Abrevio. Ya tocaba… abrevia, dice… ¡je! Que si te quiero, que si no te quiero, que sí, que no… que me casaré contigo, William…
Pues para este viaje no se necesitaban alforjas…
Vamos al
Capítulo Diecinueve, que esperemos sea menos truculento
klatubaradaniktó