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Realidad - Benito Pérez Galdós

Publicado: 24 Feb 2018 12:01
por woki
Realidad

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Wikipedia escribió:Realidad es una novela del escritor español Benito Pérez Galdós publicada en 1889,​ que cierra el ciclo de las "Novelas españolas contemporáneas" junto con La incógnita, escrita también en 1889. Ambas obras conforman un microcosmos planteando el mismo problema desde puntos de vista diferentes y con recursos narrativos distintos.​ Podría decirse que Realidad es la opción teatralizada o dialogada del argumento que, presentado en forma epistolar, trata La incógnita. [...]

[...] Presentada como novela en cinco jornadas (...) y ambientada en el Madrid burgués de finales del siglo XIX, protagonizan la trama el matrimonio formado por Tomás Orozco y Augusta Cisneros y la sombra de su adulterio con Federico Viera. [...]

Autor: Benito Pérez Galdós
Año de publicación: 1889

Editorial: Cátedra
Colección: Letras Hispánicas
Año de la edición: 2004
ISBN: 978-8437621302
Páginas: 260 apróx.
Edición: Francisco Caudet


La edición de Cátedra incluye en un mismo volumen las novelas La incógnita y Realidad, dado que se encuentran interrelacionadas.

Re: Realidad - Benito Pérez Galdós

Publicado: 24 Feb 2018 12:02
por woki
Hilo de La incógnita: La incógnita

Re: Realidad - Benito Pérez Galdós

Publicado: 26 Feb 2018 09:42
por Aben Razín
Te agradezco mucho que abras hilos de novelas de Benito Pérez Galdós, un autor que nunca me ha defraudado, :no:

Además está avalada por la editorial Cátedra, :eusa_clap:

Re: Realidad - Benito Pérez Galdós

Publicado: 19 Mar 2020 10:29
por RAOUL
Pues Jornada Primera…. Infantito ya podía haber comprendido que el remedio a su angustia cognoscitiva era salir pitando a una librería de la Puerta del Sol y leerse esta primera jornaduela de "Realidad". Luz cenital y han quedado revelados siquiera en penumbra ciertos pasillos y recovecos del laberinto social y sus incógnitas. Los apartes y los monólogos, la técnica teatral, permiten descubrir el alma y sentido de los personajes, que resultan ser en gran número peores de lo que dejaba ver "La incógnita". No sé si peores cuando debiera decirse humanos. En cualquier caso, los protagonistas en la gran escena matrimonial final han sido Orozco, con su teoría del bien, y Augusta, que pide que los santos suban al Cielo y dejen espacio en la Tierra a quienes la necesitan: los pecadores.

Re: Realidad - Benito Pérez Galdós

Publicado: 20 Mar 2020 10:43
por RAOUL
Jornada Segunda. Cómo aman las hembras y cómo quieren. Mientras los hombres se desenvuelven en un laberinto de orgullos, intereses, honores y amor propio, ellas fortunatescamente entregan de sí todo lo que tienen, sea como amigas o como amantes. Las ideas morales se estrellan contra sus corazones monstruosos y no se puede hacer carrera de estas ferocidades. Cargan con el pecado y regalan al compañero los escrúpulos en el aliviadero. Veamos no a dónde llega el asunto, que ya lo sabemos, sino por qué caminos transita.

Re: Realidad - Benito Pérez Galdós

Publicado: 21 Mar 2020 22:48
por RAOUL
Jornada Tercera La mejor hasta el momento. Un muy bien llevado recorrido por la casa de Viera con la subtrama de Clotilde y Santanita y el habla del Madrid popular y castizo. Estamos en el nudo. Ya asoma la mecha de la bomba, ya se oyen trompetas en la calle, ya se le adivina la figura al asunto, que viene entre embarazado y embarazoso. Gran escena entre Orozco, el hombre que amenaza quitarle las llaves del Cielo a San Pedro, y Joaquín Viera, el menda que le hubiera robado protagonismo a J.R, en "Dallas". Por allí, entre los dos, aparece de pronto Augusta, que está entre una Magdalena perpleja y un Sue Ellen desubicada. Pero Galdós tira bien de pluma y demuestra que en otro siglo se le hubiera dado bien esto de ser guionista de series. Guionista para rotos y descosidos, sin desdeñar la alta costura. Vamos, que firmaría guiones en los que se podría mezclar "Mad men" y "Pasión de gavilanes".

Re: Realidad - Benito Pérez Galdós

Publicado: 22 Mar 2020 23:18
por RAOUL
Cuarta Jornada. Federiquín Viera se hace cansino con ese lío tan suyo, tan personal, que se le ha formado en su materia gris marengo. Si su cerebro tuviera patas, las patas acabarían enredadas entre sí y el cerebro entregado como un tanque sin gasolina en una duna del desierto. Parece por momentos un Don Juan en busca del Comendador, un Werther mal medicado, un actor de "Hamlet" al que Shakespeare hubiera expulsado de la obra el día del preestreno sin avisar antes al sindicato. Por sus venas corre todo el teatro de Calderón, pero nada más triste que un personaje de Calderón paseando por Madrid sin espada en la cintura. Así no se puede. O lo matan o se mata.

Re: Realidad - Benito Pérez Galdós

Publicado: 23 Mar 2020 18:55
por lucia
:lol: :lol:

Re: Realidad - Benito Pérez Galdós

Publicado: 24 Mar 2020 00:39
por RAOUL
Ea, el perdis :cunao:
Quinta Jornada . Al terminar ya no sabe uno si a Federico, el hermano de la Cloti y el cuñado de Santanita, le expulsaron de Hamlet o más bien de Macbeth. Diría que de Macbeth. Un Macbeth que lleva fuera de sus quicios el personaje y deja al método Stanislawski vacío de contenido y exhausto del continente. Federico es como un Marlon Brando abrazado todo el día al LSD y carpetovetónica y astralmente aterrizado en una especie Alfredo Landa que en vez de suecas persigue sombras. Habría que explicarle que la sangre es la sangre y que aquí no ha habido regicidios sino unos cuernecillos de nada, o sea, de toda la vida, muy razonables, muy miurescos y muy españoles. Una cosa aseada y organizada, con su pisito, su criada facilitadora, sus visillos en la ventana, su armario repleto de batines, pantuflas y aspirinas. Fíjese, señor Macbeth, en su lady Macbeth. Vamos, ¿a estas alturas del siglo XIX con esos mohínes? Desde luego a este Federico Viera le meten de público en “Mujeres y Hombres y viceversa” y le da un jamacuco imperial ¿Pero qué más le dará al Universo universal que un gusano hembra quiera a un gusano macho y que ese mismo gusano hembra no quiera a otro gusano macho? ¿A qué tantas imágenes y delirios? Vaya trío para un trípode. El uno demasiado divino, la otra demasiado humana y el tercero tan tronado tan tronado que merecería ser tronista perpetuo en Tele5, ya digo. En fin, desde luego, mis simpatías por doña Augusta, que es una pecadora, sí, pero una pecadora decente y como debe ser. Una pecadora plausible a la que yo bien me hubiera ofrecido como instrumento gratuito para el pecado. Entre el San Pedro estilizado y el Shakespeariano enmascarado me la han traído loca durante toda la novela (y aun antes y aun después), y es raro que la mujer no se haya atravesado la garganta con el primer tenedor a mano.
Se intuye aquí, a mi parecer, un problema sexual de fondo (o de proscenio), que casi emparenta con La Regenta. Los hombres de esta novela son casi todos monstruosos, la verdad, porque son hombres muy hombres... Hombres que pueden con el Tolstoi y con sor Angustias. El experimento La incógnita/Realidad es interesante y estoy por recomendar, contra los cánones, que se lea Realidad antes que La incógnita. Y no lo sé –doctores habrá tenido la Iglesia que hayan levantado la Epístola- pero no me extrañaría que en algunos pasajes, momentos,pensamientos o ideas no haya Galdós tenido muy frescas y presentes sus propias vivencias. Pero es una intuición lanzada al final, al desgaire y sin barajar. Lo mismo podría haber dicho otra cosa.

Re: Realidad - Benito Pérez Galdós

Publicado: 02 Nov 2020 10:07
por Gretogarbo
Desde mi entrevista con la sombra del rey Hamlet sentíme abandonado de mi memoria, que revoloteaba fuera de mi cerebro jugueteando con el olvido. No estoy seguro de mi derrotero para volver a mi querido Madrid. Es posible que mi amigo y yo regresáramos a orillas del Elba y que en los muelles de Hamburgo nos embarcáramos para Inglaterra. Llegamos a Hull; de ahí fuimos a Newcastle; allí me separé de mi amigo. Sin el auxilio de mi memoria puedo asegurar que fui solo a Edimburgo. Solo fui también a Birmingham, desde donde partí para Stratford-on-Avon, patria del gran dramaturgo inglés y universal. Nada debo decir de Edimburgo ni de Stratford, pues ya lo he dicho en otro lugar. El itinerario de este vagabundeo para llegar a Madrid fue el siguiente: Londres, Dover, Calais, París, Burdeos, Santander. A poco de llegar a Madrid, ya estaba el español errante agarrado a sus cuartillas escribiendo Miau. El frenesí de emborronar papel llevóme luego a trazar La incógnita, dándole forma epistolar. Inmediatamente emprendí Realidad, que no es otra cosa que el mismo asunto de La incógnita, desarrollado en diálogo a la manera teatral. No pensé entonces llevar esta obra a la escena, y hubieron de pasar bastantes años hasta que Realidad apareciera ante las candilejas y entre los lienzos pintados.
Escapatoria otoñal, de Memorias de un desmemoriado, de Benito Pérez Galdós

Re: Realidad - Benito Pérez Galdós

Publicado: 02 Nov 2020 11:29
por Gretogarbo
Promediaba el 1891 cuando yo escribía las últimas páginas de Ángel Guerra. Con ardor infatigable acometí luego Torquemada en la cruz. No lo expreso con seguridad, porque en este punto flaquea mi memoria. Esa pícara facultad, a quien he dado en llamar mi ninfa, escapaba de mi lado en las ocasiones en que más la necesitaba; pero un día pude atraparla; y dije: "Ésta es la mía". Con una cadenita de palabras capciosas la sujeté a mi cerebro. Andando días, díjome la ninfa que bien podríamos salir del círculo estrecho de la literatura novelesca para probar fortuna en el arte teatral… "Ya sé lo que vas a contestarme: que en mi juventud me entusiasmaba la forma dramática, y que esta afición la exterioricé en diferentes tentativas de comedias y dramas, pero desengañado de que Dios no me llamaba por aquel áspero camino, rompí todos mis papeles y no volví a cuidarme de que había escenarios en el mundo". Quedó mi ninfa meditabunda al oír esto, y después de corto silencio, habló así:
— Soy tu memoria, y, como tal, téngome por el mejor testigo de tu labor literaria en la edad juvenil. En la presente no ceso de oír que debieras escribir alguna obra de teatro o, por lo menos, dar estructura teatral a ciertas novelas tuyas, que ya llevan la ventaja de estar dialogadas, como
Realidad.
(...)
En aquel tiempo yo no frecuentaba el teatro; de noche no iba nunca; de tarde, alguna vez, prefiriendo la Comedia, por ser muy de mi gusto la compañía de Emilio Mario. Una tarde, estando yo en el vestíbulo del teatro, entró Mario, y, presuroso, me dijo:
— No me detengo, don Benito, porque voy a vestirme... Tengo que hablar con usted; hágame el favor de subir al saloncillo en cualquier entreacto.
Pues, señor... Mario me salió con la misma cantata. Le habían dicho que
Realidad novela podía ser Realidad drama. Él creía lo mismo. Como empresario y como amigo, me suplicaba que pusiese manos a la obra, si no para la actual temporada, para la próxima. Mientras yo tanteaba el asunto, supe que en la compañía de la Comedia había ocurrido un cambio radical.
(...)
Mario, ansioso de llenar prontamente el vacío que aquellos artistas dejaban en su teatro, trajo a María Guerrero, cuyo precoz talento se había manifestado en diferentes obras, y singularmente en la Doña Inés, del Tenorio, y a Miguel Cepillo, actor ya consagrado por sus extraordinarias cualidades. A estos valiosos elementos añadió un joven todavía desconocido, Emilio Thuillier, que no tardó en adquirir celebridad. Con estas figuras y las que ya tenía, inauguró Mario felizmente su temporada en el otoño del 91, anunciando, entre otros estrenos, el de Realidad.
(...)
A María Guerrero yo no la conocía más que de nombre. Por primera vez la vi una tarde en la Comedia representado la dama de Felipe Derblay (Le Maítre des Forges), función que se daba para redimir de quintas a un hijo del actor Montenegro. La voz, el gesto y la prestancia de la actriz me encantaron. Pasados algunos días, la vi ensayando El obstáculo, de Daudet, primer estreno de la temporada. Confundida entre las demás actrices, no me pareció la misma que yo había visto en la representación de Felipe Derblay. Vestía de negro y cubría su cabeza con un honguito igual a los que usábamos los hombres. Me fijé en su tez morena y descolorida; fijéme asimismo en su limpia pronunciación, cualidad en la que no hubo ni hay quien la iguale. En uno de los ensayos de El obstáculo, Mario me presentó a ella, y, reunidos en un palco, María Guerrero me habló de Realidad, que ya conocía en la novela antes de estudiarla en el drama. Entonces advertí en ella otra cualidad preeminente: la memoria. Con una lectura se apodera de un asunto y de un carácter, y le basta una simple audición ante el apuntador en la mesa de ensayos para dominar su papel.
Autor teatral, de Memorias de un desmemoriado, de Benito Pérez Galdós