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, a ver cuando sacas un tiempito para ponernos algún ejercicio 
... cuando puedas, ya sabes, para no abandonar mucho este sitio 
. Laurana.
Taller de los escribas foreros - El fondo
Venga, a ver por dónde atacamos ahora el arte de escribir.
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fl_fernando
- No puedo vivir sin este foro
- Mensajes: 893
- Registrado: 10 Feb 2006 19:25
- Ubicación: Guayaquil-Ecuador
Hola queridos compañeros del foro
Jangel, me puedes explicar un poco esto del taller de foreros. Estuve leyendo un poco pero ya me canse y no entendí mucho. Solo estuve chequeando la primera parte donde se propuso ideas para que los demás escriban desenlaces y, bueno, me pareció interesante.
atte
fl_fernando
Jangel, me puedes explicar un poco esto del taller de foreros. Estuve leyendo un poco pero ya me canse y no entendí mucho. Solo estuve chequeando la primera parte donde se propuso ideas para que los demás escriban desenlaces y, bueno, me pareció interesante.
atte
fl_fernando
Pues de eso va, Fernando. Se propone un ejercicio literario y la idea es que todos los que quieran participan. Cualquiera puede sugerir el ejercicio (no tengo por qué ser yo). Recuerdo el anterior, como decía Jaime, para quien quiera intentarlo.
Esta idea se ha extraído de una conversación en el foro. A ver qué os parece, yo creo que puede ser interesante.
Se trata de:
- Sentarse con papel y bolígrafo,
- Dejar la mente en blanco,
- Escribir a continuación todo aquello que venga a la cabeza, sea lo que sea y aunque no tenga sentido,
- Transcribir aquí lo que cada uno considere oportuno.
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Acabo de escribir unas líneas rápidamente. No estoy acostumbrado a esto, quizá algunas frases no tengan mucho significado pero es lo que he sentido en el momento. Quizá sea uno de mis escritos más sinceros hasta el momento, me ha salido tal cual y no he borrado ni organizado nada... ahí os lo dejo.
Aunque no es muy usual en mí, aquí estoy, escribiendo a mano y con el ordenador apagado. No oigo el murmullo del ventilador, todo está más en silencio que de costumbre.
Frente a mí está la ventana que da a la ruidosa calle, los coches van de aquí para allá sin parar, sonidos estridentes del claxon, frenazos y más pitidos, discusiones... en resumen, un día normal y corriente en la gran ciudad. El hecho de estar en un sexto no me impide escuchar todos estos sonidos incómodos, sino todo lo contrario.
Miro a mi derecha y me encuentro una postal que reza: “Souvenirs de Paris”, con siete pequeñas imágenes de ese hermoso lugar del país vecino: el Arco del Triunfo, la catedral de Notre Dame, la pirámide del Louvre... qué bonito es descubrir mundo, y cómo me gustaría viajar sin restricciones de ningún tipo.
Doy la vuelta a la postal y leo esas siete líneas que me ha dedicado una gran amiga de mi facultad. Cuando recibí este detalle no me lo esperaba para nada, y para mí tiene más significado que otros grandes regalos más materiales. No me canso de leer esas líneas, puedo decir que tengo una amiga y por ello me siento afortunado.
Pero ahora estoy feliz... si me entretuviera en explicarlo quizá no todos me entenderían... por fin me siento a gusto con la gente de alrededor, y reconozco que no me sentía así desde mis años de primaria; quizá debido a que me cambié de ciudad siendo muy joven, quizá a la introversión que padecí años atrás, no lo sé, pero ahora me noto cambiado, y pese a las dificultades que sufro debido a mis obligaciones, puedo decir que me siento apreciado por primera vez en mucho tiempo. Deseo que llegue el día siguiente, me dirijo a la facultad y allí me los encuentro: grandes personas, tan inmensas que cuesta imaginárselo... me encanta escuchar y ser escuchado, disfruto dando consejos y que me los den, me contenta pensar en dedicar minutos y horas hablando sin parar. Soy feliz pensando en que hay personas dispuestas a compartir sus secretos conmigo y aún lo soy más cuando soy consciente de que puedo confiar en ellos para cualquier cosa.
Cuando llegan las dos de la tarde, después de horas de estar con ellos soportando tediosas horas teóricas y agotadoras prácticas, llego a casa y al conectar el ordenador veo que hay un foro sin el cual no podría vivir el día a día como lo vivo. Me río, comparto opiniones, y hablo con gente de la que solo conozco a través de un monitor, pero que confío plenamente en ellas.
Dos mundos diferentes, bonitos y enriquecedores. Sé que gracias a ellos podría atravesar todas las barreras que se pusieran en mi camino. ¿Qué haría sin su presencia? Es ahora cuando me doy cuenta de que sin la amistad sería imposible vivir.
Aunque no es muy usual en mí, aquí estoy, escribiendo a mano y con el ordenador apagado. No oigo el murmullo del ventilador, todo está más en silencio que de costumbre.
Frente a mí está la ventana que da a la ruidosa calle, los coches van de aquí para allá sin parar, sonidos estridentes del claxon, frenazos y más pitidos, discusiones... en resumen, un día normal y corriente en la gran ciudad. El hecho de estar en un sexto no me impide escuchar todos estos sonidos incómodos, sino todo lo contrario.
Miro a mi derecha y me encuentro una postal que reza: “Souvenirs de Paris”, con siete pequeñas imágenes de ese hermoso lugar del país vecino: el Arco del Triunfo, la catedral de Notre Dame, la pirámide del Louvre... qué bonito es descubrir mundo, y cómo me gustaría viajar sin restricciones de ningún tipo.
Doy la vuelta a la postal y leo esas siete líneas que me ha dedicado una gran amiga de mi facultad. Cuando recibí este detalle no me lo esperaba para nada, y para mí tiene más significado que otros grandes regalos más materiales. No me canso de leer esas líneas, puedo decir que tengo una amiga y por ello me siento afortunado.
Pero ahora estoy feliz... si me entretuviera en explicarlo quizá no todos me entenderían... por fin me siento a gusto con la gente de alrededor, y reconozco que no me sentía así desde mis años de primaria; quizá debido a que me cambié de ciudad siendo muy joven, quizá a la introversión que padecí años atrás, no lo sé, pero ahora me noto cambiado, y pese a las dificultades que sufro debido a mis obligaciones, puedo decir que me siento apreciado por primera vez en mucho tiempo. Deseo que llegue el día siguiente, me dirijo a la facultad y allí me los encuentro: grandes personas, tan inmensas que cuesta imaginárselo... me encanta escuchar y ser escuchado, disfruto dando consejos y que me los den, me contenta pensar en dedicar minutos y horas hablando sin parar. Soy feliz pensando en que hay personas dispuestas a compartir sus secretos conmigo y aún lo soy más cuando soy consciente de que puedo confiar en ellos para cualquier cosa.
Cuando llegan las dos de la tarde, después de horas de estar con ellos soportando tediosas horas teóricas y agotadoras prácticas, llego a casa y al conectar el ordenador veo que hay un foro sin el cual no podría vivir el día a día como lo vivo. Me río, comparto opiniones, y hablo con gente de la que solo conozco a través de un monitor, pero que confío plenamente en ellas.
Dos mundos diferentes, bonitos y enriquecedores. Sé que gracias a ellos podría atravesar todas las barreras que se pusieran en mi camino. ¿Qué haría sin su presencia? Es ahora cuando me doy cuenta de que sin la amistad sería imposible vivir.
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Me he dado cuenta de que esta prueba es muuuuy abstracta. Me explico: cuando leí la idea por primera vez, en época de exámenes, me entraron ganas de escribir sobre la libertad. Si me hubiera pillado hace una semana sería del amor. Pero como lo he escrito hoy mismo, me ha salido del alma el tema de la amistad.
Ha sido muy buena idea la prueba, Jangel. Enhorabuena.
Ha sido muy buena idea la prueba, Jangel. Enhorabuena.
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Lo importante de una idea, para que sea buena, es llevarla a cabo. Y eso lo estamos haciendo entre todos, una vez más, como cualquier otra actividad de este taller (ése era su objeto).
Leerte me ha animado a practicar el mismo ejercicio. He tomado el bolígrafo y un papel "casi en blanco" para anotar unas palabras. Creo recordar que no lo hice antes. Así que me tocaba:
Dolor de cabeza. Tremendo, apenas puedo moverla sin que lo sienta, subiendo por el cuello hasta la sien. El bolígrafo se desliza, mientras aún estoy pensando en las reflexiones de Takeo sobre el desenlace de mi último relato, sobre la insistencia de Lucía para darle un final diferente. Claro, pienso, pretendía ser una fábula, ¿no le faltaba entonces la moraleja? Distinto habría sido de haberlo llamado "cuento".
Bajo estas líneas, el dibujo de una sección de hipercubo, esa representación conocida de un hipercubo que no es un hipercubo, sino la intersección de un hipercubo con nuestro espacio tridimensional (un cubo dentro de otro). Me viene la imagen de un cubo, un dado blanco con sus puntos negros en cada cara. ¿No nos imaginamos siempre la cara con los cinco puntos? ¿Se deberá a algún juego menal del subconsciente? No lo sé, pero me lo imagino en manos de Dios, contradiciendo a Einstein.
Leerte me ha animado a practicar el mismo ejercicio. He tomado el bolígrafo y un papel "casi en blanco" para anotar unas palabras. Creo recordar que no lo hice antes. Así que me tocaba:
Dolor de cabeza. Tremendo, apenas puedo moverla sin que lo sienta, subiendo por el cuello hasta la sien. El bolígrafo se desliza, mientras aún estoy pensando en las reflexiones de Takeo sobre el desenlace de mi último relato, sobre la insistencia de Lucía para darle un final diferente. Claro, pienso, pretendía ser una fábula, ¿no le faltaba entonces la moraleja? Distinto habría sido de haberlo llamado "cuento".
Bajo estas líneas, el dibujo de una sección de hipercubo, esa representación conocida de un hipercubo que no es un hipercubo, sino la intersección de un hipercubo con nuestro espacio tridimensional (un cubo dentro de otro). Me viene la imagen de un cubo, un dado blanco con sus puntos negros en cada cara. ¿No nos imaginamos siempre la cara con los cinco puntos? ¿Se deberá a algún juego menal del subconsciente? No lo sé, pero me lo imagino en manos de Dios, contradiciendo a Einstein.
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Aquí dejo mi contribución al taller literario. He escrito éstas líneas siguiendo los pasos sugeridos por Jangel. Prácticamente, es lo primero que se me ha ocurrido. Lo he hecho con espontaneidad, sin seguir ninguna estructura.
Cuando noto que la monotonía me aburre, siento que he de olvidar lo que me rodea y lo que aletarga mi sentido. Para ello, me dejo llevar por la fuerza del pensamiento, y voy más allá. Siempre hay lugares mejores que el que uno está en un momento dado. Un bosque lleno de árboles, aburrido a primera vista puede proporcionar sentimientos de bienestar al que se halla forzado a sacrificar su talento sólo para que una cuenta de beneficios del balance de una empresa cuadre.
Cuando noto que la monotonía me aburre, siento que he de olvidar lo que me rodea y lo que aletarga mi sentido. Para ello, me dejo llevar por la fuerza del pensamiento, y voy más allá. Siempre hay lugares mejores que el que uno está en un momento dado. Un bosque lleno de árboles, aburrido a primera vista puede proporcionar sentimientos de bienestar al que se halla forzado a sacrificar su talento sólo para que una cuenta de beneficios del balance de una empresa cuadre.
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fl_fernando
- No puedo vivir sin este foro
- Mensajes: 893
- Registrado: 10 Feb 2006 19:25
- Ubicación: Guayaquil-Ecuador
jeje, cuanto paso desde que lei esto, no? muy mala memoria la mía
A ver, veamos, escribo ahora porque si no, se me olvida como la vez anterior
no pienso en nada... realmente no pienso en nada. Solo sé que estoy escribiendo, sintiendo el golpear de mis dedos en el teclado por cada letra que conforman las palabras que invaden mi conciencia. Pienso... o más bien sigo pensando. Sigo pensando en el lugar de donde vienen todas estas palabras. Mi cerebro? o será mi alma?. Abro los ojos, corrijo las faltas ortógráficas y de tipeo, y por último me sorprendo. No es un relato lo que he escrito, ni muchos menos una bella obra de arte. Estos so mis pensamientos.
WAO, me gustó este ejercicio. No sé por qué no lo intenté antes. Tuve que parar porque sino me la pasaría escribiendo en cosas que no les interesaría leer. Pero me di cuenta de algo. Pienso tanto en tan poco tiempo, pero no me detenía tanto tiempo para escuchar.
Haré esto más seguido
Saludos
fl_Fernando
pd, esta vez ayudaré para que este hilo no muera
A ver, veamos, escribo ahora porque si no, se me olvida como la vez anterior
no pienso en nada... realmente no pienso en nada. Solo sé que estoy escribiendo, sintiendo el golpear de mis dedos en el teclado por cada letra que conforman las palabras que invaden mi conciencia. Pienso... o más bien sigo pensando. Sigo pensando en el lugar de donde vienen todas estas palabras. Mi cerebro? o será mi alma?. Abro los ojos, corrijo las faltas ortógráficas y de tipeo, y por último me sorprendo. No es un relato lo que he escrito, ni muchos menos una bella obra de arte. Estos so mis pensamientos.
WAO, me gustó este ejercicio. No sé por qué no lo intenté antes. Tuve que parar porque sino me la pasaría escribiendo en cosas que no les interesaría leer. Pero me di cuenta de algo. Pienso tanto en tan poco tiempo, pero no me detenía tanto tiempo para escuchar.
Haré esto más seguido
Saludos
fl_Fernando
pd, esta vez ayudaré para que este hilo no muera
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