Fanfics de Vampiros sureños

Espacio en el que encontrar los relatos de los foreros, y pistas para quien quiera publicar.

Moderadores: kassiopea, Megan

Avatar de Usuario
Albabooks
Vivo aquí
Mensajes: 15527
Registrado: 19 Ago 2007 17:32

Re: Fanfics de Vampiros sureños

Mensaje por Albabooks »

Jacob Cora escribió:[
persephone escribió:Por lo demás, Jacob tienes unos puntazos tremendos al escribir, me encanta :60:
Gracias :oops: :60:
:beso: :beso:

Hacía mucho que no estaba tan enganchada a algo, te mereces un premio, de verdad. :60: :60:
1
Avatar de Usuario
Jacob Cora
Fuera de serie
Mensajes: 12138
Registrado: 09 Ago 2006 15:16
Contactar:

Re: Fanfics de Vampiros sureños

Mensaje por Jacob Cora »

Capítulo 10: Dance. Drain. Dig - Parte 3

Shreveport. Luisiana

Casi una semana después, Eric sólo se había comunicado con ella para decirla a qué hora salía su avión. No sabía qué meter en la maleta y empezaba a ponerse un poco nerviosa. No quería hacer el ridículo en una fiesta de gala. Por su cabeza pasó la idea de que el vampiro simplemente se estaba burlando de ella, pero quiso descartarla casi de inmediato. Alice miró la hora y tuvo que salir corriendo hacia el aeropuerto.

Una vez allí, se quedó pálida cuando un responsable del lugar la llevó a una sala apartada. Se sintió como una delincuente, sobre todo por las extrañas miradas de los demás usuarios del aeropuerto. No era la primera vez que la pasaba algo así. Al parecer, su cara era muy similar a la de una peligrosa terrorista internacional y de vez en cuando tenía problemas a la hora de viajar. Procuró no pensar en que tenía mala suerte y se dedicó a entretenerse con ensoñaciones felices. Media hora después, un agente de seguridad con cara de pocos amigos pidió que la siguieran. Alice tragó saliva y así lo hizo.

Fue literalmente escoltada a una pista del aeropuerto, donde un avión privado la estaba esperando. Ella supuso que era un error, pero insistieron en que era aquello lo que el señor Northman había reservado. Cuando entró en el mismo, casi se cae de culo ante las comodidades. Era todo para ella solita, así que se sentó en un cómodo sofá.

- ¿Puedo ofrecerla algo? –preguntó un simpático y guapo auxiliar de vuelo.
- Supongo que un té estaría bien, gracias.

El chico sonrió y se ausentó. No tardo mucho en servirla un té en la porcelana más lujosa que había visto Alice. Además, dejó un cuenco con fresas en la mesita auxiliar.

- No, gracias, no tengo hambre.
- Ha sido un encargo del señor Northman.

La cara de Alice empezó arder de vergüenza y sólo pudo asentir con la cabeza. El auxiliar de vuelo dijo con voz dulce que podría llevárselas si quería, pero ella no respondió. El chico volvió a sonreír y abandonó la zona donde estaba la pasajera. No pudo evitar fijarse en los cuartos traseros de él cuando se dio la vuelta. Aquello empezaba a parecerla un plan del vikingo para caldearla antes de encontrarse en Los Ángeles.

El viaje fue mucho más corto de lo que la hubiera gustado y apenas pudo despedirse del atento auxiliar de vuelo; pues nada más bajar del avión, fue recogida por un lujoso coche negro con los cristales tintados. No tardó mucho en llegar al hotel. Era uno de aquellos lugares en los que la hubieran subido a hombros hasta el último piso si así lo hubiera pedido. Ser tratado como una Reina era algo a lo que podría acostumbrarse con rapidez.

- Soy Alice Brandon –dijo a la recepcionista- Creo que Eric Northman ha reservado una habitación para mí.
- Sí, un momento –consultó el ordenador- Aquí está. La suite matrimonial –la dio una llave electrónica.
- ¿Qué? –la voz de Alice tembló un poco- Debe ser un error…
- No, lo siento. Fue bastante explícito –volvió a mirar el ordenador- Si quiere puedo…
- No, gracias. Ya lo aclararé con él.

Un botones cogió su maleta y la acompañó hasta su habitación. Casi se disloca la mandíbula al verla. ¡Era más grande que su piso! El empleado dejó el equipaje a la entrada e hizo el amago de irse.

- ¡¡Espere!! –dijo Alice más alto de lo que quería mientras sacaba la cartera.
- ¡No, no! –el botones sonrió- El señor Northman ya ha cubierto todas las propinas. Insistió en que usted no pagase nada.

Alice no supo que decir sobre aquello y le dejó marcharse. La suite estaba formada por tres cuartos: un moderno salón, una enorme habitación con sistema anti – solar y un cuarto de baño que cegaba de lo brillante que era. Deshizo la maleta y se tumbó en la cama. Era el mejor colchón que había probado en su vida. Se sentía como una niña pequeña en el regazo de sus padres. Sólo se levantó cuando llamaron a la puerta.

Al principio pensó que sería Eric; pero, al abrir, se encontró con una señora que la dio una caja y una funda con un traje. Colgó el traje en el armario y lo cotilleó. Sin duda, sería el que iba a usar el vampiro en la fiesta. Algo nerviosa, abrió el otro paquete. De su interior extrajo el vestido azul más bonito que había usado jamás. Claro que, a lo largo de su vida no había tenido muchas ocasiones de usar vestimenta elegante. Sin ponérselo, se puso delante de un espejo con él y se imaginó llevándolo puesto. Lo que veía en el reflejo la gustaba bastante y no pudo evitar sonreír de alegría. Lo guardó con mucho cuidado y volvió a tumbarse en la cama. Iba a esperar despierta al vampiro, pero el sueño la venció antes de que diese señales de vida.

--*---*--

Alice se despertó con el primer rayo de sol y, por un extraño impulso, corrió a oscurecer los cristales. Con el corazón aún latiendo por el susto, se dio cuenta de que Eric todavía no había llegado. Encendió su móvil, pero no había ningún mensaje. Sabía que no debería preocuparse por él, pero bajó a la recepción y preguntó si había dejado algún mensaje. La mujer detrás del mostrador respondió negativamente. Con la intención de no darle más vueltas, pidió que la subieran el desayuno a la habitación.

El resto del día estuvo lleno de lujos. A media mañana, el mismo chófer del aeropuerto la fue a buscar al hotel para llevarla de compras. Alice no tenía intención de gastarse nada, pero fue informada de que el señor Northman la había dado un crédito de 6.000 dólares para que se los gastase esa tarde. Sin duda, el vikingo sabía cómo agradecer un favor. Se probó y compró artículos que en otro momento hubiera considerado caprichos demasiado caros, pero que ese día casi eran baratijas. Al fin y al cabo, era de lo más barato que había en las tiendas a las que la llevó el chófer. Por no hablar del extraño placer que la produjo curiosear los mismos trapitos que segundos antes se había probado la mismísima Angelina Jolie.

Para cuando volvió al hotel, ya había empezado a anochecer y Eric seguía sin dar señales de vida. Quedaban poquitas horas para que comenzara la fiesta y Alice temió que la hubiese dejado tirada.

--*---*--

Una pareja de novios adolescentes corría por el prado mientras el sol empezaba a ocultarse. Reían de felicidad y excitación, mientras buscaban un lugar algo más íntimo donde poder dedicarse el uno al otro con más libertad. Cuando encontraron el lugar apropiado, se robaron besos durante la torpe y apresurada tarea de quitarse la ropa. Se tumbaron desnudos en el suelo, a pesar de que la tierra estaba removida. Ella se puso encima de su novio. Éste la besaba apasionadamente mientras la acariciaba la cabeza y los hombros. La chica gimió de gusto cuando una varonil mano apretó una de sus nalgas.

- Tienes las manos muy frías –dijo ella entre risas- Me estás congelando el culo.

Él paró de besarla y le mostró las manos. Ya no la estaba tocando, pero ella seguía sintiendo el contacto en sus cuartos traseros. Ambos se quedaron paralizados por el miedo, cuando una cabeza emergió de la tierra. Una cabeza que iba seguida del cuerpo desnudo de lo que parecía un dios nórdico.

- Ups, ¡qué terrible coincidencia! –dijo Eric pícaramente mirando la mano que tocaba a la chica.

Se puso completamente de pie sin pudor alguno. Estaba totalmente cubierto de manchas de tierra, lo que aumentaba su exotismo a ojos de la excitada mujer. Con una sonrisa traviesa, se acercó a un árbol hueco y sacó su ropa. Se vistió lentamente y rescató la maleta que guardaba en el mismo sitio. Se despidió con un ligero cabeceo de la pareja de humanos y salió volando.

- ¿Te ha cortado el rollo? –preguntó el novio hastiado.
- ¡En absoluto! –y liberó el fuego que estaba a punto de consumirla por dentro.

En pleno vuelo, Eric consultó la hora. No iba muy bien de tiempo y temía que Alice se marchase harta de de esperar. Su plan había sido llegar el día anterior, pero unos asuntos en Shreveport le habían ocupado más tiempo del que pensaba. Para colmo, se le había echado el día encima y tuvo que enterrarse para dormir.

Cuando divisó la ciudad de Los Ángeles, aceleró para apurar aún más el tiempo. Entró como una exhalación por la puerta del hotel y no dejó de planear hasta que estuvo dentro del ascensor. Sabía cuál era su habitación, así que subió allí directamente. Golpeó un par de veces a la puerta y esperó a que la humana abriese.

- ¿Eric? –dijo Alice mirándolo de arriba abajo.
- El mismo –su blanca sonrisa contrastó aún más en su sucia cara- Necesito una ducha.
- Ya veo. Pero yo también y quedan menos de dos horas para el comienzo de la fiesta.

El vikingo entornó los ojos y agarró a Alice por la muñeca. La condujo hasta el baño y empezó a quitarse la ropa.

- ¿Qué haces? –se dio la vuelta para no verle.
- No me ha crecido nada nuevo desde la última vez –dijo el vampiro algo aburrido- Ya lo has visto todo.
- Pero…
- Tenemos que ahorrar tiempo, ¿no?

Se acercó a ella y la desvistió en un tiempo récord. La cogió por la cintura y se metieron juntos en la ducha. Alice estaba paralizada y no sabía qué hacer. Por suerte, la bañera era gigantesca y pudo poner una generosa distancia de seguridad. Intentando ignorar su presencia, empezó a enjabonarse.

- ¿Te gustó el azafato? –preguntó Eric mientras se frotaba el pelo enérgicamente- ¿Aprovechaste el vuelo? –sus ojos chispearon como si fuese un demonio.
- ¿De qué estás hablando? –dijo ella tímidamente sin mirarle.
- Lo elegí expresamente para ti. Supuse que te gustaría.
- Pero, ¿qué te piensas que soy? –no pudo evitar acalorarse- ¿Una devora – hombres?
- Humanos –suspiró resignado- Una vida tan corta y son incapaces de disfrutarla…

Eric empezó a acercarse a ella clavándola sus intensos ojos azules. Alice se apretó contra la pared de la ducha, algo incómoda por la postura de macho alfa que había adoptado el vampiro. Su corazón se aceleró y sólo pudo cerrar los ojos cuando lo tenía a escasos centímetros. Sintió como el cuerpo de él la tocaba, pero duró menos que un parpadeo. Sorprendida, abrió los ojos y vio que Eric simplemente había cogido la manguera de la ducha para aclararse. Sonreía maliciosamente ante la notable rojez de la cara de ella.

Pero su cruel jueguecito no había terminado, pues la suplicó que le frotara la espalda; ya que él no llegaba. Alice se tuvo que esmerar con la esponja para sacar toda la roña y el vampiro no dejó de emitir eróticos gemidos durante el proceso. Cuando ella terminó aquella tarea, Eric insistió en hacer lo propio. Se negó, pero el vikingo no aceptó la respuesta y lo hizo igualmente. Excepto que él recorrió un terreno más amplio que simplemente la espalda. Una vez limpios, salieron de la ducha y se secaron.

Alice empezó a cambiarse en la habitación, mientras Eric hacía lo mismo en el salón. El vestido azul la sentaba como un guante. Parecía confeccionado a medida para ella. Al parecer, el vikingo tenía muy buena memoria para la anatomía femenina. Tenía unos zapatos a juego, pero se dio cuenta de que ninguna de sus joyas estaba a la altura. Como leyendo sus pensamientos, el vampiro apareció detrás suyo. Ya se había vestido completamente y estaba para comérselo con aquel traje gris y la melena al viento. Deslizó un delicado colgante de oro blanco por su cuello y se lo abrochó. También la regaló unos pendientes a juego, que se los puso inmediatamente.

Mientras ella hacía aquello, Eric la cogió un pequeño mechón de pelo e hizo una trenza a un lado de su cabeza. Hizo lo mismo al otro y unió las dos con un hilo de oro blanco de la que colgaba un Martillo de Thor del mismo metal. Alice se miró el extraño recogido y se dio cuenta de que hacía pareja con el que llevaba el vampiro colgado del cuello.

- No se puede decir que esté de moda –comentó ella mirándose el pelo.
- Debería estarlo todo aquello que embellece a una mujer –ofreció su brazo a Alice- Vamos, tenemos una fiesta a la que asistir.
Avatar de Usuario
Felicity
Comité de bienvenida
Mensajes: 50578
Registrado: 28 Jul 2006 11:52
Ubicación: My soul is in Eire. Me, in Eivissa
Contactar:

Re: Fanfics de Vampiros sureños

Mensaje por Felicity »

He de reconocer, que esta es una de las escenas del Vikingo de Jacob que más me gusta.

Alice tratara como una Reina. y encima disfrutando de un sexo en la ducha de lo más tierno... :)

Como creo que el Vikingo no va a quedarse con la Brandon. Propongo que le tengas preparada una sorpresita a mi Alice para acabar con un "Final Feliz" :lista: :lista:


Empieza la fiestaaaaaaaaaaaaaaaa
Recuento 2024
Nos pasamos años sin vivir en absoluto, y de pronto toda nuestra vida se concentra en un solo instante (Oscar Wilde)
Avatar de Usuario
Jacob Cora
Fuera de serie
Mensajes: 12138
Registrado: 09 Ago 2006 15:16
Contactar:

Re: Fanfics de Vampiros sureños

Mensaje por Jacob Cora »

persephone escribió:Hacía mucho que no estaba tan enganchada a algo, te mereces un premio, de verdad. :60: :60:
:oops: :oops: :60: :60:

Este ha sido un cacho de transición para meter a Alice y Eric en la fiesta.

El famoso auxiliar de vuelo se llama Ashton y para este tenía claro su aspecto. Elegi al actor C.J. Thomason debido a los comentarios de Alice durante su visionado de la serie Harper's Island.

Imagen

Imagen

Imagen

Imagen

Imagen


Ashton volverá a salir... :roll: :roll:
Avatar de Usuario
masako
Vivo aquí
Mensajes: 15443
Registrado: 25 Jul 2009 10:31
Ubicación: Norte

Re: Fanfics de Vampiros sureños

Mensaje por masako »

Me gusta esta parte donde Eric hace de " hada madrina " de Cenicienta-Alice :) . Se porta muy bien con ella y por lo menos, esta merecia este despliegue de atenciones. Con la mala suerte que tiene la pobre, le tocaba algo bueno para variar...De todos los personajes es la que mas se lo merecia, así que le perdono lo de Pam :lol: .
...ya es mala suerte que la confundan a una con una terrorista peligrosa en los aeropuertos :lol: ...

Jacob no dejas de sorprendernos con tus ocurrencias.
Esta frase del vikingo...sin comentarios Imagen
- No me ha crecido nada nuevo desde la última vez –dijo el vampiro algo aburrido- Ya lo has visto todo.

Imagen...este vikingo no cambiará :lol: ...

Llegamos a la fiesta, esto se pone interesante...
:101: Vida mortal e inmortal de la niña de Milán - Domenico Starnone
Avatar de Usuario
Jacob Cora
Fuera de serie
Mensajes: 12138
Registrado: 09 Ago 2006 15:16
Contactar:

Re: Fanfics de Vampiros sureños

Mensaje por Jacob Cora »

Felicity escribió:Como creo que el Vikingo no va a quedarse con la Brandon. Propongo que le tengas preparada una sorpresita a mi Alice para acabar con un "Final Feliz" :lista: :lista:
:lol: :lol: Si Sookie no existiese, te aseguro que Eric y Alice no saldrían de la cama :D Pero bueno, nadie es perfecto... Sí, Alice tendrá lo que se merece :roll:
masako escribió:Imagen...este vikingo no cambiará :lol: ...
:lol: Si en mil años no lo ha hecho...
Avatar de Usuario
Clarisa
Vivo aquí
Mensajes: 8234
Registrado: 20 Nov 2009 14:04
Ubicación: Escondida en una pequeña biblioteca

Re: Fanfics de Vampiros sureños

Mensaje por Clarisa »

He de reconocer que aquí el vikingo está encantador
Tan dulce, tan simpaticote, tan divertido.... pero
Una cabeza que iba seguida del cuerpo desnudo de lo que parecía un dios nórdico.
¿No crees que aquí te has pasado un poco? Exagerao' :lol: :lol:
- No me ha crecido nada nuevo desde la última vez –dijo el vampiro algo aburrido- Ya lo has visto todo.
:meparto: :meparto:
Has vuelto a arrancarme una carcajada :cunao:

Y ahora, a esperar la fiesta Imagen
1
Avatar de Usuario
M.Isabel
Foroadicto
Mensajes: 4798
Registrado: 30 Jun 2009 12:18

Re: Fanfics de Vampiros sureños

Mensaje por M.Isabel »

Jacob Cora escribió:- Tienes las manos muy frías –dijo ella entre risas- Me estás congelando el culo.

Él paró de besarla y le mostró las manos. Ya no la estaba tocando, pero ella seguía sintiendo el contacto en sus cuartos traseros. Ambos se quedaron paralizados por el miedo, cuando una cabeza emergió de la tierra. Una cabeza que iba seguida del cuerpo desnudo de lo que parecía un dios nórdico.

- Ups, ¡qué terrible coincidencia! –dijo Eric pícaramente mirando la mano que tocaba a la chica.
Ayyy dios :meparto: ya no me acordaba de esta parte :meparto: :meparto:
Me encanta tu sentido del humor :lol:

Alice es toda atenciones por parte del vikingo, no se quejará, no. Si te soy sincera la forma en que trata Eric a Alice me recuerda a las escenas Sookie-Eric de la serie, que envidia 8)
“Una de las trampas de la infancia es que no hace falta comprender algo para sentirlo. Para cuando la razón es capaz de entender lo sucedido, las heridas en el corazón ya son demasiado profundas.”
Avatar de Usuario
leonita
Vivo aquí
Mensajes: 11319
Registrado: 26 Ago 2009 07:54
Ubicación: En una Cuesta

Re: Fanfics de Vampiros sureños

Mensaje por leonita »

Me acabo de leer los tres último trozos, así que te haré un comentario muy breve:

-Me encantó lo de las garras de plata, muy Zarek :lol:

-Te pasas un huevo con Bill aunque me encanta los cortes que le da Sookie a él y a Eric. Si tú escribieras la saga de vampiros sureños, seguro que me gustaba Sookie.

-Phoenix me recuerda a un cazador oscuro. Creo que la Kenyon nos tiene sorbido el seso :boese040:

-Me gusta mucho esa princesa vampira tan chic :lol:

-Me encantan los dialogos Eric- Pam y que el papel de hada madrina que hace Eric con Alice.

Te quería comentar más cosas pero ahora no me acuerdo :meditando:
1
Avatar de Usuario
Albabooks
Vivo aquí
Mensajes: 15527
Registrado: 19 Ago 2007 17:32

Re: Fanfics de Vampiros sureños

Mensaje por Albabooks »

Que tierno Eric!! Yo quiero que me hagan lo que a Alice! xDDD

Creo que Hades te agradece mucho las escenas que pones, me dejan con muchas ganas de que llegue el finde :twisted: :twisted: Y eso él lo aprovecha xDDD

Tienes un sentido del humor único y especial Jacob, tus fics son frescos y livianos, nada cargantes o pesados. :wink:
1
Avatar de Usuario
SHardin
Foroadicto
Mensajes: 3809
Registrado: 20 Dic 2007 15:46
Ubicación: Lejos de ti...

Re: Fanfics de Vampiros sureños

Mensaje por SHardin »

Saludos. Me acabo de descargar todo lo que me falta por leer que voy un poco atrasado y tengo ganas de ponerme al día que me quede en el capitulo 8.
1
Avatar de Usuario
mina harker
Vivo aquí
Mensajes: 6949
Registrado: 01 Ago 2008 14:14
Ubicación: Entre el crepusculo y el alba....

Re: Fanfics de Vampiros sureños

Mensaje por mina harker »

Lo que me he vuelto a reir! :lol:
Jacob tu Eric es genial!!

Y me encanta Alice!Que dulce que es con ella el vikingo!!
1
Avatar de Usuario
Jacob Cora
Fuera de serie
Mensajes: 12138
Registrado: 09 Ago 2006 15:16
Contactar:

Re: Fanfics de Vampiros sureños

Mensaje por Jacob Cora »

Capítulo 10: Dance. Drain. Dig - Parte 4

Los Ángeles. California

El baile se iba a celebrar en una zona muy exclusiva de la ciudad, cosa que denotaban las lujosas viviendas que empezaron a dejar a sus espaldas. A la fiesta les llevó el mismo chófer que había atendido a Alice desde que llegó a la ciudad. No tardaron mucho en personarse en el lugar del acto, donde ya se podía ver una gran actividad vampírica. Eric fue el primero en bajar y ayudó a la humana a apearse del vehículo.

- Hay algo que no te he dicho –dijo el vikingo mientras iban a la entrada- La anfitriona es amiga de que la profesen un trato diferencial al resto. Espero que no te importe hacer una pequeña reverencia en su presencia.

Alice no dijo nada, pues aquello no era lo único que Eric se había olvidado contarla. Un enorme cartel a la entrada indicaba que la fiesta era un Baile.

- No me dijiste nada de bailar –le acusó- Soy un poco torpe –dijo en voz baja, aunque rodeada de vampiros era un gesto absurdo.
- Seguro que lo haces genial –sonrió- Además, soy un gran guía.

Cogidos del brazo, se dirigieron a la zona de preferencia donde estaba Felicity recibiendo a sus invitados. Eric prefirió a que terminara con todos para acercarse a ella. Ella lo miró con el ceño fruncido, pero no se movió de su diván. A ambos lados de la anfitriona, había dos gemelos que la estaban sirviendo de cojines. Iban vestidos de negro de manera informal y contrastaban con el blanco del traje de la vampiresa. Sólo cuando estuvieron a un metro de distancia, se levantó para recibirles.

- Eric Northman –dijo Felicity sin ocultar su desagrado- ¿Has venido a estropearme la fiesta?
- He venido a disfrutarla, pero tenemos que hablar.
- ¿Quién es tu amiguita? –dijo mirando a Alice de arriba abajo. La humana hizo la reverencia de turno.
- Alice Brandon, educadora infantil y feroz amante –Alice no pudo evitar sonrojarse y lanzar un lastimoso gemido- ¿Podemos hablar en privado?
- Está bien –miró a los gemelos- David y Daniel cuidarán de ella en tu ausencia.

Eric soltó el brazo de Alice y la prometió volver lo antes posible. Los gemelos se la habían quedado mirando y la ofrecieron un hueco en el diván. Juraría que los había visto en algún cartel publicitario, pero no conseguía ubicarlos. Eran dos buenos especímenes: casi tan altos como el vikingo, corto pelo negro y brillante, rasgos muy masculinos y la ropa ajustada marcaba un físico que no estaba nada mal. Aunque eran sus ojos donde residía su mayor atractivo. Eran de un verde intenso que evocaban sinceridad, inocencia y melancolía. Era como si pudieran hechizar a una mujer con sólo mirarla. El único rasgo diferenciador era el pequeño trazo de un tatuaje que se divisaba en sus cuellos. Uno lo tenía a la derecha y el otro, a la izquierda.

Aunque Felicity no había especificado el trato, ellos actuaron como si de la misma anfitriona se tratase. David la apoyó en su cuerpo y comenzó a ofrecerla unas jugosas uvas que metía con delicadeza en su boca. Reposó sus pies sobre Daniel, quien la descalzó y comenzó a hacerla un masaje no solicitado. Parecían tan conformes con aquello, que Alice prefirió no decir nada.

- ¿Eres profesora? –preguntó uno de ellos.
- Sí, desde hace poco –dijo tras tragar una uva.
- Trátalos a todos igual –Alice sintió en su cabeza el suspiro nervioso de David- Sin importar cómo sean.
- Claro, eso es básico en mi labor…

Se fijó en que Daniel tenía la mirada clavada en el suelo y el gesto pensativo, como si estuviera rememorando algo no demasiado agradable. Mientras tanto, a unos cuantos metros de distancia, Felicity y Eric seguían con su conversación.

- Eres un paranoico –ella sonrió y saludó con la mano a un invitado- Un puñado de mocosos humanos contra una treintena de los mejores vampiros. Te infravaloras.
- Tú eres la que está subestimando la capacidad de Fellowship of the Sun –apretó los dientes- Deberías avisar al resto.
- ¡¡Ni hablar!! –ella no se amedrentó- Además, según tengo entendido, últimamente te encuentras mucho con esos fanáticos; pero siempre sales ileso.
- ¿Qué insinúas? –convocó a toda su paciencia.
- Sólo aportaba hechos. Tú sabrás lo que escondes –sonrió y volvió a su diván.

Eric prefirió ignorar las acusaciones de colaboracionismo y se llenó de calma. Volvió junto a Alice, quien parecía estar pasando un gran momento. No pudo evitar la punzada de celos que sintió al verla rodeada de dos humanos tan atractivos. Aunque, fijándose bien, el salón estaba lleno de humanos considerados bellos. Estaba demasiado acostumbrado a destacar y, aquella noche, era uno más.

- Alice, dejemos a la princesita en su mundo de fantasía y vayamos a bailar –fulminó con la mirada a Felicity, que no se inmutó.
- ¿Qué podría salir mal, Eric? –dijo ella mientras se acomodaba entre los gemelos.

--*---*--

Jonas consultó una vez más su plano. Sabía que aquella era la mansión y, desde allí, podía oír la música de la fiesta. A buen paso, se dirigió al punto previamente seleccionado y se descolgó la mochila con cuidado. Extrajo un potente artefacto explosivo, que montó con precisión para hacer el mayor daño posible al lugar.

Consultó la hora y programó la cuenta atrás. Aquello daba por finalizado el cuarto punto de su lista. El quinto, y el más peligroso, se iniciaría en cuanto Fellowship of the Sun atacase. Su plan podría tener fisuras, pero ya no había marcha atrás. Todo dependía de que el destino le concediese un poquito de suerte.

--*---*--

Alice y Eric fueron a la pista central, pasando por las mesas de comida. El vikingo probó algo que parecía gelatina de sangre sintética, pero tuvo que escupirlo en una papelera. Para quitarse el mal sabor de boca, llamó con un dedo a una alta pelirroja con la pegatina AB+ en su pecho. Tras un par de coqueteos que hicieron reír a Alice, el vampiro clavó los colmillos en el cuello de la voluntaria y extrajo un par de sorbos de su preciada sangre.

- Sublime –la dejó marchar, pero siguió con la mirada su movimiento de caderas- Y pensar que estuve a punto de no venir –suspiró tontamente.

Al vikingo se le acercaron una pareja de humanos que Alice no conocía. El hombre, y qué hombre, llevaba colgada al cuello una cámara y sacaba fotos de vez en cuando. La mujer, que se presentó como Amanis, sostenía una copa en una mano y se abrazaba a la cintura de Robert.

- Sí, es mi cuarto ex –dijo Amanis a Eric.

Alice puso los ojos como platos. Para ser su ex, la mujer reposaba su mano muy a gusto en el trasero de él. Aunque el tal Robert no parecía quejarse. Estuvieron charlando durante un buen rato y la pareja recomendó a Eric algunos de los modelos para que los probara. Él asintió agradecido y se despidió, arrastrando a Alice a un lugar menos concurrido para bailar.
Ella no quería, pero oponer resistencia sería un gasto de energía inútil. La apretó contra su cuerpo y la guió durante la canción. No se cortó un pelo en tocar, pero Alice se lo permitió. Al fin y al cabo, la estaba tratando como a un preciado tesoro. Con la cara hundida en su pecho, su aroma corporal la embriagó y sus pasos cada vez eran más seguros. Nunca se hubiera atrevido a bailar en público antes, pero en aquel momento se sentía la más envidiada.

Cuando todo parecía perfecto, se empezaron a oír disparos y gritos. Un viejo vampiro que estaba cerca de ellos recibió una bala de madera en pleno corazón y empezó a desintegrarse. Eric parapetó a Alice detrás de su cuerpo y empezó a empujarla hacia las mesas. Una vez allí, la instó a que se refugiara debajo de ellas. El vikingo miró a todos los lados y vio que los vampiros habían empezado a contraatacar. Hizo una mueca al ver cómo Amanis se afanaba por parar la hemorragia de una bala en el brazo de Robert, pero el caos era demasiado grande para ayudarla. Siguió a su acompañante debajo de la mesa para asegurarse que estaba bien.

- ¿Estás herida?
- ¡¡No!! –estaba temblando por el susto y por la algarabía que se había formado- No pareces demasiado sorprendido por el ataque.
- Aaaah… No, la verdad –la miró inocentemente- Por eso vine, tenía que asegurarme que no ocurriera un desastre.
- ¿Y me arrastraste hasta aquí a pesar de todo? –Alice le dio un débil puñetazo en el brazo más cercano- Escúchame bien, grandullón –empezó a agitar un dedo delante de él- La próxima vez…
- Aparta ese dedo…
- …que se te ocurra algo así…
- El dedo… -su tono de voz se enfrió.
- …olvídate de que la tonta de Alice está disponible y… -Eric atrapó su dedo y se lo retorció- ¡Para, para!
- ¿Tan horribles han sido estos dos días? –soltó su presa.
- ¡Sí! –el vikingo la clavo su penetrante mirada azul- No, ha sido genial; pero deberías habérmelo dicho.
- ¿Hubieras venido de saberlo!
- ¡¡No!! –otra vez la misma mirada acompañada de arqueamiento de cejas- Bueno, sí… A tú lado es imposible no sentirse segura. ¿No deberías salir a ayudar?
- Felicity se tendría merecido un accidente mortal.

La expresión del vampiro cambió totalmente cuando oyó unos pasos cerca de la mesa. Sus colmillos terminaron por adornar su disfraz de depredador y agarró por el tobillo a la persona que andaba por ahí. Arrastró debajo de la mesa a un asustado humano con una camiseta de Fellowship of the Sun comenzó a alimentarse sin contemplaciones de su cuello. Alice desvió la vista para no ver el grotesco espectáculo.

--*---*--

Felicity estaba de pie ante los gemelos mientras su paciencia se diluía poco a poco. No pensaba que sacar a bailar a un chico guapo le fuese a costar tanto trabajo. David y Daniel se miraban el uno al otro con gesto preocupado.

- No puede ser tan difícil. ¿Quién quiere ser el primero en bailar conmigo?
- Es que… -empezó a decir Daniel tímidamente.
- Siempre lo hacemos todo juntos –terminó el otro hermano.
- Pues ahora tenéis que elegir –volvieron a mirarse asustados.

Se dio cuenta de que realmente no sabían qué hacer a continuación. Como si esperasen que alguien más adulto decidiera por ellos. Empezó a cuestionarse si no debería haber elegido otro de los acompañantes que ofrecía Amanis, pero en cuanto se encontraba con aquellos ojos verdes se perdía en su interior. Por desgracia, no les dio tiempo a decidirse.
De repente, una bala de madera pasó zumbando por su oreja y se giró con los colmillos listos para enfrentarse a su oponente. Se había formado un verdadero caos en el lugar. Al menos, media docena de humanos armadas estaban disparando contra todo lo que se movía. No importaba si respiraba o no.

- Tenemos que irnos –dijo llevada por un impulso a Daniel y David.

Ellos no respondieron y cuando se encaró a los gemelos, casi no dio crédito de lo que veía. Estaban aterrorizados, con el gesto desencajado y con aspecto de estar a un paso de echarse a llorar. Se preguntó qué demonios estaba mal en aquellos dos. La mayoría de los asaltantes no les llegaban ni a la cintura y ellos eran muchos más corpulentos. Cualquier hombre de su tamaño se hubiera sentido más seguro en una situación así.

Como ella valía por veinte de ellos, decidió tomar la iniciativa y encargarse de su protección. Los obligó a levantarse y los sacó de allí por una puerta oculta que daba a un callejón. En menos de dos minutos estarían en la seguridad de su mansión. Los gemelos Hughes la seguían silenciosamente, sin emitir ni una sola queja ni proponer ideas. Tras pocos metros recorridos, apareció un hombrecito con una pistola.

- ¡Oh mierda! –dijo el tipo arrojando el arma y poniéndose a correr.

Felicity le alcanzó de un solo salto y lo agarró por el cuello, elevándole en el aire. Lo empotró contra una pared y lo miró amenazadoramente.

- Habéis arruinado mi fiesta –apretó aun más el cuello de su víctima- ¿Qué tienes que decir a eso?

El fanático religioso se limitó a escupirla en la cara y eso terminó de azuzar la ira de la vampiresa. Tiró de su pelo bruscamente hasta que se oyó ha roto y le mordió el cuello. No bebió demasiada sangre, pues ella estaba acostumbrada a manjares más exclusivos y no quería contaminarse. Aún así, tomó la suficiente para mancharse los morros y parte del vestido. Felicity no pudo evitar maldecir ante la visión de las manchas en su atuendo favorito.
Llegaron a la mansión de ella sin más incidentes. Fueron abiertos por un anciano mayordomo que parecía sacado de otra época.

- ¿Ha ocurrido algo, princesa? –dijo mirando con preocupación a su señora.
- Nada de lo que no se estén encargando. Acogeremos a Daniel y David por esta noche.

El mayordomo hizo una reverencia y se marchó. La vampiresa esperaba oír las protestas de cortesía por parte de los hermanos ante su oferta, pero se limitaron a mirar de manera ausente su vivienda. La sangre que había derramado aquella noche la había abierto el apetito y, ante ella, tenía un par de suculentos aperitivos. Se moría de ganas por saber si su sangre revelaría algo de los misteriosos gemelos.

- ¿Sabéis? –pasó pícaramente una mano por el mentón de ellos- Eso de que lo hagáis todo juntos me ha dado una idea –empezó a subir las escaleras- ¡Venid!

Ella les sonrió y siguió subiendo las escaleras. Daniel y David se miraron para interrogarse silenciosamente. Se encogieron de hombros y, sin demostrar emoción alguna, comenzaron a subir las escaleras.

--*---*--

Eric levantó el mantel de la mesa y se asomó. Alice se agarraba las piernas y cuando vio al vampiro se enjugó las lágrimas que la caían por la mejilla. El vikingo sintió una punzada de culpabilidad por haberla hecho pasar un mal rato. ¿En qué estaba pensando? ¿Y si hubiera sido Sookie? ¿Y si algo hubiera salido mal y su querida camarera hubiese terminado herida o muerta? Se amonestó a sí mismo por creerse invencible y por pensar que a su lado nadie podría sufrir. Fue incapaz de mirar a la humana a los ojos, por lo que se limitó a ofrecer su mano para ayudarla a salir.

Cuando salió de debajo de la mesa, la abrazó contra su cuerpo para que no viese lo que la rodeaba. No quería que el último recuerdo de aquella fiesta fueran vísceras, miembros cercenados, sangre y cuerpos en descomposición. En esa posición, deslizó una mano por su espalda y la agarró del trasero sin contemplaciones. La alzó con una sola mano hasta que sus piernas rodearon la cintura de Eric. La llevó hasta el diván, pues era una zona apartada de la matanza, y la tumbó.

- Te mereces una disculpa –dijo con su mejor mirada de corderito.
- No te preocupes, Eric –Alice le acarició una mejilla tiernamente- Estoy bien, sólo ha sido el susto.

El vikingo dibujó una sonrisa inocente y la robó un rápido beso en los labios. Se volvió a erguir y la guiñó un ojo. Se aseguró una vez de que su acompañante se encontrase en perfectas condiciones y se fue a ayudar al resto. Robert, el ex – marido de Amanis, estaba siendo atendido por una vampiresa que ponía mucho empeño en lamerle la herida de bala. Mientras, la organizadora de eventos no se despegaba del móvil.

- ¡Maldita sea! No cogen el teléfono, Roro –se dirigió a Robert con aquel mote que a Eric le pareció un ladrido.
- No le des más vueltas. Seguro que están bien.
- Ya sabes que los gemelos son… especiales.

Especial era un eufemismo para “corto de entendederas”. La preocupación de Amanis no era la de una empresaria por uno de sus activos, sino más bien la de algo parecido a una madre. Eric supuso que Daniel y David se habrían ido con Felicity y no pudo evitar poner una mueca de disgusto. No tenía mucho aprecio por la Sheriff de Los Ángeles y le constaba que ese sentimiento era mutuo. La vampiresa española se había forjado la reputación de convertir a humanos a diestro y siniestro, sin ningún tipo de criterio. La daba lo mismo hombres que mujeres, niños que ancianos… Estaba convencido de que si pedía que levantasen la mano los vampiros de aquella sala convertidos por ella, más de cinco se alzarían. No quiso comentar nada a Amanis, pues no sabía qué planes tenía Felicty para los gemelos.

Visto que su ayuda ya no era necesaria, recogió a Alice y la llevó al hotel. Y, como era el supuesto deseo de la humana, no intentó consolarla como mejor se le daba. En cambio, se quedaron dormidos abrazados el uno al otro.
Avatar de Usuario
leonita
Vivo aquí
Mensajes: 11319
Registrado: 26 Ago 2009 07:54
Ubicación: En una Cuesta

Re: Fanfics de Vampiros sureños

Mensaje por leonita »

¡Ay, pero qué potito es este fic! Me muero de envidia por Alice Brandon :boese040:
1
Avatar de Usuario
masako
Vivo aquí
Mensajes: 15443
Registrado: 25 Jul 2009 10:31
Ubicación: Norte

Re: Fanfics de Vampiros sureños

Mensaje por masako »

Eric por fin se ha dado cuenta de que no es invencible y que ha sido una neglicencia llevar a Alice a la fiesta y pensar en llevar a Sookie :D . Esto esta muy bien, ya que reconoce sus errores y lo hace mas humano. Por cierto, en esa fiesta ante tanto bellezón ya no es el niño bonito :mrgreen:...

Jacob me ha gustado el detalle que has tenido con Felicity. No ya solo por los gémelos, sino por convertir a Felicity en una reina donde Eric es su súdbito, el cual le hace una reverencia y todo Imagen . Para una sureña y encima seguidora de Los Tudor esto le ha tenido que hacer ilusión.

Sigo pensando que esta bien esto de releer lo fics.
- ¿Eres profesora? –preguntó uno de ellos.
- Sí, desde hace poco –dijo tras tragar una uva.
- Trátalos a todos igual –Alice sintió en su cabeza el suspiro nervioso de David- Sin importar cómo sean.
De este diálogo no me di cuenta la primera vez y ahora sabiendo la historia de Daniel y David tiene mas sentido que al principio. Nos vas dando pinceladas de los personajes :D .
Pensaba que ahora tocaba
el momentazo Feli- gémelos.
Seguiremos esperando...
:101: Vida mortal e inmortal de la niña de Milán - Domenico Starnone
Responder