Fanfics de Vampiros sureños

[Felicity]

Pues no había caido en el ello Masako
Por eso le tengo tanto cariño a mi Jacob
además, Este capítulo me gusta. Se empieza a ver que, en el fondo; Felicity siente "algo"
Y se lleva a los gemelos para protegerla.
Y para vivir momentazos como el que viene

Y... Jonas... Ay Jonas

[Clarisa]

No tengo nada nuevo que añadir, Jacob, lo he leído y me ha gustado.
Masako tiene razón, al releerlos vamos descubriendo cosas que antes se nos habian pasado por alto.


- ¿Sabéis? –pasó pícaramente una mano por el mentón de ellos- Eso de que lo hagáis todo juntos me ha dado una idea –empezó a subir las escaleras- ¡Venid!
En qué estarás pensado, Feli

[Felicity]

Te lo puedes imaginar

[mamaje]

Llevo unos dias un pelin liada... pero no creais que no voy leyendo...

[leonita]

Por vuestros avatares veo que la nueva temporada de LOST se acerca

[Jacob Cora]

Por eso le tengo tanto cariño a mi Jacob

Y... Jonas... Ay Jonas

Pobre e incomprendido Jonas...

Llevo unos dias un pelin liada... pero no creais que no voy leyendo...

Sí, ya sé que estás "perdida perdida" Bueno, creo uue vas a acabar antes de que empeice a postear lo nuevo .

Creo que Hades te agradece mucho las escenas que pones, me dejan con muchas ganas de que llegue el finde Y eso él lo aprovecha xDDD

Tienes un sentido del humor único y especial Jacob, tus fics son frescos y livianos, nada cargantes o pesados.

Gracias, persephone por los comentarios.

[Albabooks]

Y cortas el capítulo ahí?! Quiero saber cómo se desarrolla la idea de Felicity!!

[mina harker]

¡Ay, pero qué potito es este fic! Me muero de envidia por Alice Brandon

Creo que casi todas sentimos envidia hacia Alice

Y me encanta Felicity!!
Anda que no es lista ni na!!

[mamaje]

Llevo unos dias un pelin liada... pero no creais que no voy leyendo...

Sí, ya sé que estás "perdida perdida" Bueno, creo uue vas a acabar antes de que empeice a postear lo nuevo .

aparte de eso... es que ya os dije hace un tiempo que me iba a mudar, y mañana ya dormimos en el piso nuevo, y me he comido yo el marron de empaquetarlo todo!

por cierto, tienes idea de para cuando vas a empezar a poner lo nuevo?

[Jacob Cora]

por cierto, tienes idea de para cuando vas a empezar a poner lo nuevo?

Creo que para finales de Febrero o antes

[Felicity]

¡Ay, pero qué potito es este fic! Me muero de envidia por Alice Brandon

Creo que casi todas sentimos envidia hacia Alice

Y me encanta Felicity!!
Anda que no es lista ni na!!

Si vamos, Igualita que la original...

[Albabooks]

Jajaja Feli eres increible tanto en el fanfic como en la vida real.

[mamaje]

por cierto, tienes idea de para cuando vas a empezar a poner lo nuevo?

Creo que para finales de Febrero o antes

uy, entonces esta casi al llegar

[SHardin]

Saludos. Ya he terminado “The day of Reckoning” y “Poorly played” pobre Majame se lo merece, pero pobrecilla. Me ha encantado el juego que se trae Eric con Majame, la única que no se entera pero bueno.
Ahora lo más interesante es saber que pasará con Eric y Sookie y con el nuevo cambiante que por razones obvias me ha caido bien.
Y ya tenemos a Herman con nosotros.

Ya casi estoy al día.

[Jacob Cora]

Capítulo 10: Dance. Drain. Dig - Parte 5

Los Ángeles. California

Felicity se había desprendido de su vestido blanco (una copia casi idéntica a uno de los que llevaba Éowyn en la adaptación cinematográfica de El Señor de los Anillos) y les estaba esperando tumbada en su amplia cama. No tardaron en aparecer y la complació la mirada hambrienta de ambos cuando la vieron desnuda. La vampiresa les pidió que se quitaran la ropa y ellos obedecieron sin poner objeciones. Sus cuerpos estaban ligeramente bronceados de manera homogénea y tenían una musculatura no demasiado desarrollada, pero sí bien perfilada. Aunque lo más llamativo de los gemelos era el tatuaje que cubría parte de su pecho, brazo, cuello y espalda. A cada uno de ellos les abrazaba un Ave Fénix; pero si se ponían hombro con hombro, la figura también se completaba. La persona que lo había tatuado era un minucioso y preciso artista.

- ¿Quién os hizo ese tatuaje? –se interesó Felicity.
- No… -los gemelos se miraron indecisos- No lo recordamos.

La vampiresa consideraba imposible no recordar algo así, pero les conocía desde hacía varios días y sabía que eran incapaces de mentir. Estaba claro que no habían sido bendecidos con una gran inteligencia, ni siquiera con una del montón. Desterró esos pensamientos y se concentró en el momento pidiendo a los hermanos Hughes que la acompañaran en la cama. Se tumbaron uno a cada lado y comenzaron a acariciarla. Sus manos eran grandes, varoniles y algo ásperas por el duro trabajo de campo que habían realizado gran parte de su vida. A pesar de su aparente rudeza, eran sumamente delicados; como si temiesen hacerla daño. Felicity besó a Daniel y comprobó que en ese campo no hacía falta demasiado cerebro para ser un maestro. A la vampiresa la pareció el beso más dulce de su vida y no recordaba haberse sentido tan excitada antes. Sensación que produjo la aparición espontánea y completa de sus colmillos.

Mientras Daniel se dedicaba a mantener ocupados la boca y pechos de Felicity, David hacía lo propio con su espalda y cuello con húmedos besos que la recorrieron de arriba abajo. Fue este último quien subió de nivel el juego cuando deslizó tímidamente una de sus manos por los muslos de la vampiresa. Con uno de sus dedos, arrancó gritos de placer que murieron en la boca de Daniel e hicieron sus besos con él más intensos. Éste, en un ataque de envidia fraternal, bajó una de sus manos por el vientre de ella hasta que también alcanzó su centro. Ambos hermanos colaboraron en hacer retorcerse del gusto a su amante, mientras no cesaban de darla besos y ligeros mordisquitos. Los gemelos eran pura coordinación enfocada en el sexo de Felicity, lo que la hizo alcanzar un clímax tan intenso que la hizo boquear.

Se tumbó en la cama boca arriba y los hermanos se la quedaron mirando y acariciándola de tal manera que parecía que se la querían aprender de memoria. Besó a ambos en un largo y cálido contacto y obligó a David a tumbarse en la cama. Los miembros de ambos estaban más que dispuestos, por lo que no retrasó más su momento. Con agilidad vampírica, hizo deslizar al que estaba tumbado dentro de ella y comenzó a contonearse. Eran comedidos hasta para eso, pues su demostración de gozo era simplemente una respiración algo más fuerte. Sin sacarlo de su interior, se giró 180 grados y encaró a Daniel. Éste la masajeó y besó sus pechos, mientras su hermano adoptaba un ritmo constante con sus caderas. Sin previos aviso, Felicity alzó en brazos al que la besaba y le hizo girar para que la diese la espalda. En aquel momento, era ella quien pasaba sensualmente las manos por el cuerpo desnudo de Daniel; delineando cada recoveco de sus músculos. Probó con sus labios la suave piel del cuello de él y notó en los mismos el apetitoso palpitar de sus arterias. Mientras lo arañaba con los colmillos, deslizó una de sus manos por su vientre hasta que alcanzó su miembro. Con una habilidad adquirida tras siglos de práctica, empezó a masajearlo con sus dedos y largas uñas. Sus espasmos de placer fueron tan silenciosos como los de David, pero sus músculos abdominales se contraían con fuerza cada vez a un ritmo mayor.

Una vez que los tres estuvieron sumergidos en aquella atmósfera de gozo, Felicity consideró que iba siendo hora de saciar su hambre. Aprovechando su cercanía con el cuello de Daniel, no tuvo reparos en morder. Si aquello dolió al humano, no lo demostró. Su única reacción fue alargar un de sus brazos para acariciarla la cabeza mientras succionaba su sangre. Cuando la primera gota de su preciado líquido tocó su lengua, sabía que no se estaba acostando con dos humanos normales y corrientes. Era la mejor sangre que había probado en sus más de 500 años. Se sintió llena de júbilo y energía. Jamás la había pasado algo así. La sangre de los gemelos tenía el mismo efecto en ella que la sangre de un vampiro en un humano. Tomó tres largos sorbos de la misma y creyó que el calor que empezaba a sentir en su interior la iba a consumir. Soltando a Daniel, se giró de nuevo hacia David. La respiración y el movimiento de caderas de éste último se había acelerado durante el último minuto, por lo que su momento estaba cerca. Felicity le besó de manera posesiva y bajó lentamente sus labios hasta su cuello. Comenzó a sorber su sangre en el preciso momento en el que ambos alcanzaban el orgasmo.

Tras el acto, sus pechos se golpeaban debido al descontrol de sus respiraciones. Felicity se preguntó qué demonios la estaba pasando, pues ella se supone que no debería ni respirar. David se deslizó fuera de ella con suavidad y la abrazó. En esa posición, se irguió hasta que ambos estaban sentados mirándose cara a cara. Allí la apretó contra su cuerpo y volvió a besarla, mientras Daniel se achuchaba contra su espalda y comenzaba a contonearse. Tras varios minutos de besos, caricias y lametones; la humedad del clímax del otro gemelo se esparció por la espalda de la vampiresa. Ambos se quedaron abrazándola, haciendo un apretado y cálido sándwich en el que no había centímetro de su cuerpo desnudo que no estuviese en contacto con ellos. La fragancia natural de los gemelos se hizo más obvia debido a aquella posición y a la fina capa de sudor que los cubría. Ese olor la estaba enloqueciendo y enturbiaba su capacidad de raciocinio. Para colmo, la temperatura de sus cuerpos inundaba completamente su frialdad y no dejaban de besarla ni un solo instante. Sin saber muy bien cómo había empezado, volvió a desgarrar el silencio con un grito al alcanzar un nuevo orgasmo llevada por las exóticas sensaciones que estaba experimentando.

Embutida entre los dos hermanos, comenzó a temblar como nunca lo había hecho. Eran unos espasmos tan incontrolables que Daniel y David pararon sus funciones amatorias y la ayudaron a tumbarse en la cama hasta que se relajó. Felicity se quedó durante varios minutos mirando al techo, mientras su mente se despejaba de los efluvios de los gemelos. Ellos la miraban confundidos y algo asustados, pero relajó su preocupación con la sonrisa más sincera que pudo invocar. Asintieron al unísono y se levantaron de la cama para coger la ropa.

- ¿Qué hacéis? –preguntó extrañada Felicity.
- Irnos, es lo que siempre quieren todas –respondió Daniel encogiéndose de hombros.
- Yo no. Esperaba que os quedaseis conmigo.

Los dos hermanos se irguieron muy sorprendidos. Aquella era la emoción más espontánea que les había visto. Se miraron desconcertados y sin saber qué hacer y, por primera vez, sus rostros dibujaron una sonrisa que de verdad expresaba alegría. Los hoyuelos que se les formaron hicieron gruñir a Felicity, pero se sentía extrañamente saciada. Y eso era algo que raramente le ocurría a un vampiro. Daniel y David se sentaron a su lado y empezaron a hacerla preguntas con ilusión infantil. Nunca les había visto encadenar tantas palabras seguidas y mantener una conversación de manera desinhibida y sonriente. Acababa de abrir la primera página de un libro que había permanecido firmemente sellado durante muchos años. La vampiresa descubrió que hacía años que no se sentía tan a gusto con alguien y, en un alarde de simpatía, se ofreció a traerles algo para picar.

Se levantó de la cama y se puso un albornoz para que su anciano mayordomo no la viese desnudo. Ya hacía un par de años que arrastraba problemas de corazón y no quería que le diese algo por su culpa. Cuando abrió la puerta, se llevó uno de los sustos más grandes de su vida…

--*---*--

Jonas miró su reloj al escuchar los primeros disparos. Se les podría acusar de no estar bien organizados, de no estar entrenados y de muchas cosas más; pero su puntualidad era impecable. Se había vestido totalmente de negro para la ocasión, por lo que la oscuridad le amparó. Esperó agazapado entre los arbustos hasta que la vio aparecer. Con ella llegó el primer inconveniente: iba acompañada por dos hombres que eran el doble de grandes que él. Ya improvisaría para solucionarlo. Contó mentalmente cinco minutos y se encaminó a la entrada de la mansión. Sacó una jeringuilla de su mochila y la preparó con un anestésico. Llamó a la puerta y, cuando el mayordomo abrió, le clavó la aguja con un movimiento veloz. El anciano se quedó enseguida inconsciente y lo arrastró hasta la cocina, donde lo amordazó.

Subió las escaleras sigilosamente y se paró delante de la puerta que daba al dormitorio principal. Aguzó el oído y se escandalizó con la fiesta que se estaba llevando a cabo en su interior. Esperó estoicamente, pues no se atrevía a interrumpir algo así. Horas después, escuchó los pasos de ella acercándose a la puerta. Se preparó con las cadenas de plata en una mano y la pistola en otra. La expresión de sorpresa de Felicity al abrir la puerta fue miel para los ojos de Porkins. Sin darla tiempo a reaccionar, arrojó las cadenas y la inmovilizó. Pistola en mano, entró en la habitación y apuntó a los hermanos. Éstos, en vez de reaccionar de manera hostil, se quedaron totalmente paralizados y en estado de shock.

- ¡¡Largaos!! –dijo Jonas- No tengo nada en contra vuestra.

Pero los gemelos eran incapaces de moverse. El asaltante prefirió no preguntarse por qué dos tipos de tan intimidante tamaño se asustaban como dos cachorritos indefensos. A Jonas no le cabía duda de que le podían reducir si se lo planteaban. Sólo volvieron en sí cuando la vampiresa volvió.

- Haced lo que dice –dijo mientras aguantaba el dolor de las quemaduras- Esperadme en el salón de abajo, yo no tardaré en bajar –fulminó con la mirada a Jonas.

Daniel y David se levantaron y se vistieron rápidamente. No se atrevían a mirar al que estaba armado, pero antes de salir uno de ellos le dirigió la palabra.

- Mi mamá decía que a los malos siempre les acaban ocurriendo cosas malas.
- ¡¡Piérdete!! –le amenazó con la pistola para ahuyentarle.

Guardando la pistola, sacó una estaca de madera y se agachó junto a la vampiresa. Felicity sonrió, ya que el muy estúpido había hecho contacto visual. Impregnando su voz con todo su glamour dijo:

- Suéltame ahora mismo y, tras disculparte, quiero que te pegues un tiro –Jonas se rió mientras se limpiaba la sangre que empezaba a gotear por su nariz.
- Eso no funciona conmigo, zorra –Felicity sacó los colmillos e intentó forcejear, pero fue inútil.
- ¿Qué quieres?
- Quiero… quiero… -esta era la parte más difícil para él, pero tenía que hacerlo- Quiero que me conviertas en vampiro.


Fin de Dance. Drain. Dig