Fanfics de Vampiros sureños
Re: Fanfics de Vampiros sureños
A riesgo de resultar cansina y repetitiva... digo como Alice... me esta gustando mucho este capitulo, como todos!! no hay ninguno que no me guste, y es que escribes genial, no me canso de leerte
Me ha gustado mucho el flashback!! ver como Bill aprendia a ser vampiro!! y como no iba a ser capaz de resistirse con su mujer, pero al final lo ha hecho y eso de que este tan embobado con lorena me encanta
Lance pariente de Alcide por eso era MrH!!!! que le habra hecho la familia de Alcide para que este tan enfadado? nos has dejado con la miel en los labios!
Me han gusto estas frases
Por suerte, se había sentido lo suficientemente vago como para ir hasta allí conduciendo
Se cargó a Amanis a un hombro y volvió a tirar de la pierna de Alcide, silbando una alegre canción como banda sonora de su plan maligno.
Si las miradas pudiesen matar, el vampiro sería en ese momento un montón de cenizas humeantes.
Me gustan las escenas de Lance... a pesar de que es un malo malisimo me encanta cuando aparece, las ocurrencias que tiene (lo de cerecita) y como se expresa!
Me ha gustado mucho el flashback!! ver como Bill aprendia a ser vampiro!! y como no iba a ser capaz de resistirse con su mujer, pero al final lo ha hecho y eso de que este tan embobado con lorena me encanta
Lance pariente de Alcide por eso era MrH!!!! que le habra hecho la familia de Alcide para que este tan enfadado? nos has dejado con la miel en los labios!
Me han gusto estas frases
Por suerte, se había sentido lo suficientemente vago como para ir hasta allí conduciendo
Se cargó a Amanis a un hombro y volvió a tirar de la pierna de Alcide, silbando una alegre canción como banda sonora de su plan maligno.
Si las miradas pudiesen matar, el vampiro sería en ese momento un montón de cenizas humeantes.
Me gustan las escenas de Lance... a pesar de que es un malo malisimo me encanta cuando aparece, las ocurrencias que tiene (lo de cerecita) y como se expresa!
1
Re: Fanfics de Vampiros sureños
Jacob.... te vas a cansar de que te lo digamos continuamente,pero eres un fenomeno!me encantan tus fics,me encantan las personalidades de tus personajes,me gustan hasta los k son malos!!ay dios!si me gusta hasta tu Bill!!!!!
ademas ha sido sorpresa porque no me esperaba capitulo!
lo dicho:un crack!
ademas ha sido sorpresa porque no me esperaba capitulo!
lo dicho:un crack!
1
- Jacob Cora
- Fuera de serie
- Mensajes: 12138
- Registrado: 09 Ago 2006 15:16
- Contactar:
Re: Fanfics de Vampiros sureños
¡Qué majas sois!
Gracias por los comentarios
Bueno, a saber si algo racional o no...mina harker escribió:Que malo es Lance!!
¿y porque le tiene esa mania a Bill y a Alcide?
Bill acababa de ser convertido y todavia estaba coladito por los huesos de LorenaClarisa escribió:Que bonita la escena de Bill a las puertas de su casa, y observando a su mujer...
Pero eso de amor eterno hacia Lorena
De ahí lo de MrH, pero os engañé vilmente con Alcide. Yo no dije nada, os deje sacar la conclusión incorrectamamaje escribió:Lance pariente de Alcide por eso era MrH!!!! que le habra hecho la familia de Alcide para que este tan enfadado? nos has dejado con la miel en los labios!
Me gusta Lance. Lo de cerecita fue improvisado, pero me gustó tanto que lo uso varias veces. No sé, le pega como mote a mi Amanismamaje escribió:Me gustan las escenas de Lance... a pesar de que es un malo malisimo me encanta cuando aparece, las ocurrencias que tiene (lo de cerecita) y como se expresa!
Sí, yo mismo estoy experiemntando cierta penilla hacia el personajeloal escribió:ay dios!si me gusta hasta tu Bill!!!!!
Gracias por los comentarios
- Jacob Cora
- Fuera de serie
- Mensajes: 12138
- Registrado: 09 Ago 2006 15:16
- Contactar:
Re: Fanfics de Vampiros sureños
Capítulo 19: Post mortem - Parte 2
Año 1868. Shreveport. Luisiana
Lance Herveaux contemplaba hipnotizado cómo la mezcla de su matraz alcanzaba la ebullición. A ese proceso de destilación le llevaría un buen rato, por lo que cogió un libro y se puso a leer. No se podía decir que estuviese investigando algo en concreto. Simplemente disfrutaba experimentando con los conocimientos que había ido adquiriendo de todos los tratados de química que prácticamente se aprendía de memoria.
Su padre y su hermano no miraban con buenos ojos esa afición, pero le permitieron montar un pequeño laboratorio en el cobertizo del jardín. Ese apartado edificio de la casa principal se había convertido en su segundo hogar y pasaba allí casi la totalidad del día. Incluso había llegado a dormir rodeado de frascos llenos de peligrosos productos químicos. Estudiar por su cuenta era todo lo que podía hacer, ya que su padre no quiso pagarle la Universidad. Decía que el dinero de los Herveuax era sólo para verdaderos Herveaux. Suspiró al recordar la frialdad con que le dijo esas palabras.
Él no tenía la culpa de no ser el primogénito. Si tan poco deseaba un segundo hijo, que no lo hubiese tenido. Pero sabía que si por él hubiera sido, Lance jamás habría existido. Fue su madre la que deseaba tener otro bebé como una última alegría antes de que empezase su debacle anunciada. Para su desgracia, esa debacle empezó muy pronto y enseguida tuvo que soportar la indiferencia de su padre. Una enfermedad lenta, pero demoledora, había postrado a su madre en la cama. Hacía todo lo posible por contentar a su progenitor, pero nada parecía funcionar. Y hablando de eso…
Lance maldijo al mirar la hora. Llegaba tarde y eso cabrearía a su padre. Se iban a reunir dos familias para discutir temas de territorio y se suponía que iban a estar todos los miembros presentes. Se cambió rápidamente de ropa para no ir oliendo a acetona y cruzó el jardín a grandes zancadas. Había varios carruajes a la entrada, pero no había oído llegar a ninguno de lo concentrado que estaba. El murmullo de las conversaciones le dio la terrible noticia de que se había retrasado demasiado.
- Siento el retraso –dijo irrumpiendo en el salón.
- ¿Se puede saber qué haces, Lance? –le amonestó su padre.
- Asistir a la reunión. Pediste que asistieran todos los Herveaux.
- Sabes perfectamente a lo que me refiero cuando digo eso. Haz el favor de abandonar la sala.
- ¡¡No!! –apretó los dientes- Esto también me concierne.
- No me hagas reír –dijo entre risas que fueron imitadas por muchos de los allí reunidos- Jamás te concernirán nuestros asuntos por culpa de tu… anomalía.
Lance miró a su alrededor y no encontró ninguna mirada de apoyo. Para su horror, algunos de ellos se sonreían disimuladamente. Él no había pedido aquello y estaba harto de aguantar tanta injusticia. Mostrándose retador, se acercó a una silla y se sentó. Su padre gruñó aburrido e hizo un gesto a su primogénito.
- Sácalo de aquí, Aldric. Y, por favor, déjale las cosas claras.
Su hermano mayor se acercó a él y le agarró del brazo, sin cortarse un pelo de usar su superior fuerza animal. Le sacó a trompicones de la casa y lo arrojó al suelo en mitad del jardín. Lance se levantó, masajeándose la parte dolorida de su brazo y encaró a Aldric. Sin mediar palabra alguna, éste le propinó un puñetazo en la nariz que le volvió a tirar al suelo.
- A los lobos no nos gusta que los humanos husmeen en nuestras cosas. ¿Te ha quedado claro?
- ¡Vete a la mierda! –la punta de una bota se clavó con fuerza en su costado.
- ¿Y ahora? –Lance asintió mientras se retorcía de dolor- Bien, vete a jugar con tus vasos y polvitos hasta que terminemos. Luego pásate a recoger lo que hayamos ensuciado.
Aldric se metió de nuevo en casa y dejó a su hermano gimiendo por culpa de los golpes. Lance consiguió ponerse a cuatro patas, pero a punto estuvo de volverse a caer cuando un fuerte ataque de tos se apoderó de su cuerpo. Los esputos que salían de su boca eran de un rojo intenso. Dedicó a su hermano una retahíla de frases poco amistosas y se levantó.
Ser el segundo hijo de una familia de hombres – lobo era un asco. Aunque no conocía más casos para comprobarlo, estaba convencido de que debía ser así. Mientras que el primogénito heredaba las capacidades sobrenaturales de sus padres, el siguiente hijo debía conformarse con ser completamente humano. A Lance eso no le importaba en absoluto, pero al resto de su familia parecía avergonzarles. Estaba en la naturaleza de los lobos Herveaux sentirse superiores a los humanos y, al parecer, no podían soportar que uno de sus miembros fuese uno. Si al menos su madre pudiese hablar… Lo único que emitía por su boca eran unos gemidos ininteligibles.
Necesitaba salir de allí. Dar un paseo para despejarse y dejar de pensar en su vida. Se internó por la solitaria carretera camino de la ciudad y disfrutó de la fresca brisa en su rostro. Alzó la cabeza y miró a la luna. Deseó, aunque sólo fuese una vez, sentir su mágico influjo y ser uno más de los Herveaux…
--*---*--
Lorena agarró un vestido rojo del armario y se acercó a un espejo para ver cómo la sentaba. Ese tono tan intenso resaltaba su palidez vampírica y lo añadió al grupo de los que se llevaría. La encantaba renovar su vestuario. Y más si había tanto donde elegir como en aquella casa. Su lado femenino explotó de júbilo al encontrar una habitación llena de elegantes zapatos. Los había de todas las formas y colores y no pudo evitar probárselos todos. Se vistió con un conjunto y bajó las escaleras.
- ¿Qué tal me veo con esto?
- Muy bella, como siempre –Bill sonrió a su creadora- ¿No has encontrado un bolso a juego?
- No he encontrado ningún bolso.
Terminó de bajar todas las escaleras y se acercó al lugar donde estaba sentado su pupilo y amante. A su lado, estaba la dueña de la casa. Miraba ensimismada un punto de la pared, gracias al influjo al que la había sometido Lorena. Chasqueó los dedos delante de ella y captó su atención.
- ¿Serías tan amable de decirme dónde guardas tus bolsos?
- Yo… -parpadeó varias veces, pero su mirada se encontró con la de la vampiresa y volvió a perderse en sus ojos- Sí… En una caja debajo de la cama.
- Un lugar muy poco práctico, ¿no?
- Ocupé casi todo con los zapatos y…
- Tranquila, mujer. Descansa.
Cuando Lorena se apartó de ella, la propietaria de la casa volvió a concentrarse en un punto de la pared. Bill esperó hasta que su creadora se hubiese ido y levantó a la mujer del sofá. Se puso delante de ella e intentó conectar con sus poderes mentales. Se suponía que tenía que sentir una especie de corriente llenando su propia mente, pero todavía no había conseguido alcanzar nunca ese estado. Podría practicar con esa cobaya involuntaria.
- ¿Sigues ahí? –preguntó a la mujer, pero no obtuvo respuesta- Supongo que sí… -la agarró de la cara para obligarla a mirarle y habló con un tono suave y conciliador- A partir de ahora también me obedeces a mí. Vas a hacer lo que yo te diga. Por ejemplo, te voy a acariciar los senos y me vas a decir que te gusta.
Se había despertado con ganas de ser travieso, algo que nunca le había pasado. No lo reconocía como algo malo, así que se dispuso a disfrutarlo. Alargó una mano al escote de la mujer y comenzó a acariciar la zona de separación de sus pechos, desviándose cada vez más hacia el centro de uno de ellos. Bill se rió al ver que lo había conseguido, pero eso debió de romper el hechizo y la mujer se apartó bruscamente no sin antes darle un buen tortazo. Vampiro y humana se quedaron mirando, ninguno sabiendo qué debía hacer. Ella estaba a punto de entrar en un ataque de pánico.
- ¿Quién eres tú? ¿Cómo has entrado en mi casa?
- Todo está bien. Clámate –intentó volver a conectar con su mente, pero su palpitante mejilla no le dejaba centrarse.
- ¡¡SOCO…!!
La mujer comenzó a gritar, pero Bill se lanzó justo a tiempo y la tapó la boca. Desgraciadamente, no controló la fuerza que imprimía a su brazo y se oyó un terrible crack proveniente del cuello de ella. Se derrumbó muerta sobre sus brazos y la dejó caer al suelo sin ningún tipo de delicadeza. Se dirigió a un armario con vidrieras y sacó un par de copas para vino de su interior. Con la mano que le quedaba libre, agarró a la mujer del suelo y la alzó hasta que su cuello estuvo en una posición cómoda. La perforó con sus afilados colmillos y rellenó las copas con sangre hasta que casi rebosó el borde. Tenían que aprovechar que todavía estaba caliente. Bill dio un pequeño sorbo de una de ellas y se relamió complacido.
- Supongo que nos quedaremos a cenar –se rió- Gracias por la invitación.
Mientras tanto, Lorena seguía a lo suyo en la planta de arriba. Era una suerte que casi gastasen la misma talla, pero una verdadera pena que viviese sola. No había nada para renovar el vestuario de Bill. Con unos zapatos azules, se acercó a la ventana para poder verlos bajo la luz de la luna. No es que ese día alumbrase mucho, pero bastaría. Por el rabillo del ojo, vio a alguien paseando por la calle. Era un hombre joven, alto y de atractivo incuestionable.
Abrió la ventana para asomarse mejor y eso captó la atención del otro. Se quedaron mirando el uno al otro como si se conociesen de toda la vida. Había algo en su pose y sus andares que le conferían un aire misterioso y solitario. Los favoritos de Lorena. Pero a su nariz llegó una fragancia desagradable. Olía a lobo. Un estudio más en profundidad de ese aroma la sacó de su error. Él era humano, pero había estado recientemente rodeado de hombres – lobo. Y debido a la intensidad, pudo precisar que eran muchos.
Salió de su ensimismamiento al notar una fría cadena rodeando su cuelo. Miró hacia abajo y vio que en su pecho colgaba un bonito adorno de esmeraldas y diamantes. Los juguetones dedos de Bill se demoraron más de lo necesario para ajustar el cierre del colgante. Una vez sujeto, Lorena lo cogió entre dos dedos y lo acarició.
- ¿Te gusta?
- Es precioso –le sonrió con dulzura- Muchas gracias.
Posó sus labios sobre los de él para darle un ligero beso; pero, al hacerlo, sintió el sabor de la sangre. Lorena se excitó al momento y la intensidad del contacto aumentó hasta que ambos gruñeron hambrientos.
- ¿Nuestra joven amiga de abajo ha cedido su cuello?
- Se podría decir, sí –acercó las copas que había dejado en una mesilla y ambos bebieron.
- Dime, ¿se quejará?
- Lo dudo –dijo avergonzado por haberla matado accidentalmente- Pero está entera.
- No importa, querido. De todas formas íbamos a quedarnos aquí una temporada –suspiró- Aunque echaré en falta alguien que limpie y nos haga los recados.
- Mira el lado positivo. No molestaremos a nadie.
- ¿Molestar? –preguntó extrañada.
- Sí, podemos ser bastante ruidosos cuando…
Decidió que era mejor explicarlos con hechos y no con palabras. Quitó las copas de en medio y arrancó el vestido a Lorena. La tendió sobre la cama y se unieron de aquella manera tan agresiva que sólo dos vampiros podían llegar a disfrutar.
Año 1868. Shreveport. Luisiana
Lance Herveaux contemplaba hipnotizado cómo la mezcla de su matraz alcanzaba la ebullición. A ese proceso de destilación le llevaría un buen rato, por lo que cogió un libro y se puso a leer. No se podía decir que estuviese investigando algo en concreto. Simplemente disfrutaba experimentando con los conocimientos que había ido adquiriendo de todos los tratados de química que prácticamente se aprendía de memoria.
Su padre y su hermano no miraban con buenos ojos esa afición, pero le permitieron montar un pequeño laboratorio en el cobertizo del jardín. Ese apartado edificio de la casa principal se había convertido en su segundo hogar y pasaba allí casi la totalidad del día. Incluso había llegado a dormir rodeado de frascos llenos de peligrosos productos químicos. Estudiar por su cuenta era todo lo que podía hacer, ya que su padre no quiso pagarle la Universidad. Decía que el dinero de los Herveuax era sólo para verdaderos Herveaux. Suspiró al recordar la frialdad con que le dijo esas palabras.
Él no tenía la culpa de no ser el primogénito. Si tan poco deseaba un segundo hijo, que no lo hubiese tenido. Pero sabía que si por él hubiera sido, Lance jamás habría existido. Fue su madre la que deseaba tener otro bebé como una última alegría antes de que empezase su debacle anunciada. Para su desgracia, esa debacle empezó muy pronto y enseguida tuvo que soportar la indiferencia de su padre. Una enfermedad lenta, pero demoledora, había postrado a su madre en la cama. Hacía todo lo posible por contentar a su progenitor, pero nada parecía funcionar. Y hablando de eso…
Lance maldijo al mirar la hora. Llegaba tarde y eso cabrearía a su padre. Se iban a reunir dos familias para discutir temas de territorio y se suponía que iban a estar todos los miembros presentes. Se cambió rápidamente de ropa para no ir oliendo a acetona y cruzó el jardín a grandes zancadas. Había varios carruajes a la entrada, pero no había oído llegar a ninguno de lo concentrado que estaba. El murmullo de las conversaciones le dio la terrible noticia de que se había retrasado demasiado.
- Siento el retraso –dijo irrumpiendo en el salón.
- ¿Se puede saber qué haces, Lance? –le amonestó su padre.
- Asistir a la reunión. Pediste que asistieran todos los Herveaux.
- Sabes perfectamente a lo que me refiero cuando digo eso. Haz el favor de abandonar la sala.
- ¡¡No!! –apretó los dientes- Esto también me concierne.
- No me hagas reír –dijo entre risas que fueron imitadas por muchos de los allí reunidos- Jamás te concernirán nuestros asuntos por culpa de tu… anomalía.
Lance miró a su alrededor y no encontró ninguna mirada de apoyo. Para su horror, algunos de ellos se sonreían disimuladamente. Él no había pedido aquello y estaba harto de aguantar tanta injusticia. Mostrándose retador, se acercó a una silla y se sentó. Su padre gruñó aburrido e hizo un gesto a su primogénito.
- Sácalo de aquí, Aldric. Y, por favor, déjale las cosas claras.
Su hermano mayor se acercó a él y le agarró del brazo, sin cortarse un pelo de usar su superior fuerza animal. Le sacó a trompicones de la casa y lo arrojó al suelo en mitad del jardín. Lance se levantó, masajeándose la parte dolorida de su brazo y encaró a Aldric. Sin mediar palabra alguna, éste le propinó un puñetazo en la nariz que le volvió a tirar al suelo.
- A los lobos no nos gusta que los humanos husmeen en nuestras cosas. ¿Te ha quedado claro?
- ¡Vete a la mierda! –la punta de una bota se clavó con fuerza en su costado.
- ¿Y ahora? –Lance asintió mientras se retorcía de dolor- Bien, vete a jugar con tus vasos y polvitos hasta que terminemos. Luego pásate a recoger lo que hayamos ensuciado.
Aldric se metió de nuevo en casa y dejó a su hermano gimiendo por culpa de los golpes. Lance consiguió ponerse a cuatro patas, pero a punto estuvo de volverse a caer cuando un fuerte ataque de tos se apoderó de su cuerpo. Los esputos que salían de su boca eran de un rojo intenso. Dedicó a su hermano una retahíla de frases poco amistosas y se levantó.
Ser el segundo hijo de una familia de hombres – lobo era un asco. Aunque no conocía más casos para comprobarlo, estaba convencido de que debía ser así. Mientras que el primogénito heredaba las capacidades sobrenaturales de sus padres, el siguiente hijo debía conformarse con ser completamente humano. A Lance eso no le importaba en absoluto, pero al resto de su familia parecía avergonzarles. Estaba en la naturaleza de los lobos Herveaux sentirse superiores a los humanos y, al parecer, no podían soportar que uno de sus miembros fuese uno. Si al menos su madre pudiese hablar… Lo único que emitía por su boca eran unos gemidos ininteligibles.
Necesitaba salir de allí. Dar un paseo para despejarse y dejar de pensar en su vida. Se internó por la solitaria carretera camino de la ciudad y disfrutó de la fresca brisa en su rostro. Alzó la cabeza y miró a la luna. Deseó, aunque sólo fuese una vez, sentir su mágico influjo y ser uno más de los Herveaux…
--*---*--
Lorena agarró un vestido rojo del armario y se acercó a un espejo para ver cómo la sentaba. Ese tono tan intenso resaltaba su palidez vampírica y lo añadió al grupo de los que se llevaría. La encantaba renovar su vestuario. Y más si había tanto donde elegir como en aquella casa. Su lado femenino explotó de júbilo al encontrar una habitación llena de elegantes zapatos. Los había de todas las formas y colores y no pudo evitar probárselos todos. Se vistió con un conjunto y bajó las escaleras.
- ¿Qué tal me veo con esto?
- Muy bella, como siempre –Bill sonrió a su creadora- ¿No has encontrado un bolso a juego?
- No he encontrado ningún bolso.
Terminó de bajar todas las escaleras y se acercó al lugar donde estaba sentado su pupilo y amante. A su lado, estaba la dueña de la casa. Miraba ensimismada un punto de la pared, gracias al influjo al que la había sometido Lorena. Chasqueó los dedos delante de ella y captó su atención.
- ¿Serías tan amable de decirme dónde guardas tus bolsos?
- Yo… -parpadeó varias veces, pero su mirada se encontró con la de la vampiresa y volvió a perderse en sus ojos- Sí… En una caja debajo de la cama.
- Un lugar muy poco práctico, ¿no?
- Ocupé casi todo con los zapatos y…
- Tranquila, mujer. Descansa.
Cuando Lorena se apartó de ella, la propietaria de la casa volvió a concentrarse en un punto de la pared. Bill esperó hasta que su creadora se hubiese ido y levantó a la mujer del sofá. Se puso delante de ella e intentó conectar con sus poderes mentales. Se suponía que tenía que sentir una especie de corriente llenando su propia mente, pero todavía no había conseguido alcanzar nunca ese estado. Podría practicar con esa cobaya involuntaria.
- ¿Sigues ahí? –preguntó a la mujer, pero no obtuvo respuesta- Supongo que sí… -la agarró de la cara para obligarla a mirarle y habló con un tono suave y conciliador- A partir de ahora también me obedeces a mí. Vas a hacer lo que yo te diga. Por ejemplo, te voy a acariciar los senos y me vas a decir que te gusta.
Se había despertado con ganas de ser travieso, algo que nunca le había pasado. No lo reconocía como algo malo, así que se dispuso a disfrutarlo. Alargó una mano al escote de la mujer y comenzó a acariciar la zona de separación de sus pechos, desviándose cada vez más hacia el centro de uno de ellos. Bill se rió al ver que lo había conseguido, pero eso debió de romper el hechizo y la mujer se apartó bruscamente no sin antes darle un buen tortazo. Vampiro y humana se quedaron mirando, ninguno sabiendo qué debía hacer. Ella estaba a punto de entrar en un ataque de pánico.
- ¿Quién eres tú? ¿Cómo has entrado en mi casa?
- Todo está bien. Clámate –intentó volver a conectar con su mente, pero su palpitante mejilla no le dejaba centrarse.
- ¡¡SOCO…!!
La mujer comenzó a gritar, pero Bill se lanzó justo a tiempo y la tapó la boca. Desgraciadamente, no controló la fuerza que imprimía a su brazo y se oyó un terrible crack proveniente del cuello de ella. Se derrumbó muerta sobre sus brazos y la dejó caer al suelo sin ningún tipo de delicadeza. Se dirigió a un armario con vidrieras y sacó un par de copas para vino de su interior. Con la mano que le quedaba libre, agarró a la mujer del suelo y la alzó hasta que su cuello estuvo en una posición cómoda. La perforó con sus afilados colmillos y rellenó las copas con sangre hasta que casi rebosó el borde. Tenían que aprovechar que todavía estaba caliente. Bill dio un pequeño sorbo de una de ellas y se relamió complacido.
- Supongo que nos quedaremos a cenar –se rió- Gracias por la invitación.
Mientras tanto, Lorena seguía a lo suyo en la planta de arriba. Era una suerte que casi gastasen la misma talla, pero una verdadera pena que viviese sola. No había nada para renovar el vestuario de Bill. Con unos zapatos azules, se acercó a la ventana para poder verlos bajo la luz de la luna. No es que ese día alumbrase mucho, pero bastaría. Por el rabillo del ojo, vio a alguien paseando por la calle. Era un hombre joven, alto y de atractivo incuestionable.
Abrió la ventana para asomarse mejor y eso captó la atención del otro. Se quedaron mirando el uno al otro como si se conociesen de toda la vida. Había algo en su pose y sus andares que le conferían un aire misterioso y solitario. Los favoritos de Lorena. Pero a su nariz llegó una fragancia desagradable. Olía a lobo. Un estudio más en profundidad de ese aroma la sacó de su error. Él era humano, pero había estado recientemente rodeado de hombres – lobo. Y debido a la intensidad, pudo precisar que eran muchos.
Salió de su ensimismamiento al notar una fría cadena rodeando su cuelo. Miró hacia abajo y vio que en su pecho colgaba un bonito adorno de esmeraldas y diamantes. Los juguetones dedos de Bill se demoraron más de lo necesario para ajustar el cierre del colgante. Una vez sujeto, Lorena lo cogió entre dos dedos y lo acarició.
- ¿Te gusta?
- Es precioso –le sonrió con dulzura- Muchas gracias.
Posó sus labios sobre los de él para darle un ligero beso; pero, al hacerlo, sintió el sabor de la sangre. Lorena se excitó al momento y la intensidad del contacto aumentó hasta que ambos gruñeron hambrientos.
- ¿Nuestra joven amiga de abajo ha cedido su cuello?
- Se podría decir, sí –acercó las copas que había dejado en una mesilla y ambos bebieron.
- Dime, ¿se quejará?
- Lo dudo –dijo avergonzado por haberla matado accidentalmente- Pero está entera.
- No importa, querido. De todas formas íbamos a quedarnos aquí una temporada –suspiró- Aunque echaré en falta alguien que limpie y nos haga los recados.
- Mira el lado positivo. No molestaremos a nadie.
- ¿Molestar? –preguntó extrañada.
- Sí, podemos ser bastante ruidosos cuando…
Decidió que era mejor explicarlos con hechos y no con palabras. Quitó las copas de en medio y arrancó el vestido a Lorena. La tendió sobre la cama y se unieron de aquella manera tan agresiva que sólo dos vampiros podían llegar a disfrutar.
- Jacob Cora
- Fuera de serie
- Mensajes: 12138
- Registrado: 09 Ago 2006 15:16
- Contactar:
Re: Fanfics de Vampiros sureños
Hoy un trozo cortito, que el de ayer fue muy largo
¿Veis ya la conexión con Cassandra?
Bueno, tenemos al impresentable de Aldric Herveaux en escena. En mi cabeza era un tipo muy basto físicamente hablando, así que considero a Shane O'Neill una elección correcta para representarle
¿Veis ya la conexión con Cassandra?
Bueno, tenemos al impresentable de Aldric Herveaux en escena. En mi cabeza era un tipo muy basto físicamente hablando, así que considero a Shane O'Neill una elección correcta para representarle
Re: Fanfics de Vampiros sureños
Me esta gustando mucho como has dibujado a el personaje de Lance , MrH para mí . Estoy fascinada con él . Es un malo con el que puedes llegar a conectar y empatizar cuando conoces toda la historia. Solo puedes sentir compasión hacia él de ver la discriminación a la que fue sometido por su familia al ser humano y no pertenecer a su clan. Me encanta que sea humano en sus origenes, y que en esta ocasión dentro del clan de los hombres lobos la minoria sean los humanos .
Da mucha penita ver que fue un chico solitario al no comprender su padre y su hermano su pasión por la quimica, e impedirle hacer lo que le hubiese gustado: estudiar quimica en la universidad...pero aun así el disfrutaba de ello a su manera con sus experimentos en su cobertizo ( me gusta la gente que se apasiona por las cosas ). Que gran personaje ha resultado ser M.H !!!.
Creo que la química es la conexión con Cassandra
Así que Bill utiliza sus poderes mentales para sobar los pechos a una mujer , es algo que nunca me hubiera imaginado de Bill, pero ha estado muy gracioso .
Lo de matar a la humana ha sido heavy, pero era el Bill del pásado.
Jacob me gustan todos tus fics...pero tengo favoritos, unos me gustan mas que otros; y creo que voy a meter este entre los favoritos .
La nueva delicatessen ya no me va tanto ...me quedo como siempre con la historia .
Da mucha penita ver que fue un chico solitario al no comprender su padre y su hermano su pasión por la quimica, e impedirle hacer lo que le hubiese gustado: estudiar quimica en la universidad...pero aun así el disfrutaba de ello a su manera con sus experimentos en su cobertizo ( me gusta la gente que se apasiona por las cosas ). Que gran personaje ha resultado ser M.H !!!.
Creo que la química es la conexión con Cassandra
Así que Bill utiliza sus poderes mentales para sobar los pechos a una mujer , es algo que nunca me hubiera imaginado de Bill, pero ha estado muy gracioso .
Lo de matar a la humana ha sido heavy, pero era el Bill del pásado.
Jacob me gustan todos tus fics...pero tengo favoritos, unos me gustan mas que otros; y creo que voy a meter este entre los favoritos .
La nueva delicatessen ya no me va tanto ...me quedo como siempre con la historia .
Vida mortal e inmortal de la niña de Milán - Domenico Starnone
- Jacob Cora
- Fuera de serie
- Mensajes: 12138
- Registrado: 09 Ago 2006 15:16
- Contactar:
Re: Fanfics de Vampiros sureños
Estamos de acuerdo. De todas formas, usas la palabra delicatessen muy a la ligera... este tipo es guapete de cara, pero el resto echa para atrásmasako escribió:La nueva delicatessen ya no me va tanto ...me quedo como siempre con la historia .
Vas bien, vas bienmasako escribió:Creo que la química es la conexión con Cassandra Imagen
Me alegro que te guste. La verdad es que dan ganas de darle un achuchón Pero eso no es excusa para lo que está haciendo ahoramasako escribió:Me esta gustando mucho como has dibujado a el personaje de Lance , MrH para mí
- Clarisa
- Vivo aquí
- Mensajes: 8234
- Registrado: 20 Nov 2009 14:04
- Ubicación: Escondida en una pequeña biblioteca
Re: Fanfics de Vampiros sureños
No sabía que sólo los primogénitos heredaban la calidad de licántropos. Y aunque la venganza y el odio resentido no puede justificarse, la familia se porta tremendamente mal con Lance. ¿Cómo nos habríamos sentido si nuestra propia familia nos hubiese rechazado? ¿Será Lorena su creadora?
Jacob, me has arrancado una carcajada con Bill Te voy a acariciar los senos y me vas a decir que te gusta, qué inocente, ni siquiera la pide que le guste las caricias, sólo que lo diga
No se la ha cargado queriendo pero muchos remordimientos no le han quedado, este Bill recien convertido a vampiro resulta simpaticote, un poco maligno, pero simpático. Pero Lorena...
Si no leo el comentario de Masako no hubiera caído en lo de Cassandra
Jacob, me has arrancado una carcajada con Bill Te voy a acariciar los senos y me vas a decir que te gusta, qué inocente, ni siquiera la pide que le guste las caricias, sólo que lo diga
No se la ha cargado queriendo pero muchos remordimientos no le han quedado, este Bill recien convertido a vampiro resulta simpaticote, un poco maligno, pero simpático. Pero Lorena...
Si no leo el comentario de Masako no hubiera caído en lo de Cassandra
1
- Jacob Cora
- Fuera de serie
- Mensajes: 12138
- Registrado: 09 Ago 2006 15:16
- Contactar:
Re: Fanfics de Vampiros sureños
En los libros es asi con todos los cambiantes. En la serie va a ser diferente...Clarisa escribió:No sabía que sólo los primogénitos heredaban la calidad de licántropos.
Te en cuenta que un vampiro recién creado es una ebullición de sensaciones y Lorena no es la mejor guía del mundoClarisa escribió:No se la ha cargado queriendo pero muchos remordimientos no le han quedado, este Bill recien convertido a vampiro resulta simpaticote, un poco maligno, pero simpático. Pero Lorena...
Gracias por vuestros comentarios
Bueno, anuncio la duodécima temporada:
Re: Fanfics de Vampiros sureños
Pobre Lance!!!!!!!
Su familia lo discrimina porque no es hombre-lobo por no ser el primer hijo me da pena... y me gusta, me gusta mucho este personaje, ya dije ayer que me gustaban sus escenas, pero ahora que conocemos parte de su pasado...me gusta mas aun!! tan apasionado por lo que le gusta, no deja que la actitud de su familia le impida dedicarse a ello, es malo, pero no cuesta nada empatizar con el... por todo lo que ha tenido que pasar, aun asi... no tiene ninguna justificacion lo que le hace a alcide y amanis
Me huelo... que lorena o bill lo convierten... igual lo usan antes como sirviente
Muy bueno lo de Bill usando sus encantos con la dueña de la casa
Edito: temporada 12 ya??? madre mia, menudo ritmo!!!
Su familia lo discrimina porque no es hombre-lobo por no ser el primer hijo me da pena... y me gusta, me gusta mucho este personaje, ya dije ayer que me gustaban sus escenas, pero ahora que conocemos parte de su pasado...me gusta mas aun!! tan apasionado por lo que le gusta, no deja que la actitud de su familia le impida dedicarse a ello, es malo, pero no cuesta nada empatizar con el... por todo lo que ha tenido que pasar, aun asi... no tiene ninguna justificacion lo que le hace a alcide y amanis
Me huelo... que lorena o bill lo convierten... igual lo usan antes como sirviente
Muy bueno lo de Bill usando sus encantos con la dueña de la casa
Edito: temporada 12 ya??? madre mia, menudo ritmo!!!
1
Re: Fanfics de Vampiros sureños
Vaya, entonces en realidad MrH no es malo malo del todo. Hombre sí lo es, pero debido a las circunstancias. Así que queda algo disculpado.
Ahora se puede ver la relación que tiene con Bill xD
Ahora se puede ver la relación que tiene con Bill xD
1
Re: Fanfics de Vampiros sureños
Que sorpresa, fanfic nuevo!!!!
Bueno, ya vemos que ha hecho con Lance con Amanita y Alcide. Se está pasando 4 pueblos para mi gusto
Es verdad que su historia parece muy triste, pero no le da derecho a lo que está haciendo ahora.
A lo mejor odia a Bill por convertirle
Habrá que ver como siguen las cosas...
Bueno, ya vemos que ha hecho con Lance con Amanita y Alcide. Se está pasando 4 pueblos para mi gusto
Es verdad que su historia parece muy triste, pero no le da derecho a lo que está haciendo ahora.
A lo mejor odia a Bill por convertirle
Habrá que ver como siguen las cosas...
1
Re: Fanfics de Vampiros sureños
¿Con Amanita? Creo que se te fue la foreraMapycall escribió:Que sorpresa, fanfic nuevo!!!!
Bueno, ya vemos que ha hecho con Lance con Amanita y Alcide. Se está pasando 4 pueblos para mi gusto
Es verdad que su historia parece muy triste, pero no le da derecho a lo que está haciendo ahora.
A lo mejor odia a Bill por convertirle
Habrá que ver como siguen las cosas...
1
- mina harker
- Vivo aquí
- Mensajes: 6949
- Registrado: 01 Ago 2008 14:14
- Ubicación: Entre el crepusculo y el alba....
Re: Fanfics de Vampiros sureños
Que mal se porta la familia con Lance!!
El no tiene la culpa de que solo los primogenitos hereden el gen lobuno!!
Me gusta mucho Lance!!
Aunque sea malo!!
Y me gusta el Bill recien convertido!!
Que travieso es !!
Genial como siempre!!
12 TEMPORADAS YA!!
Y espero que en tu cabezita haya ideas para muchas mas!!
El no tiene la culpa de que solo los primogenitos hereden el gen lobuno!!
Me gusta mucho Lance!!
Aunque sea malo!!
Y me gusta el Bill recien convertido!!
Que travieso es !!
Genial como siempre!!
12 TEMPORADAS YA!!
Y espero que en tu cabezita haya ideas para muchas mas!!
1