Bon appètit (Cuento)
- indalecio17
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Bon appètit (Cuento)
Sentí como lentamente mi cuerpo iba siendo triturado. Fui atrapado de golpe y ya no pude escapar.
En el suelo, la carne latía bajo mis pies y desde el cielo, a chorros discontinuos, una baba espesa bañaba mi ser y me quemaba. ¿Podría seguir pidiendo por mí y por los que quedaron afuera? Solo quería que el tiempo se acelerara, que todo acabara ya.
La infernal maquinaria continuaba su ciclo de ida y vueltas, incesante. Cruzaban por mi abdomen, hondas heridas de marfil, y aun así, dolido e inválido, avancé. Atravesé un oscuro túnel. Fui atrapado de golpe y no pude escapar.
Las paredes mocosas, humedecidas por un moho viscoso me arrastraron al verdadero infierno. Fue un instante breve y relajante, aunque mi espalda lacerada, ardiera como brazas ante el más mínimo roce.
Después entré. Este era el lugar central del castigo, el sitio de los condenados. El olor a azufre excitaba mis sentidos, me bautizaron en ácido. Probablemente de este modo estaría pagando por mis pecados, sufriendo por el dolor que causé, sintiendo un poco de lo que siempre merecí. Un ritual oscuro terminó por expulsarme, fui llevado a un espacio de paz transitoria como si luego del infierno debiera atravesar el purgatorio. Nadaba en líquidos verdes como flores de quiltonil, y otra vez fui azotado.
Me absorbieron, lo que quedaba de mi ultrajado cuerpo fue siendo chupado lentamente. Las más ricas sustancias que me componían fueron saqueadas. Creo que allí también perdí mi alma porque ahora solo soy una masa blanda, un puñado de carne inanimada y pestilente. Pero aguardé junto a otros, deshonrados como yo, por el escape. Muchos habían sido liberados.
De pronto se hizo una luz y logramos salir. Caímos al mar, pero esa tranquilidad no duró. Fuimos arrastrados por un tornado de aguas tan púdicas como nunca antes vi.
Me sentí obsceno a pesar de su pureza.
En el suelo, la carne latía bajo mis pies y desde el cielo, a chorros discontinuos, una baba espesa bañaba mi ser y me quemaba. ¿Podría seguir pidiendo por mí y por los que quedaron afuera? Solo quería que el tiempo se acelerara, que todo acabara ya.
La infernal maquinaria continuaba su ciclo de ida y vueltas, incesante. Cruzaban por mi abdomen, hondas heridas de marfil, y aun así, dolido e inválido, avancé. Atravesé un oscuro túnel. Fui atrapado de golpe y no pude escapar.
Las paredes mocosas, humedecidas por un moho viscoso me arrastraron al verdadero infierno. Fue un instante breve y relajante, aunque mi espalda lacerada, ardiera como brazas ante el más mínimo roce.
Después entré. Este era el lugar central del castigo, el sitio de los condenados. El olor a azufre excitaba mis sentidos, me bautizaron en ácido. Probablemente de este modo estaría pagando por mis pecados, sufriendo por el dolor que causé, sintiendo un poco de lo que siempre merecí. Un ritual oscuro terminó por expulsarme, fui llevado a un espacio de paz transitoria como si luego del infierno debiera atravesar el purgatorio. Nadaba en líquidos verdes como flores de quiltonil, y otra vez fui azotado.
Me absorbieron, lo que quedaba de mi ultrajado cuerpo fue siendo chupado lentamente. Las más ricas sustancias que me componían fueron saqueadas. Creo que allí también perdí mi alma porque ahora solo soy una masa blanda, un puñado de carne inanimada y pestilente. Pero aguardé junto a otros, deshonrados como yo, por el escape. Muchos habían sido liberados.
De pronto se hizo una luz y logramos salir. Caímos al mar, pero esa tranquilidad no duró. Fuimos arrastrados por un tornado de aguas tan púdicas como nunca antes vi.
Me sentí obsceno a pesar de su pureza.
Última edición por indalecio17 el 05 Feb 2010 10:57, editado 1 vez en total.
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- indalecio17
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Re: Bon appètit
Así me sentiría yo, si me estuviese consumiendo en el infierno
Bueno
Bienvenido!
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Nos pasamos años sin vivir en absoluto, y de pronto toda nuestra vida se concentra en un solo instante (Oscar Wilde)
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