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Le creé la vida.
Pero, llegado un momento, no fue suficiente.
Él anhelaba más, más de lo que yo le podía dar.
Lo vi languidecer, marchitarse, desvanecerse.
Lo sentí desprenderse, evadirse, temerse.
Se le envejecieron las alas de la imaginación y se esfumó, doblando la esquina de una página.
Lo último que dijo a través de mí fue: “Recuerda tu muerte”, “no dilapides tu vida”.

Él era un personaje que no supe cuidar. Él fue un amigo al que no alcancé todavía.
Él dormía su sueño de negra tinta esperándome, esperando que le diera otra vida.
Descansando en el confuso mundo del desasosiego,
se fatigó de tanto desconcertante reposo.
Él creyó que le haría una cuna de letras,
y acabé sepultándolo en una tumba de ausencias.

Una mañana muy noctívaga hice una promesa,
la escribí usando el lenguaje del silencioso viento y la envié por correo abisal.
Era una promesa que honraba la memoria de los personajes frustrados.
Era una promesa lacrada con el sello de la eternidad,
y estaba grabada en la piedra sagrada del monte Perenne.
Esa promesa susurraba cuentos de consciente y cierta ficción,
ofrenda que entregué al creador de creadores,
y éste, con su omnisciencia de la fantasía,
la depositó en el arcón de los pactos entintados,
donde ya duerme el sueño perpetuo.

Desde entonces les guardo un respeto inmenso y tierno.
Ya no los acumulo, ya no los colecciono,
ya no les ruego por mi identidad.
No están hechos a mi imagen y semejanza,
no están imaginados sólo por mi ingenio,
y no responden a mi firma.
No tengo firma, no tengo nada.
Soy lo que vivo.
Les libero de mis yacimientos, de mi vigilancia.
Les dejo volar sus propios vuelos.
Ellos aún no han olvidado cómo se planea,
ellos aún recuerdan la verdadera realidad.
No seré su custodia;
les daré mi aliento, les cederé mi pluma,
mas ellos vuelan su propia travesía,
y sólo ellos saben de sus acrobacias y sus caídas.

Ya no creo personajes porque sí,
sólo doy existencia a los que deseo y amo con locura.
Porque existen, es verdad que existen, que sienten,
que albergan, que les duele una vida.
Es cierto que respiran nuestras inspiraciones,
que sufren nuestras torturas,
que padecen nuestros trastornos.
Ellos son como otros nosotros.
Son seres de fantasía de verdad,
no son mera ilusión ni puro inventiva.
No son de mentira.

Yo iba peregrinando por los caminos de arcanos lenguajes,
vagando por las espesas selvas de olvidadas islas,
atravesando los pasajes de arrecifes en blanco y negro,
cuando, repentinamente,
a través de una página extraviada en el manglar de mi antología,
oí una voz que decía:
“Recuerda tu muerte, no dilapides tu vida.”

Estrella de mar escribió: Ya no creo personajes porque sí,
sólo doy existencia a los que deseo y amo con locura.
Porque existen, es verdad que existen, que sienten,
que albergan, que les duele una vida.
Es cierto que respiran nuestras inspiraciones,
que sufren nuestras torturas,
que padecen nuestros trastornos.
Ellos son como otros nosotros.
Son seres de fantasía de verdad,
no son mera ilusión ni puro inventiva.
No son de mentira.

Yo iba peregrinando por los caminos de arcanos lenguajes,
vagando por las espesas selvas de olvidadas islas,
atravesando los pasajes de arrecifes en blanco y negro,
cuando, repentinamente,
a través de una página extraviada en el manglar de mi antología,
oí una voz que decía:
“Recuerda tu muerte, no dilapides tu vida.”

Estas dos estrofas son las que más me han gustado. Qué bellas y sabias tus reflexiones, Estrellita oceánica Y qué tristeza he sentido por este personaje que no fue cuidado y, a fuerza de tanto esperar su nueva vida, "quedó sepultado en una tumba de ausencias". Tenemos que cuidar de nuestros personajes: somos responsables de ellos

¿Sabes, Estrella de mi alma? Empapándome de tu creación, mi mente ha hecho un obvio paralelismo entre el hecho de dar la vida a un personaje y el hecho de ser madre. No soy madre, pero he dado la vida a todos mis personajes con amor. Y tienes toda la razón: igual que los padres deben dejar volar a sus hijos (deben vivir sus propias vidas), debemos dar libertad (además de la vida) a nuestras creaciones. Como aman los padres.

Tus reflexiones siempre son divinas, Estrella, nos eclipsas con tanta lucidez y con tu especial sensibilidad. Genial la última frase del personaje que busca autor: "Recuerda tu muerte, no dilapides tu vida"

¡Un abrazo muy grande!

profundo, hermoso, triste a la vez. Pero tan nuestro como la vida misma. Donde se desarrollan nuestros personajes en la fantasia. Ellos están tan vivos como nosotras, sólo que nadie los puede ver, excpeto cando leen las vidas que nosotros les escribimos. Tu texto es hermoso Estrella de Mar, me quito el sombrero. Me has hecho sentirme melancolica, muchas gracias por regalarnos este texto, muchas felicidades

Estrella del mar y del cielo
Coincido en un todo contigo. En un principio quise resaltar algunas frases, pero me fue imposible, pues todo es excelente. Qué manera de narrar, amiga. Eres fantástica, pluma mágica. Me has dejado sin palabras...

Muchos

kassio bella, cuando lo escribía yo también lo comparaba con el hecho de ser madre. Porque lo que escribimos son como extensiones de nosotros mismos, pero con su propia vida, al igual que los hijos.
Aunque hay excepciones, como el dragón Gavaliano.
Gracias inmensas, querida mía, por esas palabras tan lindas que me dedicas.
Un besote y un abrazote enormes, preciosa.

karen mendoza prada escribió: profundo, hermoso, triste a la vez. Pero tan nuestro como la vida misma. Donde se desarrollan nuestros personajes en la fantasia. Ellos están tan vivos como nosotras, sólo que nadie los puede ver, excpeto cando leen las vidas que nosotros les escribimos. Tu texto es hermoso Estrella de Mar, me quito el sombrero. Me has hecho sentirme melancolica, muchas gracias por regalarnos este texto, muchas felicidades

karencilla linda, gracias a ti por sentir y vivir mi texto.
Pero vuelve a ponerte el sombrero, preciosa, que te quedaba divino.

Shimoda escribió: Estrella del mar y del cielo
Coincido en un todo contigo. En un principio quise resaltar algunas frases, pero me fue imposible, pues todo es excelente. Qué manera de narrar, amiga. Eres fantástica, pluma mágica. Me has dejado sin palabras...

Muchos

Shimodita de mi corazón, infinitas gracias, amiga.
Lo de pluma mágica me ha encantado, parece un nombre de india americana.
Eres como el sol de mediodía en un día gélido.
Abrazotes inmensos, peregrina celeste.

Nuestras manos son como arados
En campos de papel
Y tiramos con ahínco de ese útil
Sembrando en campos de ilusión
Mas
¿Se ha de ser mujer para sentir sobre el vientre?
¿Para notar los pálpitos?
¿Para estremecerte cuando llora como tú?

Tal vez los personajes que no nacieron
Fue sólo selección natural
No tuvieron la suficiente fuerza; ni la hermosura; ni el duende
Se marchitaron como una flor
Que no sabe del Vientoo el rocío mamar


Que tu día tenga rizos, de alegría

Él creyó que le haría una cuna de letras,
y acabé sepultándolo en una tumba de ausencias.

Estos dos versos son sublimes. Qué poema más hermoso has escrito, Estrella! Y cuánta verdad hay en él.
Pues hay que dejar que nuestros personajes vivan su propia vida, igual que como dice Kasiopea, los padres dejan que sus hijos se independicen.

Felicidades, amiga!

Vientoo escribió:Nuestras manos son como arados
En campos de papel
Y tiramos con ahínco de ese útil
Sembrando en campos de ilusión
Mas
¿Se ha de ser mujer para sentir sobre el vientre?
¿Para notar los pálpitos?
¿Para estremecerte cuando llora como tú?

Tal vez los personajes que no nacieron
Fue sólo selección natural
No tuvieron la suficiente fuerza; ni la hermosura; ni el duende
Se marchitaron como una flor
Que no sabe del Vientoo el rocío mamar


Que tu día tenga rizos, de alegría

Vientoo qué bello contrapunto has escrito al poema de Estrella. Yo creo que entre escritores , da igual ser hombre o mujer respecto a la sensibilidad Muy bueno, sí señor!

Vientoo escribió:Nuestras manos son como arados
En campos de papel
Y tiramos con ahínco de ese útil
Sembrando en campos de ilusión
Mas
¿Se ha de ser mujer para sentir sobre el vientre?
¿Para notar los pálpitos?
¿Para estremecerte cuando llora como tú?

Tal vez los personajes que no nacieron
Fue sólo selección natural
No tuvieron la suficiente fuerza; ni la hermosura; ni el duende
Se marchitaron como una flor
Que no sabe del Vientoo el rocío mamar


Que tu día tenga rizos, de alegría

Qué bello lo que has escrito, Vientoo.
Mil gracias, compañer@.
Que tu día tenga maremotos, de armonía.

shirabonita escribió:Él creyó que le haría una cuna de letras,
y acabé sepultándolo en una tumba de ausencias.

Estos dos versos son sublimes. Qué poema más hermoso has escrito, Estrella! Y cuánta verdad hay en él.
Pues hay que dejar que nuestros personajes vivan su propia vida, igual que como dice Kasiopea, los padres dejan que sus hijos se independicen.

Felicidades, amiga!

Gracias, hadita multicolor.
Sí, el más alto amor es el que te da la más alta libertad.
Abrazotes y besotes mulliditos.

Vale, seguramente hablo bajo el efecto de las drogas para el dolor y al igual que Poe alucino un poco . Pero decidme ¿no os sentís a veces un poco como el doctor Frankenstein? Porque los personajes están creados a partir de vivencias nuestras y de otros, de recuerdos y ensoñaciones, a veces los creamos a nuestra imagen y semejanza y otras los despojamos de cualquier defecto que nos atormenta. Pero son retazos, composiciones que se se van ajustando y pegando poco a poco de aquí y allá.

Cargan con nuestras frustraciones la mayoría de las veces, los empujamos a hacer cosas que nosotros tememos hacer. Son escudos delante de nosotros.

Sí, se podría decir que somos un poco dioses.

Muy bueno Estrella.

Le creé la vida.
Pero, llegado un momento, no fue suficiente.
Él anhelaba más, más de lo que yo le podía dar.
Lo vi languidecer, marchitarse, desvanecerse.
Lo sentí desprenderse, evadirse, temerse.

Berlinilla mía, aunque sea una alucinación lo que dices, la encuentro muy coherente.
Totalmente de acuerdo, preciosa.
Somos criaturas y dioses al mismo tiempo. Es una paradoja bellísima.
Gracias, cosita.

¿Me mandarías una cajita de eso que te estás tomando?

Relajantes musculares y maria, la combinación perfecta
para decir y escribir chorradas.
Un abrazote.

Berlín escribió:Relajantes musculares y maria, la combinación perfecta
para decir y escribir chorradas.
Un abrazote.

Pues no me lo mandes, querida mía, porque ya lo utilizo a diario.

Hermoso Estrella, me encantó:

Se le envejecieron las alas de la imaginación y se esfumó, doblando la esquina de una página. Lo último que dijo a través de mí fue: “Recuerda tu muerte”, “no dilapides tu vida”.

Has resumido en un bellas palabras todo el sentimiento del escritor ante un personaje y la relación tan estrecha que se crea entre ambos, lo he sentido y ha sido tal cual lo has mencionado.

Te felicito

Amiga Estrella que esplende

¡Qué alegoría tan bella de la creación! Estoy convencido de que El Todo debe gozar y padecer de sensaciones semejantes a las tuyas con cada una de las criaturas creadas. Entiendo que el título alude a la tinta negra ¿verdad?
Me ha encantado, diosa creadora