Los pocos huevos que tengo
Los pocos huevos que tengo
Los pocos huevos que tengo.
Si alguna vez fui algo, si llegué siquiera a lograr aquello que pretendía, fue gracias a…
Son los recuerdos los que se me agolpan, los que cosquillean el sentir, los que tocan en la puerta de mi corazón haciendo que se me revuelva hasta el último poro de mi piel.
Podemos mirarnos en el espejo de la vida, observarnos de mil y una maneras. Pero no. Nunca nos veremos igual como nos ven los demás. Dicen que en cada persona hay hasta tres personas diferentes: la que uno cree que es; la que los demás creen que es y por último la que es realmente.
Pero… ¿Qué somos desde los ojos que nos quieren?
“Cuando les veía venir a los dejos, andando por el descampado, ya sabía quien era uno y quién otro. El pequeño siempre caminaba dándole patadas a una lata, piedra o matojo; el mayor con algún papel o libro que leía entre sus manos”
- ¿Ya entonces me perseguían las letras?
Los años siguen caminando y el pudor en aquellas fechas, siempre vencía. Rememoro lo vivido. Reflexiono: ¿Qué fuerza tiene un comentario? A veces puede ser desalentador, destructor hasta cruel. Mi fuerte no ha sido ni será la ortografía. Mi menos amado profesor de lengua en la EGB durante varios días se mofó de mi delante de toda la clase, por no recordar la famosa regla de ortografía: “antes de P y de B se ha de poner una M”.
¿Habré sentido más vergüenza por una cosa tan absurda en todos los días de mi vida? Pues a este mal llamado profesor aquello le resultó gratis además de divertido. ¿Cuántas veces soporté las mofas de mis compañeros de clase rememorando aquel momento?
¿Ha servido de algo aquella absurda repetición? Me encantaría hoy día echármelo a la cara y aún con todo mi repertorio de errores gramaticales y mi afición por la lectura decirle: “Como profesor fue VD. un verdadero desastre”
Pero bueno el tiempo pasa y hay alambres que… de ninguna manera se enderezan. Como literato dejo bastante que desear. He descubierto que en esto de la escritura intentar creer que eres alguien, o que tienes algo que decir, es darte de bruces con la puñetera realidad. Me explicaré: Mientras intentaba aprender inglés había un concurso de pequeños relatos. Uno de aquellos años probé a participar con un relato corto, no más de 15 páginas. Aquel año fue prolífico y no sólo escribí una sino que surgieron dos historias. Una de ellas me encantó. La otra me resultó rollo. Así que me monté un tinglado. Para ello hablé con un compañero de clase de inglés con la intención de que a su nombre, presentara el otro relato.
Cuando llegó el concurso mi relato se llevó el tercer premio. Y el que cedí a mi compañero, nada más y nada menos que el segundo. Conclusión: soy pésimo a la hora de elegir un párrafo que guste.
Así llegados a esta altura uno reflexiona. ¿Y para que o para quién escribes? Rebusco en mi ayer: desalentador; en mi bagaje de premios: penoso. Pese a ello, una imagen me golpea insistente desde la memoria, un sentimiento, una fuerza que no es mía y que alguien me dio así, por que sí, solamente por que me quería.
Aún la recuerdo sintiéndose orgullosa por cualquier cosa que hiciese. Aunque fuese insignificante. También en aquellos días: mientras aprendía a conducir en nuestra furgoneta llena de cajas de frutas. Intentaba coger las curvas en segunda, y se me calaba el coche...
Tenía mil y una ganas de pasar del tema, de tirar la toalla, de desistir de la idea de sacarme el carné. Ella me insistió entre gritos: venga, otra vez ¡prueba otra vez hasta que no se te cale, venga!
Hoy está inmovilizada. Un monstruo negro alojado en su pierna, se esfuerza en quitarle la movilidad, la libertad, las fuerzas. Pero no le quitará la alegría, la ironía con que se ríe de todas las goteras que dice: “le están saliendo a esa palangana vieja”.
Los pocos huevos que tengo, se los debo a ella.
Mi madre.
Si alguna vez fui algo, si llegué siquiera a lograr aquello que pretendía, fue gracias a…
Son los recuerdos los que se me agolpan, los que cosquillean el sentir, los que tocan en la puerta de mi corazón haciendo que se me revuelva hasta el último poro de mi piel.
Podemos mirarnos en el espejo de la vida, observarnos de mil y una maneras. Pero no. Nunca nos veremos igual como nos ven los demás. Dicen que en cada persona hay hasta tres personas diferentes: la que uno cree que es; la que los demás creen que es y por último la que es realmente.
Pero… ¿Qué somos desde los ojos que nos quieren?
“Cuando les veía venir a los dejos, andando por el descampado, ya sabía quien era uno y quién otro. El pequeño siempre caminaba dándole patadas a una lata, piedra o matojo; el mayor con algún papel o libro que leía entre sus manos”
- ¿Ya entonces me perseguían las letras?
Los años siguen caminando y el pudor en aquellas fechas, siempre vencía. Rememoro lo vivido. Reflexiono: ¿Qué fuerza tiene un comentario? A veces puede ser desalentador, destructor hasta cruel. Mi fuerte no ha sido ni será la ortografía. Mi menos amado profesor de lengua en la EGB durante varios días se mofó de mi delante de toda la clase, por no recordar la famosa regla de ortografía: “antes de P y de B se ha de poner una M”.
¿Habré sentido más vergüenza por una cosa tan absurda en todos los días de mi vida? Pues a este mal llamado profesor aquello le resultó gratis además de divertido. ¿Cuántas veces soporté las mofas de mis compañeros de clase rememorando aquel momento?
¿Ha servido de algo aquella absurda repetición? Me encantaría hoy día echármelo a la cara y aún con todo mi repertorio de errores gramaticales y mi afición por la lectura decirle: “Como profesor fue VD. un verdadero desastre”
Pero bueno el tiempo pasa y hay alambres que… de ninguna manera se enderezan. Como literato dejo bastante que desear. He descubierto que en esto de la escritura intentar creer que eres alguien, o que tienes algo que decir, es darte de bruces con la puñetera realidad. Me explicaré: Mientras intentaba aprender inglés había un concurso de pequeños relatos. Uno de aquellos años probé a participar con un relato corto, no más de 15 páginas. Aquel año fue prolífico y no sólo escribí una sino que surgieron dos historias. Una de ellas me encantó. La otra me resultó rollo. Así que me monté un tinglado. Para ello hablé con un compañero de clase de inglés con la intención de que a su nombre, presentara el otro relato.
Cuando llegó el concurso mi relato se llevó el tercer premio. Y el que cedí a mi compañero, nada más y nada menos que el segundo. Conclusión: soy pésimo a la hora de elegir un párrafo que guste.
Así llegados a esta altura uno reflexiona. ¿Y para que o para quién escribes? Rebusco en mi ayer: desalentador; en mi bagaje de premios: penoso. Pese a ello, una imagen me golpea insistente desde la memoria, un sentimiento, una fuerza que no es mía y que alguien me dio así, por que sí, solamente por que me quería.
Aún la recuerdo sintiéndose orgullosa por cualquier cosa que hiciese. Aunque fuese insignificante. También en aquellos días: mientras aprendía a conducir en nuestra furgoneta llena de cajas de frutas. Intentaba coger las curvas en segunda, y se me calaba el coche...
Tenía mil y una ganas de pasar del tema, de tirar la toalla, de desistir de la idea de sacarme el carné. Ella me insistió entre gritos: venga, otra vez ¡prueba otra vez hasta que no se te cale, venga!
Hoy está inmovilizada. Un monstruo negro alojado en su pierna, se esfuerza en quitarle la movilidad, la libertad, las fuerzas. Pero no le quitará la alegría, la ironía con que se ríe de todas las goteras que dice: “le están saliendo a esa palangana vieja”.
Los pocos huevos que tengo, se los debo a ella.
Mi madre.
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- shirabonita
- Vivo aquí
- Mensajes: 8995
- Registrado: 23 Ago 2009 20:47
- Ubicación: un pueblo surfero de guipuzcoa
Re: Los pocos huevos que tengo
Tu madre te dio el ser
pero te aseguro, Vientoo,
que tienes más huevos,
de los que tú crees.
La estás acompañando
en el momento más duro.
No hay amor más puro
que el que se mantiene
hasta en lo más nefasto.
Y no dejes de creer en ti.
pues, tienes la valentía
de exponer la celosía
de tus sentimientos,
al escribir.
Olvida el pasado.
Mira hacia delante,
con el mejor talante
que puedas sacar de ti.
Sé que estás cansado ,
pero tienes más fuerza
de la que tú piensas.
Para tu madre, un fuerte abrazo.
pero te aseguro, Vientoo,
que tienes más huevos,
de los que tú crees.
La estás acompañando
en el momento más duro.
No hay amor más puro
que el que se mantiene
hasta en lo más nefasto.
Y no dejes de creer en ti.
pues, tienes la valentía
de exponer la celosía
de tus sentimientos,
al escribir.
Olvida el pasado.
Mira hacia delante,
con el mejor talante
que puedas sacar de ti.
Sé que estás cansado ,
pero tienes más fuerza
de la que tú piensas.
Para tu madre, un fuerte abrazo.
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Re: Los pocos huevos que tengo
Es evidente que hoy escribes para tu madre, vientoo. Quizás en otro cualquier momento necesitarás escribir por otro motivo, para lucirte, para demostrarnos a todos que vales, para dejar constancia de una queja, escribirás porque sientes rabia, amor, dolor, pena o un deseo acuciante por alguna moza de pechos insolentes. Pero hoy escribes para ella, para esa persona que te recuerda que eres lo mejor del mundo, siempre.
La que te veía venir a lo lejos y te reconocía porque llevabas un libro en la mano, esa que te animó con el carné de conducir.
Es muy duro ver a un ser querido (padre, madre, hermano, etc), en una cama de hospital, maltrecho, casi vencido. Sobre todo cuando los recordamos de otra manera: invencibles, indestructibles, inmortales casi.
Un abrazo.
La que te veía venir a lo lejos y te reconocía porque llevabas un libro en la mano, esa que te animó con el carné de conducir.
Es muy duro ver a un ser querido (padre, madre, hermano, etc), en una cama de hospital, maltrecho, casi vencido. Sobre todo cuando los recordamos de otra manera: invencibles, indestructibles, inmortales casi.
Un abrazo.
y revisa las faltas de ortografía |
Si yo fuese febrero y ella luego el mes siguiente...
- kassiopea
- Vivo aquí
- Mensajes: 12485
- Registrado: 07 Dic 2008 19:18
- Ubicación: Aovillada en la Luna...
Re: Los pocos huevos que tengo
Me ha emocionado mucho tu relato, Vientoo. Tu sentimiento, tu sinceridad se palpa y late. Y sí, hay que tener huevos para escribir desde las entrañas, para escupir esas vivencias un poco traumáticas, arrancando y acariciando viejos recuerdos y sacando a la luz eternas verdades. Tienes más huevos de los que crees. Además, escribes muy bien. No importan los premios en el haber, no importan aquellos que presumen de "educadores" cuando, en realidad, desconocen qué es la educación. Tú escribe, porque sí. Porque te gusta y lo disfrutas
Un abrazo para ti y otro para tu madre Y, si me permites, voy a decirte algo (aunque seguro que ya lo haces): cuídala y mímala mucho, anímala como ella te animaba a ti. A menudo no expresamos nuestros sentimientos, y luego, quizá, ya es demasiado tarde. A mí me pasó
Felicitaciones por este homenaje a tu madre, y por tus huevos
Un abrazo para ti y otro para tu madre Y, si me permites, voy a decirte algo (aunque seguro que ya lo haces): cuídala y mímala mucho, anímala como ella te animaba a ti. A menudo no expresamos nuestros sentimientos, y luego, quizá, ya es demasiado tarde. A mí me pasó
Felicitaciones por este homenaje a tu madre, y por tus huevos
Re: Los pocos huevos que tengo
Me gustan los huevos rotos con morcilla..........¿algún problema?
Pues eso, que continúes haciendo caso a tu madre. Pero sólo porque somos muy brujas y que de tanto querer a los asilvestrados nos duele el alma.
La felicidad es un sillita al sol
-
- Foroadicto
- Mensajes: 3973
- Registrado: 25 Ago 2010 20:59
Re: Los pocos huevos que tengo
vientoo es precioso y a la vez muy triste, lamento mucho lo que te está ocurriendo, te mando todos mis animos y todo mi cariño, como también para tu madre. Ten mucha fe en Dios querido, rezare por ustedes, muchos besos y abrazos para los dos, bye
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Re: Los pocos huevos que tengo
Lleno de sentimientos, de los buenos, de los malos, de los adorables, y como bastión de todos ellos: tu mamá, (como debe ser) que se mejore pronto Vientoo.
- Shimoda
- No tengo vida social
- Mensajes: 1193
- Registrado: 15 Ago 2010 01:23
- Ubicación: Entre el cielo y la tierra...
Re: Los pocos huevos que tengo
Vientoo me encanto tu relato y creo que tenes grandes huevos. Cuando entre al foro me propuse no demostrar mis sentimientos, pero ellos salieron en mis escritos. Mi mamá estuvo en coma varios años antes de morir, me trataron de asesina cuando pedí que le desconectaran esos aparatos. En su pasar a otro mundo propuse un brindis, ni te imaginas él escándalo que desate
Mis mejores deseos para ambos
Cariños y
Mis mejores deseos para ambos
Cariños y
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Re: Los pocos huevos que tengo
Tal vez los huevos tengan ese cometido como el mejor. Créeme chica entre las entrepiernas no es algo que resulte muy cómodo y menos aún si te pasas horas sentado ante un PC.
Aunque no queramos los sentimientos afloran en los escritos...
Aunque no queramos los sentimientos afloran en los escritos...
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Re: Los pocos huevos que tengo
Por cierto "nose que" no voy a romperme los huevos para que te los hagas con morcilla
ea!!
ea!!
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Re: Los pocos huevos que tengo
Haz caso de lo que te dicen y podrás estar aún un poquito mas con tu madre. Por tus huevos.
Nuestra editorial: www.osapolar.es
Si cedes una libertad por egoísmo, acabarás perdiéndolas todas.
Mis diseños
Si cedes una libertad por egoísmo, acabarás perdiéndolas todas.
Mis diseños
Re: Los pocos huevos que tengo
¡¡Vale pongo los huevos!!
¿Quién pone las patatas y la morcilla?
¿Quién pone las patatas y la morcilla?
La felicidad es un sillita al sol
Re: Los pocos huevos que tengo
Yo pongo las patatas y la morcilla....
Y si hay que cocinar, cocino ¡ea!
Y si hay que cocinar, cocino ¡ea!
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