Taller de los escribas foreros - Historias multitudinarias
- Brian Bennington
- Foroadicto
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- Registrado: 29 Jun 2006 14:22
Os propongo el primer texto, para aprovechar estos días de fiesta y puente. Nos servirá a modo de prueba. Cuando lo tengáis, enviádmelo por mp para poder leerlo. Por comodidad, no adjuntéis documentos, incorporad el texto como parte del mensaje. Eso sí, cuidad la ortografía, la gramática, la puntuación y todo eso, ¿de acuerdo?
Fecha máxima de entrega prevista: miércoles 25 de octubre (si podéis entregarlo antes, hacedlo; podré adelantar trabajo y no demorarme)
Número máximo de líneas: Quince (ya sabéis, considerando formato A4).
Escena a describir: Escena de introducción. Una persona sentada en una playa observa el mar (introducid todos los elementos que deseéis, ponedle sexo y nombre al personaje, etc, etc).
Avance de las siguientes escenas: Está a punto de producirse un hecho que va a perturbar la paz del personaje.
Espero que no se me olvide nada. ¡A trabajar!
Fecha máxima de entrega prevista: miércoles 25 de octubre (si podéis entregarlo antes, hacedlo; podré adelantar trabajo y no demorarme)
Número máximo de líneas: Quince (ya sabéis, considerando formato A4).
Escena a describir: Escena de introducción. Una persona sentada en una playa observa el mar (introducid todos los elementos que deseéis, ponedle sexo y nombre al personaje, etc, etc).
Avance de las siguientes escenas: Está a punto de producirse un hecho que va a perturbar la paz del personaje.
Espero que no se me olvide nada. ¡A trabajar!
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Bien, ya dispongo de tres textos cuyos autores son: JoeMiller, Sashka y yo mismo. Quedan aún unos días. Animaos. Dentro de una semana publicaré el resultado.
Por cierto, al leer los textos me he dado cuenta de las deficiencias al sugerir la escena por mi parte. Por ejemplo, tenía que haber fijado el ámbito temporal. Pero no importa, parte del trabajo de fusión de los textos consistirá en reparar esto. Al publicar la primera escena completa imagino que ya sabréis cómo enfocar las restantes. Si no fuera así, preguntad lo que haga falta.
Por cierto, al leer los textos me he dado cuenta de las deficiencias al sugerir la escena por mi parte. Por ejemplo, tenía que haber fijado el ámbito temporal. Pero no importa, parte del trabajo de fusión de los textos consistirá en reparar esto. Al publicar la primera escena completa imagino que ya sabréis cómo enfocar las restantes. Si no fuera así, preguntad lo que haga falta.
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Ya tengo los textos de Sashka, JoeMiller y BBennington, además de mi propia aportación. ¡Me lo habéis puesto muy difícil! A ver qué sale de todo esto, porque cada uno de nosotros ha elegido un camino completamente diferente y voy a tener que cambiar las ideas originales que iban a servir de guión.
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El resultado. Avisadme cuando lo hayáis leído y publico los textos de cada uno, de manera que podáis opinar y sugerir. He tenido que suprimir partes de todas las aportaciones y descartar algunas ideas por el momento, centrándome en la descripción del momento, de la playa.
Algún jirón de nube se dibujaba sobre la bóveda azul. El sol había caído rozando la lejana línea del horizonte, donde cielo y mar se encontraban. Los días comenzaban a acortarse anunciando la llegada del otoño y la brisa del atardecer hacía que la temperatura bajase más rápido de lo que correspondía a la estación.
Elena reposaba en la playa, sentada a cierta distancia de la orilla, donde las olas se estrellaban produciendo espuma y burbujas. Contemplaba absorta las siluetas de los barcos de pesca que regresaban de faenar. La irregular hilera se iba acercando hacia la costa en dirección al puerto. Ocasionalmente alguna de las naves se recortaba contra el gran disco, que más rojizo, comenzaba a ocultarse por detrás del agua. Calculó mentalmente el tiempo que todavía tardarían las embarcaciones en alcanzar el fondeadero y vaciar sus pequeñas bodegas. Saboreó aquel instante, dejando que la tenue luz de los últimos rayos de sol atravesara sus párpados.
Normalmente, es muy difícil saber lo que una persona está pensando basándonos sólo en la expresión de su cara y su lenguaje corporal. Y cuando tratamos de adivinarlo, casi siempre nos equivocamos. La mujer que estaba sentada en la playa mirando al mar, mantenía un semblante serio y controlado, lo que dificultaba la tarea. Pero un observador atento podría llegar a algún tipo de conclusión.
Elena tenía una extraña sensación. Sentía que aquel día a punto de terminar no iba a ser un día cualquiera. Lo sintió desde el momento en que se sentó en la arena. Tenía la impresión de que alguien la estaba mirando. Fijamente. Lo notaba. Pero, al mirar a su alrededor, constató que no había nadie.
Volvió a contemplar el mar. Seguía igual de cristalino y de tranquilo que en cualquier otro momento y esa certeza la tranquilizó. Pero la extraña sensación persistía.
Algún jirón de nube se dibujaba sobre la bóveda azul. El sol había caído rozando la lejana línea del horizonte, donde cielo y mar se encontraban. Los días comenzaban a acortarse anunciando la llegada del otoño y la brisa del atardecer hacía que la temperatura bajase más rápido de lo que correspondía a la estación.
Elena reposaba en la playa, sentada a cierta distancia de la orilla, donde las olas se estrellaban produciendo espuma y burbujas. Contemplaba absorta las siluetas de los barcos de pesca que regresaban de faenar. La irregular hilera se iba acercando hacia la costa en dirección al puerto. Ocasionalmente alguna de las naves se recortaba contra el gran disco, que más rojizo, comenzaba a ocultarse por detrás del agua. Calculó mentalmente el tiempo que todavía tardarían las embarcaciones en alcanzar el fondeadero y vaciar sus pequeñas bodegas. Saboreó aquel instante, dejando que la tenue luz de los últimos rayos de sol atravesara sus párpados.
Normalmente, es muy difícil saber lo que una persona está pensando basándonos sólo en la expresión de su cara y su lenguaje corporal. Y cuando tratamos de adivinarlo, casi siempre nos equivocamos. La mujer que estaba sentada en la playa mirando al mar, mantenía un semblante serio y controlado, lo que dificultaba la tarea. Pero un observador atento podría llegar a algún tipo de conclusión.
Elena tenía una extraña sensación. Sentía que aquel día a punto de terminar no iba a ser un día cualquiera. Lo sintió desde el momento en que se sentó en la arena. Tenía la impresión de que alguien la estaba mirando. Fijamente. Lo notaba. Pero, al mirar a su alrededor, constató que no había nadie.
Volvió a contemplar el mar. Seguía igual de cristalino y de tranquilo que en cualquier otro momento y esa certeza la tranquilizó. Pero la extraña sensación persistía.
Última edición por JANGEL el 03 Nov 2006 08:47, editado 1 vez en total.
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