Taller de los escribas foreros - Historias multitudinarias

Espacio en el que encontrar los relatos de los foreros, y pistas para quien quiera publicar.

Moderadores: Megan, kassiopea

Sashka
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Mensaje por Sashka »

:shock: :shock: :shock: :shock: :shock:

No lo había visto, Jangel, lo siento. Y ahora mismo me voy a llevar el ordenata al taller, y estaré sin él unos días. ¿Podríais saltarme sólo esta ronda? Volveré, I promise. :D :D :D :D
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JANGEL
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Mensaje por JANGEL »

Si sólo estamos JoeMiller y yo, prefiero esperar. Con dos personas (una de ellas el árbitro), no tiene mucho sentido el ejercicio. ¿Aplazamos una semana o dos?
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Brian Bennington
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Mensaje por Brian Bennington »

Ostras, JANGEL, lo siento, se me ha pasado por completo. Yo creo que esta ronda no podré participar, llevo bastante lío con los examenes, los acabo el 22 y al final del dia no me sobran neuronas para ponerme a escribir
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JANGEL
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Mensaje por JANGEL »

Bien, entonces, en cuanto pueda, actualizo con el material que tengo y propongo el siguiente ejercicio.
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JANGEL
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Mensaje por JANGEL »

Esta vez, las coincidencias de ideas entre los participantes han sido más numerosas, incluso hemos empleado las mismas palabras en varias ocasiones.

Texto final:
En su mente ese extraño presentimiento no cesaba de repetirle que no abandonara la playa. Se levantó y caminó lentamente hacia la orilla. El agua mojó sus pies dejándolos cubiertos de espuma por unos segundos. Sin apartar la mirada del horizonte, donde apenas se distinguía ya un leve halo rojizo, giró dejando que sus lentos pasos, guiados por las intermitentes y mansas olas, la llevasen hacia el pueblo.

Un repentino fogonazo de luz proyectó su propia sombra sobre la tersa superficie de arena para desaparecer casi en el mismo momento. Miró a su espalda para comprobar que el faro del puerto se había puesto en funcionamiento. Luego, reanudó su vago caminar, volviendo a posar la vista en algún punto indeterminado, donde el cielo se debía unír con el mar.

El potente faro le mostró por una fracción de segundo una silueta que flotaba a lo lejos. Pensó que algún barco se había rezagado, que habría encontrado un gran banco y, apurando hasta el último momento, había aprovechado para llenar las bodegas hasta sus límites.

Sin embargo, la sensación de desasosiego que sentía se había hecho más fuerte, aunque no entendía por qué, al ver aparecer en el lejano horizonte aquel punto procedente de alta mar que se movía. Lo hacía despacio. Elena se quedó observándolo mientras sopesaba otras cuestiones, algunas preocupaciones que hubiera preferido olvidar y que ahora llenaban su vida.

Pero sus reflexiones se vieron interrumpidas cuando el faro volvió a iluminar la silueta, a Elena se le antojó demasiado grande. Aquel distante punto sobre el mar seguía creciendo de tamaño, tanto que ya sólo podía ser un mercante. No obstante, el fondeadero del puerto no tenía suficiente profundidad para acoger a una nave así y, en realidad, no parecía avanzar en dirección al puerto. ¿Acaso había perdido el rumbo y embarrancaría, yendo a la deriva, en la playa donde ella reposaba?

Cuando el destello del faro completó un nuevo giro, se sobresaltó al ver el gran tamaño que había tomado aquella sombra, que además, parecía ir directamente hacia ella. No supo decidirse, pero comenzó a alarmarse porque aquello seguía aumentando sus dimensiones y su silueta ya no se le parecía a ninguna embarcación flotante que conociera.



Texto de JoeMiller:
Cuando se levantó siguiendo el extraño presentimiento que no cesaba de repetir en su mente que no abandonara la playa, caminó lentamente hacia la orilla. El agua mojó sus pies dejándolos cubiertos de espuma por unos segundos. Sin apartar la mirada del horizonte, donde apenas se distinguía ya un leve halo rojizo, giró dejando que sus lentos pasos, guiados por las intermitentes y mansas olas, la llevasen hacia el pueblo.

Un repentino fogonazo de luz proyectó su propia sombra sobre la tersa superficie de arena para desaparecer casi en el mismo momento. Miró a su espalda para comprobar que el faro del puerto se había puesto en funcionamiento. Luego, reanudó su vago caminar, volviendo a posar la vista en algún punto indeterminado, donde el cielo se debía unír con el mar.

El potente faro le mostró por una fracción de segundo una silueta que flotaba a lo lejos. Pesó que un barco tardío se había rezagado, que habría encontrado un gran banco y apurando hasta el último momento, aprovechó para llenar las bodegas hasta sus límites. Pero cuando el faro volvió a iluminar la silueta, a Elena se le antojó demasiado grande. No parecía avanzar en dirección al puerto, y su tamaño crecía demasiado rápido, mucho más de lo que lo podía hacer un barco con las bodegas cargadas.

Cuando el destello del faro completó un nuevo giró, se sobresaltó al ver el gran tamaño que había tomado aquella sombra, que además, parecía ir directamente hacia ella.


Texto de Jangel:
La sensación se hizo más fuerte, aunque no entendía por qué, cuando vio aparecer en el lejano horizonte un punto que se movía. Lo hacía lentamente y, a primera vista, pensó que no podía ser otra cosa que un barco rezagado que procedía de alta mar. Elena se quedó observándolo mientras sopesaba otras cuestiones, algunas preocupaciones que hubiera preferido olvidar y que ahora llenaban su vida.

Sin embargo, sus reflexiones se interrumpieron, porque aquel distante punto sobre el mar seguía creciendo de tamaño, tanto que ya sólo podía ser un mercante. Pero, el fondeadero del puerto no tenía suficiente profundidad para acoger a una nave así. ¿Acaso había perdido el rumbo y embarrancaría, yendo a la deriva, en la playa donde ella reposaba?

No supo decidirse, pero comenzó a alarmarse porque aquello seguía aumentando sus dimensiones y su silueta ya no se le parecía a ninguna embarcación flotante que conociera.
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JANGEL
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Mensaje por JANGEL »

Siguiente ejercicio

Fecha máxima de entrega prevista: martes 6 de febrero (si podéis entregarlo antes, hacedlo)

Número máximo de líneas: Quince (ya sabéis, considerando formato A4).

Escena a describir: Continuando la escena anterior, el objeto del mar sigue acercándose, iluminado por las ráfagas del faro, y Elena consigue distinguir que es una isla. Se trata de describir este momento y la propia isla, que no deja de aproximarse a ella.

Avance de las siguientes escenas: El relato tiene consistencia. Habrá que ir pensando en un desenlace que resulte interesante. Prolongaremos más o menos el relato en función de los niveles de participación. Así que puede que la escena que proponga a continuación sea la última.
Última edición por JANGEL el 31 Ene 2007 08:53, editado 2 veces en total.
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JoeMiller
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Mensaje por JoeMiller »

¡Buen trabajo Jangel!

Ahora que ya estoy en activo de nuevo, en cuanto pueda te mando mi parte.
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Brian Bennington
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Mensaje por Brian Bennington »

Arriba hilo, que no se olvide. Podrías dar un poco más de tiempo, Jangel? Hasta el viernes o así :)
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JANGEL
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Mensaje por JANGEL »

Claro que sí. He ampliado el plazo una semana más. :wink:
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Sashka
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Mensaje por Sashka »

Hola Jangel. Te pido disculpas, he estado fuera del foro un tiempo. Lo leo todo y mañana creo que podré poner mi granito de arena, ya que has dado una semana más. :D
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JANGEL
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Mensaje por JANGEL »

En tal caso, pero por última vez, pospongo una semana más y así lo termináis con tranquilidad. :wink:
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JANGEL
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Mensaje por JANGEL »

A ver qué os parece. Los textos se complementan (mi propia aportación ha sido algo breve y pobre). Para no forzar demasiado la continuidad he excluido algunas frases, como la del sombrero con plumas. :lol:

Texto final:
Algo en su mente le impedía moverse, era algo que transmitía un hormigueo nervioso e incómodo, pero a la vez tranquilizador. Otra parte de su interior, la que le urgía a salir corriendo de aquella playa, no logró imponerse, permitiendo que sus pies continuasen hundidos e inmóviles en la arena.

Elena fijó la vista en el mar y esperó, nerviosa, a que la luz del faro iluminara otra vez la extraña mole. Después de un tiempo que le pareció eterno, vio el siguiente destello de luz procedente del faro, formando un amplio arco y volviendo de nuevo, pero esta vez tuvo la sensación de que lo hacía más despacio. El giro era cada vez más lento, hasta que se paró del todo, enfocando directamente el objeto, aunque apenas podía iluminar la gigantesca forma que se arrastraba por el agua.

A medida que se acercaba a la playa, se hacía cada vez más grande. Elena tuvo que levantar la cabeza para poder observar sus enormes proporciones. Lo hizo con el pulso resonándole en los oídos. Estaba ya tan cerca que no era necesaria ninguna luz para distinguir su contorno. Se encontró con que la forma había ido aproximándose hasta quedar a escasos doscientos metros de la orilla. Pero la visión que contemplaban sus ojos, lejos de alterarla, la fue calmando hasta que sintió una paz balsámica, reparadora.

En efecto, no se trataba de un barco. Parecía evidente a juzgar por la densa arboleda que la poblaba. De haber sido un barco hubiera contado con bordas, quilla y proa. En su lugar, un círculo de piedras rodeaba aquella masa flotante, protegiendo la vegetación. Contra él se estrellaban las olas en su avance por el mar. La copa de alguna palmera despuntaba sobre el bosque, por encima de los promontorios rocosos. No había duda, era una isla. Una isla que se movía. Este hecho chocaba de frente con todo lo convencional. Resultaba inconcebible. Una isla no podía desplazarse a expensas de las corrientes marinas, flotando como un iceberg. Una isla era sólida, pesada, tenía una ubicación física y geográfica concreta. ¿Cómo podía estar moviéndose una isla?

La sensación hipnótica que no le permitía apartar los ojos de aquel impresionante islote se fue abriendo paso por sus pensamientos, sus emociones y también por sus recuerdos, avivando algunos que habían permanecido aletargados durante mucho tiempo. Elena trató de cerrar los ojos, quiso volver a sumergir las sensaciones que recorrían su cuerpo en el averno de su mente de donde habían salido, pero todos los intentos por conseguirlo fueron vanos. La atracción que sentía hacia aquella isla, que había aparecido inesperadamente, parecía dominarla enteramente. Debía ser un objeto extraño para ella, pero no lo era y no entendía por qué. No podía recordar qué le vinculaba con él y eso la inquietaba aún más.

Cuando pudo distinguir nítidamente los salientes más cercanos, sus recuerdos se dispararon como una ráfaga de imágenes que se iban superponiendo, dibujando con más claridad la inmensidad que flotaba delante de ella. Comenzó a reconocer los disimulados puestos de vigía, las plataformas y puertas de acceso y todos los detalles, por ocultos que estuvieran. Toda la información sobre aquella isla, que había permanecido adormecida en su cerebro, ahora se había hecho accesible.

Por un momento, Elena recobró cierta tranquilidad y pudo reflexionar sobre el cúmulo de circunstancias que hacían de la aparición de la isla un acontecimiento mágico: la inesperada caída de la noche, más rápida de lo habitual, que hacía necesaria la luz del faro para poder verla; la velocidad a la que llegó la isla; el hecho de que algo tan grande no desplazara ni una sola ola ni hiciera el más mínimo ruido, y, por supuesto, la misma isla, que desafiaba todas las reglas de la naturaleza.

Un potente foco se encendió en la isla, derramando su cegador haz a través de la oscuridad, e iluminando por completo el menudo cuerpo de Elena que, totalmente deslumbrada y sin saber la razón, comenzó a caminar hacia el punto del que procedía la luz. No le importó que sus pies comenzaran a hundirse cada vez más en la frialdad del agua que bañaba la orilla.


Texto de JoeMiller:
Algo en su mente la impedía moverse, era algo que transmitía un extraño hormigueo, nervioso e incómodo, pero a la vez tranquilizador. Otra parte de su interior, la que le urgía a salir corriendo de aquella playa, no logró imponerse, permitiendo que sus pies continuasen hundidos e inmóviles en la arena.

Después de un tiempo que le pareció eterno, el siguiente fogonazo de luz procedente del faro, apenas pudo iluminar la gigantesca forma que se arrastraba por el agua. Tuvo que levantar la cabeza para poder observar sus enormes proporciones. Algunos segundos después, aquello estaba tan cerca que no era necesaria ninguna luz para distinguir su contorno.

La sensación hipnótica que no le permitía apartar sus ojos de aquella impresionante mole, se fue abriendo paso por sus pensamientos, sus emociones y también por sus recuerdos, avivando algunos que habían permanecido aletargados durante mucho tiempo. Elena trató de cerrar los ojos, quiso volver a sumergir las sensaciones que recorrían su cuerpo en el averno de su mente de donde habían salido, pero todos los intentos por conseguirlo fueron vanos. La extraña atracción que sentía hacia aquella forma parecía dominarla enteramente.

Cuando pudo distinguir nítidamente los salientes más cercanos, sus recuerdos se dispararon como una ráfaga de imágenes que se iban superponiendo, dibujando con más claridad la inmensidad que flotaba delante de ella. Comenzó a reconocer los disimulados puestos de vigía, las plataformas y puertas de acceso y todos los detalles, por ocultos que estuvieran. Parecía conocer a la perfección aquella masa flotante. Toda la información sobre la isla artificial que había permanecido adormecida en su mente, estaba ahora accesible. Pero era incapaz de recordar cual era su vínculo con la isla.

Un potente foco se encendió en la isla, derramando su cegador haz a través de la oscuridad, e iluminando por completo el menudo cuerpo de Elena que, totalmente deslumbrada y sin saber la razón, comenzó a caminar hacia el punto del que procedía la luz. No le importó que sus pies comenzaran a hundirse cada vez más en la frialdad del agua que bañaba la orilla.


Texto de Sashka:
Elena fijó la vista en el mar y esperó, nerviosa, a que la luz del faro iluminara otra vez la extraña mole. Vio el halo hacer un amplio arco y volver de nuevo, pero esta vez extrañamente ralentizado. El giro era cada vez más lento, hasta que se paró del todo, enfocando directamente el objeto. Elena volvió la cabeza lentamente, con el pulso resonándole en los oídos, para encontrarse con que la forma había ido acercándose hasta quedar a escasos doscientos metros de la orilla. Pero la visión que contemplaban sus ojos, lejos de alterarla, la fue calmando hasta que sintió una paz balsámica, reparadora.

El objeto era una isla. Y si la aparición inesperada no fuera suficientemente extraña, la forma en que llegó allí era un completo misterio.

Elena, con la llegada de la tranquilidad, fue capaz de reflexionar sobre el cúmulo de circunstancias que hacían la aparición de la isla un acontecimiento mágico: La inesperada caída de la noche, más rápida de lo habitual, que hacía necesaria la luz del faro para poder verla; la velocidad a la que llegó la isla; el hecho de que algo tan grande no desplazara ni una sola ola ni hiciera el más mínimo ruido, y, por supuesto, la misma isla, que desafiaba todas las reglas de la naturaleza, pues tenía forma de sombrero cordobés y estaba cubierta de enormes plumas en lugar de árboles.


Texto de Jangel:
En efecto, no se trataba de ningún barco. Parecía evidente a juzgar por la densa arboleda que poblaba aquel enorme objeto, cada vez más grande ya que se acercaba progresivamente a la playa. No tenía bordas, sino un círculo de piedras que rodeaba aquella especie de islote, protegiendo la vegetación, y contra el que se estrellaban las olas en su avance por el mar. La copa de alguna palmera despuntaba sobre el bosque, por encima de los promontorios rocosos.

No había duda. Era una isla que se movía. Y este hecho chocaba de frente con todo lo convencional. Resultaba inconcebible. Una isla no era como un iceberg, que por la densidad del hielo podía flotar sobre el agua y desplazarse a expensas de las corrientes marinas. Una isla era sólida, pesada, tenía una ubicación física concreta mientras no la engullera un maremoto o un volcán. ¿Cómo podía estar moviéndose una isla?
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JoeMiller
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Mensaje por JoeMiller »

Como siempre Jangel, un trabajo muy bueno. A mi, me está gustando como queda.

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JANGEL
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Mensaje por JANGEL »

Gracias. Hay una labor de recopilación, pero vuestros textos eran muy completos y ha sido más sencillo de lo que parece encajarlos aprovechando casi todo. Estoy intentando que resulte coherente desde el principio, pero de todas formas ya revisaremos toda la historia entre todos.

Siguiente ejercicio

Fecha máxima de entrega prevista: martes 20 de marzo (si podéis entregarlo antes, hacedlo)

Número máximo de líneas: Quince (ya sabéis, considerando formato A4).

Escena a describir: La isla se detiene a escasa distancia de la playa. Continuando la escena anterior, el sujeto (elegid su sexo y describidlo) que vigilaba a Elena (del que nos habíamos olvidado), sale de la espesura a su espalda y se encuentra con ella.

Avance de las siguientes escenas: Hay una relación entre este sujeto, la isla y Elena.
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Brian Bennington
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Mensaje por Brian Bennington »

ay dios :quefallo:

Se me olvido por completo! :? Mira que pedi un aplazamiento y todo pero... lo siento, pero es que estaba muy liado preparando un examen que se venia fuerte y... :eusa_wall: :eusa_wall: :eusa_wall: :eusa_wall: que cabeza... :roll:

Lo siento Jangel, para esta ronda me pondre bien pronto y asi luego no se me pasa :eusa_wall:
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