La pintura (Microrrelato)

[Persona]

La pintura

Naciste en aquel cuadro, y cuando ya estabas completa, con todas tus partes, tus ojos, tu boca, tu nariz, palpaste el óleo con esas diminutas manos. Te ensuciaste de verde por querer tocar una hoja y luego te chupaste los dedos para probar ¿En qué pensabas?

Tras un breve tiempo, ya te sabías de memoria todo el lugar, el árbol jorobado, la roca plana y la flor azul; conocías a cada uno de los integrantes de la colonia de hormigas; te habías quemado la piel por el sol naranja, que te alumbraba en tus largos paseos por aquel reducido espacio.

Fue después, cuando te vi tocar los bordes laterales con una incomprendida curiosidad, cuando te vi subirte en la rama más alta a hurgar en el cielo, y cuando te encontré escarbando la tierra para abrir un agujero; fue en ese instante que advertí mi crueldad.

Aquí continúo, observándote tantear el lienzo donde vives. Con las manos abiertas hacia mí, empujas lo que no entiendes, intentas romper esa pared invisible que nos separa. Por mi mente pasa un pensamiento, quemar el cuadro, quemarte a ti y tu mundo, terminar ese sufrimiento que se volverá insoportable para los dos.

Entonces, sacándome de mis cavilaciones, una joven me dice sonriente, como si me diera la mejor de las noticias:

—Señor, la pareja ha aceptado adoptar a la niña, solo necesita firmar aquí…

[lucia]

Creo que intentas crear una conexión entre el bebé del cuadro y el que se está cediendo en adopción, pero queda un tanto fallido.

Y agujero es masculino.

[Manuelita]

No quiere desprenderse de la hija?