El bujío de Santa Catalina 1 (Bordeando la realidad)

[noramu]

Caletero, ese niño ranita, yo lo iba a llamar gorrión pero me gustan más las ranitas, habrá sentido en sus paseos contigo los versos que su padre le va creando cada día. Y ¡vete tú a saber si algún día nos sorprende por aquí con esos recuerdos! Un abrazo a los dos Emilios y a los que están esperando con ansia que lleguen a casa.

[Berlín]

Vengo a dejarle al niño de la cometa -y a sus ranitas pequeñas y delicadas- un camión de besos.

[jilguero]

Cata, te comunico que en la estantería de "Prosas en La menor" ya te he colocado Nuevo2 del prisionero Catulo. Está el primero para que lo tengas estos días a mano .

Catulo lo he bautizado así para tenerlo localizado, que no es momento de molestarte preguntándote nimiedades pero sé que cata querrá tener la fotografía a mano

¿Sabes, Cata, qué me gusta de los hospitales? No vayas a pensar que tengo un componente sádico pues a mí también me desagradan los hospitales porque dentro hay mucho sufrimiento. Pero, justo por eso, porque allí el sufrimiento hermana a la gente, en ellos tengo la sensación de que hay también mucha humanidad acumulada. En este caso, todo en el ambiente habla de maternidad compartida, del esfuerzo conjunto para que el Niño de los Globos y todos sus compañeros de escuadrilla levanten el vuelo pronto y dejen libres a sus prisioneros.

Por eso, porque todo allí gira en torno a los tripulantes de esas naves, mientras miraba al Niño de los Globos, el prisionero Catulo me explicó que le calentaban el oxígeno para que él no notara ninguna frialdad. Me acordé entonces de cómo mi madre, cuando eramos pequeño y tocaba bañarnos, en invierno metía el brasero en el cuarto de baño y ponía encima una enjugaderas hechas con varetas de olivo y, mientras nos enjabonaba (no metía a varios en el baño a la vez, que el agua era un bien muy escaso), colocaba sobre estas las camisetas y las braguitas para que al vestirnos tampoco nosotros sintiéramos ninguna frialdad. Con razón, cuando los vientos de la vida arrecian, desearía uno volver a ser ese niño pequeño que no temía a nada porque sabía que siempre podía contar con unos brazos dispuesto a acogerlo y unas manos dispuestas a acariciarlo...

[media]https://www.youtube.com/watch?v=1Ziku4FLka4[/media]

PD: Cata, ya he decidido que, dado que a Catulo le gusta mucho el mar tal que a ti, va a ser un pescaito, un Sargus poeticus. Solo tengo eso, el nombre, y avisado queda de que si nadando por la Alameda Apodaca ve una bollita con nombre de advocación mariana se puede comer la gusana tranquilo, que es del pescador y, tras la levantada, lo devolverá al agua .

[Estrella de mar]

Jilguerito, ahora que nadie nos oye te contaré que tras la fotografía del comparsero mayor del reino se me ha quedao el corazón encogidito. He estado un rato como "ida", pensando en un amor gigante a un pequeño globo. Imaginando a madre de pequeño globo alimentándole y a padre de pequeño globo gorjeándole me he dado cuenta de que para tener una vida plena solo hacen falta tres cosas: cueva, leche y versos. (Quien dice cueva dice nave espacial). Y aunque, en ese momento, estaba haciendo unas gestiones, en verdad, me he trasladado en un instante a la Victoria para escribir en la arena un deseo: familia de las ces, que os rodee siempre el buen viento.

[jilguero]

Jilguerito, ahora que nadie nos oye te contaré que tras la fotografía del comparsero mayor del reino se me ha quedao el corazón encogidito. He estado un rato como "ida", pensando en un amor gigante a un pequeño globo. Imaginando a madre de pequeño globo alimentándole y a padre de pequeño globo gorjeándole me he dado cuenta de que para tener una vida plena solo hacen falta tres cosas: cueva, leche y versos. (Quien dice cueva dice nave espacial). Y aunque, en ese momento, estaba haciendo unas gestiones, en verdad, me he trasladado en un instante a la Victoria para escribir en la arena un deseo: familia de las ces, que os rodee siempre el buen viento.

Pues ve ensanchando el corazón: la ranita ya fuera de la nave espacial.
Como todo siga así, ya mismito está con la Niña de las Cometas.

[jilguero]

Oye, Cata, sin las gafitas de piloto y fuera de la nave, ¡vaya cosa bonita!
Te diría que estaba soñando por las muecas que hacía y te comunico, ahora que Catulo estará ocupado dándole en biberón y no se entera, que le hace rabiar haciéndole cosquillas en los labios. Pero no veas como los aprieta el chavalín para que no le vaya a meter nada en la boca . Y vete preparando, que con la buena pinta que tiene hoy la ranita, me da que mañana te va tocar dormir con dos, en vez de con una .

Por cierto, que calladito te lo tenías, me refiero a lo del carnet de conducir. Ya lo puedes ir desempolvando y, a ser posible, coge práctica también con un todoterreno que lo vamos a necesitar en la siguiente vida. Como ya sabes, y si no lo sabes te lo digo yo ahora, no tengo coche ni carnet. Sí, hija, la fiebre de la coherencia que no sé de quien la he sacado. Quería revindicar ciudades sin coches y, claro, protestar teniendo coche quedaba regular. Pero nunca he tenido inconveniente en montarme en el coche ajeno. No porque sea caradura, que no lo soy, sino por una cuestión de pura lógica: el ruido lo hace conmigo o sin mi, y contamina lo mismo, con cual mi conciencia tranquila

Pero ya te digo, desempolva el carnet ya que se nos va a pasar el arroz .

[jilguero]

Leo en el bus que para Heidegger, toda filosofía trata sobre volver a casa, y el mayor viaje a casa es el viaje a la muerte. Porque la muerte significa, por encima de todo, un regreso a la tierra del hogar. Pero yo me pregunto, ¿adónde debemos regresar los que nos sentimos apátridas, los que llevamos la patria a cuestas?

[media]https://www.youtube.com/watch?v=uMo4ymBNwDI[/media]

Ya ves, Cata, anoche celebrando la vida gracias a tus nuevos nietecillos, hoy recordando a los que ya se fueron. Por eso es la Vida tan extraña y tan placentera, porque está llena de contrastes que nos mantienen la mente en vilo .

[jilguero]

Cata, que nochecita te espera con los dos ya en casa .

[jilguero]

A tope de trabajo, Cata. Con la cabeza en los días azules y luminosos de la infancia

ver a tu piloto ranita durmiendo me ha hecho volver atrás en el túnel del tiempo, a cuando mi madre nos curaba las heridas a lengüetazos

pero liada con las cangrejitas orondas y sin tiempo paná


PD: Catulo, esto en tu honor, que sé que te gustó mucho, para que la vuelva a escuchar y a mirar .

Enlace

[Estrella de mar]

Qué alegría que ya estén los dos pequeñuelos en casa.

Nuestra Catalinita estará entretenida.

[Berlín]

Un abrazo envolvente para el poeta de la guitarra y las dos ranitas espaciales. Y Jilguero, tenías razón, la canción me ha gustado mucho.

[jilguero]

Un abrazo envolvente para el poeta de la guitarra y las dos ranitas espaciales. Y Jilguero, tenías razón, la canción me ha gustado mucho.

Un placer verte por aquí .

[jilguero]

Leo “El niño jugaba en el camino, junto a la casa blanca, bajo el sol, y sobre los trigales, a su derecha, el cernícalo aleteaba sin avanzar, como si flotase en el aire, cazando insectos.”, y de nuevo ocurre el milagro...

Porque ya no estoy aquí y ahora, sino allí y entonces . Vuelvo a esos veranos abrasadores en los que la tierra sedienta se resquebrajaba y, mientras las chicharras se desgañitaban en los rastrojos, a lo lejos el paisaje ondeba como en las pelis del Oeste. Esas pelis en las que los blancos, con sus bluyines y sus revólveres, nos parecían demasiados sosos, frente a esos magníficos pieles rojas, de largas melenas adornadas con plumas, que se defendían con arcos y flechas.

Sí, Cata, lo veo como si fuese ayer, como si el tiempo en lugar de haberse marchado se hubiese quedado prendido de las palabras, de los olores, de los sonidos, del tacto..., a la espera de que volvamos a hacerlo nuestro. Y por eso, al leer esas palabras de Delibes, se ha desprendido ese trozo de pasado y yo me puedo pasear de nuevo en él.

A veces es una primilla cerniéndose en el cielo lo que nos hace levantar la vista; otras, el canto de una bandada de abejarucos cazando insectos en vuelo. Pero ese verano, ella, mi hermana mayor, nos mira ya con cierta condescendencia desde la terraza. Nosotros somos unos pequeñajos que andan todavía jugando a ser Gerónimo, Pluma Sentada, Caballo Loco, Cochise, o cualquier otro jefe indio; esos renacuajos que en el tiempo de desvaretar los olivos corren en busca de los ramones talados y los acarrean en improvisadas parihuelas para levantar con ellos las chozas del campamento indio. No, ella ya no juega con nosotros, solo nos mira con cierta condescendencia desde la terraza. Luego se gira y enciende el tocadiscos; tras unos segundos de chisporroteo por causa de los traspiés de la aguja, el campo se llena con ese reiterado chinchun,chinchun,chinchun, chinchun, al que siguen esas palabras que solo cobrarán sentido para aquellos ingenuos pieles rojas muchos, muchos años después.

[media]https://www.youtube.com/watch?v=K1rKj6XMt4Q[/media]

Porque en aquel entonces, Cata, ese "Resistiré" solo era una musiquilla alegre que nos hacía cambiar la danza india, con la que pretendíamos apisonar el suelo del campamento, por un alegre bamboleo de las caderas que aún no teníamos. Y ahora, cuando veo desde lejos la imagen de esos cuatro pequeñajos que juegan a ser indios pero que no pueden resistirse al son de la música del Dúo Dinámico, no puedo evitar el desdoblarme y ser a la vez también la otra, la aprendiz de mujer que esa tarde me miraba con condescendencia mientras yo me creía Cochise, Pluma Sentada, Caballo desbocado, o cualquier otro piel roja con tal de no ser una vulgar y sosa piel blanca !

Dice Sartre, en su libro sobre Flaubert, que “Todos nosotros estamos discutiendo constantemente al niño que fuimos, y que somos”. Y yo te diría, Cata, que en mi caso no discuto a la niña que fui, porque posiblemente ella ya desapareció el día en que las campanas doblaron por su madre, pero sí que trato de reencontrarla en cualquiera de los tendederos en los que aquel tiempo se ha quedado prendido .


PD: échale un vistazo a la hagiografía de la santa. Te he puesto las estructura que de momento tiene y algún cachito de lo que tengo para que vayas abriendo boca. El zoo ya está completo y la parte de la Madre floral también. Pero no lo cuelgo porque hasta que no nos veamos y escriba el resto (nacimiento y primeros pasos, mártir de las letras y algún apartado más que seguro surge), ya que habré de retocarlo y pulirlo. Me tomo un descanso pues quiero intentar escribir algo para el concurso y describir a alguna especie más del Bestiario

[jilguero]

Esto para Hexa, que hace tiempo que quiero dejárselo en algún lugar que no moleste a nadie y creo que este puede ser el lugar, que seguro que a Cata le parece perfecto y, si no fuera así, algo muy improbable, pues le servirá para su "causa".

Como sé que, junto con el galeno, son esos hombres con sotana los que forman parte de tus pesadillas con zapatillas, cuando leí esto en El pan dormido (de Soler Puig), me dije: ¡Mira, otro que anda como Hexa obsesionado con los curas, se lo tengo que presentar ! Lo que te copio aquí es una muestra, porque las referencias del narrador (un niño primero, hombrecito luego) son continuas, ya que ve cura por todas partes

Cuando se abre la boca, la oscuridad se mete por entre los dientes y pasa por la lengua y la garganta y llega al estómago. La oscuridad tiene espinas, pero para que pinche hay que tragársela, que la oscuridad no pincha en la piel, sino dentro del cuerpo, en las tripas.
[...]
La oscuridad no es la oscuridad, sino los curas, todos los curas de Santiago, los curas de Dolores y los de la catedral y los de Santa Lucía y los de San Francisco y lo de las Iglesias de Sueño; todos los curas están aquí, miles y miles, con la cabeza metida en la sotana, hechos una bola y sin moverse, esperando que amanezca para ponerse a decir misas. Están lo mismo que las cucarachas en el escaparate cuando se sacan las gavetas por el día, que los curas son al revés que las cucarachas, se arrinconan en pila por la noche como si la oscuridad les diera frío y se desparraman en cuanto aclara, sin estarse quietos nunca, hechos unos mariposones.
[...]
Los curas son iguales a todos los hombres, por el día tienen que hacer ver que son distintos, pero no se pueden estar haciendo que son lo que no son por todo el tiempo, que alguna vez hay que ser como se es para no volverse loco.

[hexagono69]

"La oscuridad no es la oscuridad, sino los curas, todos los curas de Santiago, los curas de Dolores y los de la catedral y los de Santa Lucía y los de San Francisco y lo de las Iglesias de Sueño; todos los curas están aquí, miles y miles, con la cabeza metida en la sotana, hechos una bola y sin moverse, esperando que amanezca para ponerse a decir misas. Están lo mismo que las cucarachas en el escaparate cuando se sacan las gavetas por el día, que los curas son al revés que las cucarachas, se arrinconan en pila por la noche como si la oscuridad les diera frío y se desparraman en cuanto aclara, sin estarse quietos nunca, hechos unos mariposones".


Que imagen tan potente y siniestra. Vade Retro oscuros curas.