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Re: El bujío de Santa Catalina (Bordeando la realidad)

Publicado: 21 Dic 2018 10:11
por jilguero

Fin de fiesta

Aquel día no había sido fácil y con el calor que no se iba las ganas de fiesta no eran muchas. A pesar del aviso de que no habría celebración, algunos familiares habían venido de fuera con motivo de la boda de la primogénita de la familia. Mis padres decidieron que cenaríamos con ellos aunque fuese sin los novios. Por esa razón, una media hora después de que mi hermana mayor hubiera recorrido de nuevo el pasillo de la iglesia y, una vez en la puerta, se hubiera despedido con cierta premura —nunca le ha gustado el papel de protagonista y lo rehuye en cuanto puede—, un reducido grupo de familiares nos encaminamos hacia el restaurante La Raza. La boda se había celebrado en la capilla de la Real Fábrica de Tabacos de Sevilla, a la sazón sede de varias facultades universitarias, y el restaurante en el que íbamos a cenar se hallaba justo en la esquina del recinto vallado del Parque de Mª Luisa, a escaso diez minutos a pie de la antigua fábrica de tabacos.

La comitiva hizo el recorrido con mucha calma, casi a paso de tortuga, porque el calor seguía siendo agobiante y porque íbamos distraídos charlando y formando pequeños corrillos momentáneos; pero, sobre todo, porque la abuela formaba parte del grupo y su velocidad de crucero era para entonces de tal lentitud que solía provocar en sus acompañantes sosiego, cuando estos no tenían prisa, o una gran impaciencia, si se les hacía tarde. Entre dos luces ya, avanzamos entre las acacias de tres espinas y los jacarandás que había —y sigue habiendo— delante del recinto universitario, dejamos atrás la estatua ecuestre del Cid Capeador y, tras pasar por delante del Teatro Lope de Vega, llegamos al restaurante. Nos habían preparado una mesa rectangular lo suficientemente larga como para que cupiera la veintena larga de comensales. Estaba situada junto a un magnifico ejemplar de ombú —Phytolacca dioica— y a mí me tocó sentarme en la banda que le daba la espalada al árbol.

Sirvieron los entremeses y, con ellos, la charla se fue animando. No recuerdo demasiados detalles de la cena, pero sí que la abuela ocupaba la cabecera de la mesa que se encontraba más próxima al ombú; o que, una vez se hizo de noche, el calor se había tornado en bochorno y el comensal que yo tenía enfrente me hacía mucha gracia: era el tío Antonio de Estepa, un señor de panza oronda y con bigote que trataba de quitarse el calor con un abanico tan pequeño que, en su manos, se me antojaba de juguete —yo no sabía aun que el abanico de los varones es de menor tamaño que el de las damas—. Y cuando más animada estaba la conversación, a mi espalda se escuchó un tremendo crujido y, acto y seguido, el inicio de una especie de lamento continuado. Los comensales del lado de enfrente gritaron «¡Cuidado!» y se apresuraron a ponerse en pie y alejarse de la mesa. Como reacción, antes de saber qué pasaba, los demás los imitamos de forma automática y hubo un revuelo de sillas —algunas terminaron caídas en el suelo— y de carreras hacia donde se habían concentrado el resto de los fugitivos. Cuando me giré vi que el lugar, donde nosotros habíamos estado sentados hasta hacía un instante, lo ocupaba ahora una ramillete de hojas mucho más grande y mucho menos olorosos que el de flores de nardo de la novia. Y por detrás de la enorme rama desgajada del ombú, asomaba el rostro pálido y descompuesto de la abuela que seguía sentada en la cabecera de la mesa.

La visión de cómo se desgajaba aquella enorme rama, en el caso de los comensales que estaban sentados de cara al árbol, y la alarma que creó su grito en el resto hicieron que todos, salvo la abuela, huyésemos del lugar del derrumbe. Ella en cambio, a sabiendas de que su levantada del asiento era ya por etapas y a una velocidad aún menor que la ya de por sí lenta de crucero, no había podido hacer otra cosa que contemplar, aterrorizada, la caída de la rama. Fue, pues, por los pelos que nos libramos de que aquella reunión familiar terminara en tragedia. Pero hubo suerte y, tras comprobar que nadie se había hecho daño, los camareros nos prepararon de nuevo la mesa, esta vez ya lejos del traidor árbol; y con ayuda de un vasito de vino y abundante comida —a la abuela no solo le gustaban mucho los refranes, sino también el buen comer—, el rostro que encabezaba la mesa recuperó su habitual color sonrosado.

No hace falta aclarar que, después de los postres, todos levantamos las copas y brindamos no solo para desearle suerte a los grandes ausentes de la cena, sino también, y de modo muy especial, para celebrar que el fin de fiesta no hubiese terminado en desgracia por culpa de aquel majestuoso ombú del restaurante La Raza.

Ombú.jpg

Re: El bujío de Santa Catalina (Bordeando la realidad)

Publicado: 21 Dic 2018 10:36
por Gretogarbo
jilguero escribió:Enterada, te hacía contemplativo de lo rural/natural pero no tanto de los ambientes urbanos, donde te suponía más ensimismado en tu prensa o en tu correspondencia sin dirección postal. A partir de ahora, añadiremos esa otra faceta de ojo de xirín que mira con curiosidad cuanto le rodea, tal como hace el del este petirrojo que tengo en un cuadrito de casa.
La correspondencia sin dirección postal ya no está entre mis labores, ni siquiera la de dirección conocida, y ambas han sido sustituidas por las cuatro letras que dejo en esta casa, dos de ellas en este recuncho. Pero en el oficio de voyeur, tanto de lo rural/natural como de lo urbano y sus personajes, ya acumulo muchos trienios de experiencia; y no es cuestión de perderlos.

Re: El bujío de Santa Catalina (Bordeando la realidad)

Publicado: 21 Dic 2018 11:04
por jilguero
Gretogarbo escribió:
jilguero escribió:Enterada, te hacía contemplativo de lo rural/natural pero no tanto de los ambientes urbanos, donde te suponía más ensimismado en tu prensa o en tu correspondencia sin dirección postal. A partir de ahora, añadiremos esa otra faceta de ojo de xirín que mira con curiosidad cuanto le rodea, tal como hace el del este petirrojo que tengo en un cuadrito de casa.
La correspondencia sin dirección postal ya no está entre mis labores, ni siquiera la de dirección conocida, y ambas han sido sustituidas por las cuatro letras que dejo en esta casa, dos de ellas en este recuncho. Pero en el oficio de voyeur, tanto de lo rural/natural como de lo urbano y sus personajes, ya acumulo muchos trienios de experiencia; y no es cuestión de perderlos.
Cierto, no es cuestión de perder ahora la antiguedad, máxime en un oficio que es tan nutritivo y a nadie hace daño.

Re: El bujío de Santa Catalina (Bordeando la realidad)

Publicado: 21 Dic 2018 11:17
por jilguero
Cata, como sé que rodeada de gente no me será fácil cumplir mi promesa, he aprovechado esta última mañana de libertad plena para contarte ese fin de fiesta, en el que, como ya habrás comprobado, el susto que se llevó la abuela fue morrocotudo :batman:.

Y deseo también contarle a Hexa que ayer tarde-noche me acordé de él. Estuve visitando a un antiguo compañero de trabajo (ya está jubilado) que, en su momento, era el chico para todo del centro y con quien me llevaba muy bien. Tiene una salud relativamente precaria, si bien su aspecto ayer no era malo y se le veía muy alegre. Me comentó que ahora ya va tres veces en semana a diálisis porque tiene insuficiencia renal, además de insuficiencia respiratoria, tensión arterial alta y diabetes. Y remató el relato de su historial médico diciéndome: "¡Hija, yo ya en todo cateo salvo en la guasa gaditana que de momento la apruebo!"

Y me produjo admiración, como me la produjo mi padre en sus últimos años, por la entereza con que afronta esa tremenda contrariedad, la única verdadera, que es la falta de salud. Y me acordé de tí, Hexa, porque yo soy más de tu bando, y la verdad es que me gustaría aprender a ser como ellos :60:.

Re: El bujío de Santa Catalina (Bordeando la realidad)

Publicado: 21 Dic 2018 11:48
por hexagono69
No es por fastidiarte pero no creo que estemos en el mismo bando, a ti no te cuesta dar explicaciones de lo que sea, a mi me irrita darlas de cualquier cosa, tu eres de natural alegre y campechano, yo últimamente estoy de mala leche en multitud de ocasiones, tu estas sana como una manzana yo no tanto, tu vives cerca del mar y yo en el epicentro de la centralidad, a ti te gustaria aprender, amo desaprender y ser otro, y no sigo para no aburrir al personal. 8)

Un abrazo si claro :60:

Re: El bujío de Santa Catalina (Bordeando la realidad)

Publicado: 21 Dic 2018 12:11
por jilguero
Solo me refería a que no soy valiente ante la enfermedad, pero sin que haya fastidio de mi parte me situo en un tercer bando :wink:. Eso sí, una precisión importante: no todo en mi monte es orégano ni es oro todo lo que reluce bajo mi sol :clown: Cierto es que intento recrearme en lo bueno y olvidarme, si puedo, del resto :party: .

Re: El bujío de Santa Catalina (Bordeando la realidad)

Publicado: 21 Dic 2018 14:46
por Megan
jilguero escribió:
Megan escribió: Lo tengo pendiente Estrellita :60: como tantas cosas de Cata, pero no me puedo poner, porque necesito un poco de calma y en éstas fechas están todos locos, yo incluida :lol:
Megan, no te tienes que leer todo :wink:. Pero si decides leer algo, decirte que Una colmena virginal le debe muchas cosas a tu intervención en el foro, como el nombre de la protagonista y sus aves emblemáticas. Así que, puestos a leer algo, cuando lo hagas, mejor eso que no sé si será de tu agrado pero que sin tu participación en el el bujío no habría podido existir. Gracias, pues :60:.
¿Escribiste todo eso? :ojos4: ¿Y cuándo leo yo con algo de calma tremendo relato? :ojos4:
A ver, ya sé lo que voy a hacer, me lo voy a imprimir y cuando me acueste y no haya ruidos molestos, lo voy a leer con toda atención, que ya lo pispié y estoy con unas ganas tremendas.

Cata querida, qué tirada te tengo, perdón, pero son unos días de locos, el consumismo es feroz, antes no era así, con poca cosa se pasaba una Noche Buena en familia, todos felices, pero ahora, se invita a más gente aunque no sea de la familia y todo se complica más. Por otra parte, recién hoy comencé unas petit vacaciones, y tengo que ir de compras a shoppings repletos de gente... como dice mi amado Paul: "...añoro el ayer...".

¡Nos vemos Cata, decile al pajarillo que ponga los deditos en agua con malva! :mrgreen: :60: :60: :60:

Re: El bujío de Santa Catalina (Bordeando la realidad)

Publicado: 21 Dic 2018 14:55
por jilguero
Megan, déjalo para el año que viene :wink:. En Navidad con gente por todos lados es imposible hacer otra cosa que no sea comer y charlar :cunao:.

Re: El bujío de Santa Catalina (Bordeando la realidad)

Publicado: 21 Dic 2018 15:07
por Megan
jilguero escribió:Megan, déjalo para el año que viene :wink:. En Navidad con gente por todos lados es imposible hacer otra cosa que no sea comer y charlar :cunao:.
Ya le dije a Cata lo que voy a hacer pajarillo, además no voy a poder con mi curiosidad hasta esas fechas, hoy mismo lo imprimo y ésta noche comienzo :alegria:

Re: El bujío de Santa Catalina (Bordeando la realidad)

Publicado: 21 Dic 2018 15:52
por hexagono69
jilguero escribió:Solo me refería a que no soy valiente ante la enfermedad, pero sin que haya fastidio de mi parte me situo en un tercer bando :wink:. Eso sí, una precisión importante: no todo en mi monte es orégano ni es oro todo lo que reluce bajo mi sol :clown: Cierto es que intento recrearme en lo bueno y olvidarme, si puedo, del resto :party: .
Sabias palabras sin duda jilguero, pero además cuantos bandos hay, y qué diferentes somos incluso a veces de nosotros mismos o de lo que pensabamos que eramos nosotros mismos.

Pero vamos que yo soy un valiente e hidalgo caballero. :vb_493:

Re: El bujío de Santa Catalina (Bordeando la realidad)

Publicado: 21 Dic 2018 16:46
por jilguero
hexagono69 escribió: Pero vamos que yo soy un valiente e hidalgo caballero. :vb_493:
:cunao: Pues yo un pajarillo que pasa mucho de lo que pueda pensar la gente y de los roles que se me quieran encasquetar, pero que cuando ve su integridad en peligro es un cobarde de cuidado :oops: :icon_mutis:. Y me lo he demostrado a mí misma de forma reiterada, así que para que condecorarme con una virtud de la que carezco.

Recuerdo una ocasión, en el Valle del Jertes, con un amigo intrépido que ahora descansa bajo la nieve del Himalaya. Estábamos en una zona del Jertes que hay muchas pozas. Había un puentecillo sobre el río, justo encima de una hermosa poza (el río tenía bastante agua). Mi amigo la conocía bien porque aquella era su tierra y se saltó la barandilla sin titubear. Desde el agua me invitó a hacer lo mismo. Por supuesto, yo no dudé en colocarme al otro lado de la barandilla, con las manos agarradas a esta hacia atrás, dispuesta a saltar. Todavía era muy joven y me creía poseedora de una valentía que no tenía entonces ni tengo ahora. Pues bien, el otro contó desde el agua 1, 2 y...3. Cuando escuché el 3, mi cabeza dio la orden de saltar, pero mis manos se negaron a soltarse. Fueron varios los intentos hasta que al fin logré hacerlo. Creo que fue la vergüenza la que al final me soltó las manos. Pero aprendí la lección y procuré en adelante no ponerme más en tales tesituras. Hubo, con todo, alguna otra, pero justo con este amigo, pero es que era tan intrépido*** que te llevaba a ellas sin que te dieras cuentas.

Para mayor escarnio público, incluyo el puente para que se vea que la altura no era nada del otro mundo. Aunque cuando estuve allí no había nadie y tenía barandillas metálicas y a mi me pareció mucho más alto :D. :meparto:
puente.jpg


***Tan intrépido que a los 33 años ya había acabado con su tarea en este mundo. Siempre me dijo que moriría joven y así fue.

Un día escribí en su recuerdo un texto en cuyo prólogo decía:
Se llamaban Carlos, Miguel y Damián
y, cuando la placa de hielo se deslizó por ladera este del Pumori,
se hallaban encordados, los crampones en las botas, el piolet en la mano.
Desde entonces, descansan allí, en su lecho de nieve,
soñando sueños blancos, los más bellos,
los destinados desde siempre a los más valientes.
....

Y digo los sueños más bellos, porque me gustaría haber sido/ser más valiente de lo que soy. En lenguaje de mi compañero de ayer, creo que en valentía social apruebo con bastante buena nota, pero en valentía ante el riesgo de perder la vida cateo y con pésima calificación :dragon:.

Re: El bujío de Santa Catalina (Bordeando la realidad)

Publicado: 21 Dic 2018 17:57
por Megan
Me uno al club de no valientes Jilguerillo (prefiero llamarlo así :mrgreen: )

En mi juventud hice cosas que ahora sólo de pensarlo me dan mareos y vértigo, no le temía a nada, mis piruetas en gimnasia olímpica me provocan terror en la actualidad :D

Una pequeña anécdota:

Teníamos unos trece años, con una amiga nos aventuramos a ladear un gran lago que hay al este de Montevideo, para apreciar a una familia de patitos. Estábamos al tanto que en una de las casas que daban al lago había un señor muy poco amable con una chumbera (arma de aire comprimido que tira chumbos, ver google para mejor información) que no soportaba que se entrara al terreno del lago que estaba "alambrado" lo que significa que era "propiedad privada". Nosotras sin pensar, claro que fue sin pensar, pasamos el alambrado, entramos al predio y comenzamos a caminar buscando a los plumíferos, cuando de pronto vimos pequeños saltos en el agua cercana a nosotros. No eran peces, no era ningún bichito, eran los chumbos que el señor nos estaba tirando, creo que nunca corrí tan rápido, llegamos al alambrado sin que nos diera, aunque sentíamos los tiros cerca de nuestras piernas. Ahora digo, qué locura, pero en ese momento corríamos y nos moríamos de la risa. Fue una loca aventura de la juventud, que jamás volvería a repetir :lol:

Re: El bujío de Santa Catalina (Bordeando la realidad)

Publicado: 21 Dic 2018 18:47
por Gretogarbo
jilguero escribió:... incluyo el puente para que se vea... la altura... en valentía ante el riesgo de perder la vida cateo y con pésima calificación...
Es que ahí debe haber una caída de cerca de 30 metros, jilguero.

Bueno, es una broma, tanto mi comentario como la manipulación que he hecho de tus palabras en la cita. La verdad es que el miedo es libre y cada persona tiene los suyos. Como bien se dice, hay más valientes que cautos en los cementerios. Sin duda alguna, tu amigo era de los primeros. Lamento que lo hayas perdido.

Re: El bujío de Santa Catalina (Bordeando la realidad)

Publicado: 21 Dic 2018 20:45
por jilguero
Gretogarbo escribió:
jilguero escribió:... incluyo el puente para que se vea... la altura... en valentía ante el riesgo de perder la vida cateo y con pésima calificación...
Es que ahí debe haber una caída de cerca de 30 metros, jilguero.

Bueno, es una broma, tanto mi comentario como la manipulación que he hecho de tus palabras en la cita. La verdad es que el miedo es libre y cada persona tiene los suyos. Como bien se dice, hay más valientes que cautos en los cementerios. Sin duda alguna, tu amigo era de los primeros. Lamento que lo hayas perdido.
Bromea, bromea, es lo suyo con esta valentía torera de Jilguero. Pero, oye, yo recuerdo que lo veía lejísimos e imagino que estaría partido de risa. Por supuesto me tiré de pie, fue lo que él me dijo, pues los pedruscos no eran como para hacerlo de cabeza, y recuerdo que acabé dando con el culo en el fondo, pero ya sin fuerza ninguna. Se me quedó grabado hasta de lo que hablamos luego ya sacándonos al sol.


Y esto va ya de respuesta al mensaje de Megan. Fue leer lo del hombre que les disparaba chumbos y me pareció genial como personaje de un relato. Es más, incluso me dije que con razón Gabo decía que no tuvo que inventar nada en su realismo mágico, pues estaba empezando a pensar, después de los teros en el campo de fútbol y el pistolero de los chumbos, que el cono sur americano está inmerso en él. Pero resulta que he ido a buscar las escopetas disparadoras de chumbos fascinada con el ingenio de estas criaturas de allende los mares, y entonces he descubierto que chumbos son nuestros plomillos, cuando yo creía que el hombre del lago les disparaba a Megan y cía higos chumbos. :meparto: Genial la confusión. Pero esa escopeta la vamos a patentar en el bujío.


Re: El bujío de Santa Catalina (Bordeando la realidad)

Publicado: 21 Dic 2018 21:15
por Gretogarbo
jilguero escribió:... recuerdo que acabé dando con el culo en el fondo, pero ya sin fuerza ninguna.
Pues menos mal que no te tiraste de cabeza.