Lo hago posible/ Discusión anímica (Prosa poética)
Publicado: 30 Ago 2017 16:34
El diccionario no está hecho para nadie.
Si eres curioso, o desconfiado, o ambas cosas, sales de una definición y te metes en otra.
Esto se me parece a un cortejo, flirteo, o como se le pueda llamar a la demostración de nuestra «atracción» por naturaleza y antonomasia.
Si el plasmarlo en palabras sirviese de algo...
Más que para...
Paro.
¿Directos al grano?
Follemos y sométete a mí el resto de tu vida.
Ello, evidentemente, desde ambos bandos, equilibra las fuerzas.
Ello me traslada al hecho de que no se ha podido hasta el momento demostrar a Dios.
¿Milagros?
Mira, para mí nada es personal, aunque a veces suene perturbador.
El rencor y la envidia, incluso la soberbia, si me apuras, los dejé atrás en cuanto dejé de creer en el amor.
Ahora solo miro por mí.
Me quiero guapo y feo.
Que no me relacione más que lo necesario es cuestión de tiempo... A no ser que...
¿Trauma?
Ah, sí, la última evidencia antes de alcanzar la perfección.
Yo tenía un amor platónico.
Ahora solo tengo letras y letras, y más letras, que parecen hacer de algún trauma desconocido y tal vez presupuesto por quien guarde conmigo cualquier tipo de «relación», una montaña.
Pero esto no es la fe que mueve la montaña.
No hay trauma, solo un plan de interpretación por todos los medios a mi alcance.
Existen patologías diversas, eso sí, que pueden catalogarme como paciente, en todos los sentidos, y descatalogarme como... Algo que no se sabe qué es, cómo es, o de dónde viene.
¿En qué momento creerse Dios pasó a considerarse enfermizo?
¿Trauma con mi enfermedad?
Tampoco...
No sé, esto me recuerda a cuando pelas una sardina.
Si eres curioso, o desconfiado, o ambas cosas, sales de una definición y te metes en otra.
Esto se me parece a un cortejo, flirteo, o como se le pueda llamar a la demostración de nuestra «atracción» por naturaleza y antonomasia.
Si el plasmarlo en palabras sirviese de algo...
Más que para...
Paro.
¿Directos al grano?
Follemos y sométete a mí el resto de tu vida.
Ello, evidentemente, desde ambos bandos, equilibra las fuerzas.
Ello me traslada al hecho de que no se ha podido hasta el momento demostrar a Dios.
¿Milagros?
Mira, para mí nada es personal, aunque a veces suene perturbador.
El rencor y la envidia, incluso la soberbia, si me apuras, los dejé atrás en cuanto dejé de creer en el amor.
Ahora solo miro por mí.
Me quiero guapo y feo.
Que no me relacione más que lo necesario es cuestión de tiempo... A no ser que...
¿Trauma?
Ah, sí, la última evidencia antes de alcanzar la perfección.
Yo tenía un amor platónico.
Ahora solo tengo letras y letras, y más letras, que parecen hacer de algún trauma desconocido y tal vez presupuesto por quien guarde conmigo cualquier tipo de «relación», una montaña.
Pero esto no es la fe que mueve la montaña.
No hay trauma, solo un plan de interpretación por todos los medios a mi alcance.
Existen patologías diversas, eso sí, que pueden catalogarme como paciente, en todos los sentidos, y descatalogarme como... Algo que no se sabe qué es, cómo es, o de dónde viene.
¿En qué momento creerse Dios pasó a considerarse enfermizo?
¿Trauma con mi enfermedad?
Tampoco...
No sé, esto me recuerda a cuando pelas una sardina.