La trampa machista (Reflexión)

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Jonugutz
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La trampa machista (Reflexión)

Mensaje por Jonugutz »

Si analizamos convenientemente la situación de la mujer a través de la historia convendrán conmigo en que nos hallamos ante una de las mayores injusticias de las que ha hecho gala el devenir humano. Con seguridad han existido mayores atrocidades que las ocurridas con la parte femenina del planeta pero han sido más puntuales y no se han reiterado en el tiempo ni en el espacio como ha sucedido con las descendientes de Eva a las que persigue una maldición añadida y bíblica por ser las supuestas causantes de la expulsión del paraíso. De tal modo y por dura que fuera la opresión a pueblos e individuos, la situación siempre era peor para la mujer dada la consideración de inferior y sometible al macho humano. La masculinidad subyugada siempre gozaba de un ejemplar del otro género en quién poder vengar sus males en virtud de los patrones jerárquicos imperantes. Ello era particularmente notorio en las clases bajas quedando para las altas una mejor situación material en términos generales paliado con el castigo de la irrelevancia social a las que por contra se las destinaba.


Lo relatado ha supuesto la moneda con la que la mujer ha pagado su existencia hasta tiempos bien presentes. No podemos considerar sino el siglo XX el momento histórico en el que el género femenino percibe una mejora en sus condiciones vitales de un modo progresivo pero sin alcanzar todos los rincones planetarios ni mucho menos y aún con un margen considerable hasta llegar a la igualdad deseada y los ideales de justicia equitativa que le corresponde. No obstante y ciñéndonos al contexto del primer mundo sí debemos contemplar el estado actual de la cuestión como un avance importante respecto a lo narrado y referido a épocas pretéritas. La igualdad sí es absoluta desde una perspectiva teórica y en cambio relativa desde un punto de vista más realista. En dicho plano teórico la igualdad es abrumadora, a tal punto que sólo se permiten mencionar diferenciaciones si nos circunscribimos al ámbito meramente físico. Y al paso que vamos a los hombres nos creceran los pechos y a ellas pene y testículos para ser políticamente correctos del todo. Una variante de este igualitarismo es la sublimación del elemento más desprotegido hasta ahora en este juego de la baraja, el femenino. Hoy por hoy, sale más barato reirse de ancianos, bajitos, gordos, freakies, nerds y demas fauna diferenciada del concepto normal que rasguñar siquiera el sacrosántico pedestal en el que se ha colocado a la mujer en términos de protección mediática y de opinión pública. El correccionismo político salta como un perro de presa como alguien ose laminar el altar del igualitarismo con la más mínima referencia que pueda tomarse como machista. Como a los patanes de barra de bar se les ocurra trasladar sus comentarios cavernarios a la arena pública échense a temblar porque serán expulsados del olimpo mediático y de la misma sociedad se diría. Y, sin embargo....... nada ha cambiado. Nada, al menos, ha cambiado tanto. La realidad nos ilustra que la situación de la mujer permanece estancada en ese igualitarismo de postal y en esa sobreprotección ficticia que hace pagar a justos por pecadores. Esta prohibidísimo decir caca, culo, pedo, pis en esta materia pero podemos seguir dando al contubernio femenino por el idem. Igualdad de derechos en todo pero la violencia de género se pierde en un mar de estadísticas de muertes al año que no bajan, teléfonos de la esperanza, ordenes de alejamiento que no alejan y muertes anunciadas a las que respondemos del mismo modo que las está haciendo perpetuas. Luego nos llenamos de lazos, días conmemorativos, derechos a VPOs de género (sic) y la sensación de que si fueran los políticos del arco parlamentario los amenazados no habría ni una sóla muerte que lamentar.


La pregunta que convendría plantearnos respecto a lo expuesto es el porqué de este desfase tan acusado, la inmacularidad pública del sector femenino al punto llegado de cierta criminalización de la masculinidad que hace pasar a un hombre sospechoso por el mero hecho de serlo contrasta grotescamente con su realidad cotidiana: La falta de respuesta policial a las amenazas que desembocan en las muertes que jalonan la violencia de género, la evidentísima discriminación salarial a igualdad de puesto y condiciones, los problemas de acceso y continuidad laboral de las mujeres maternables y las trabas en la conciliación de la vida laboral y familiar, el destierro a las que se las somete en los puestos de mando y dirección...etcétera y etcétera.


La respuesta, por contra, no es fácil de determinar. A este servidor escribano le han supuesto lustros de elucubraciones mentales que sólo han topado con la verificación del contraste aludido hasta que mis últimas reflexiones cuasi paranoicas me conducen hasta la teoría que preside el presente artículo:La trampa machista. Se trataría de un plan silencioso, larvado meticulosamente por las élites masculinas que manejan el cotarro y que han evolucionado paralelamente a los avances de la supuesta liberación de la mujer para perpetuar el ancestral estado de las cosas. Punto fundamental del citado plan supondría la concesión de imagen pública para con el otro sexo, la comentada en este artículo sobreprotección opinativa en torno a la mujer. Halagando a la femineidad con una comprensión ficticia de sus problemas de género y una solidaridad tramposa logramos poner al macho alfa a buen recaudo mediático satisfaciendo de este modo algunos instintos vengativos de siglos de injusticia igualitaria. Esto las mantiene distraídas de los que deberían ser sus auténticos objetivos y verdadera amenaza para los jerarcas machos ideadores de la estrategia, supone un precio mínimo en términos de imagen para los que atienden a mejores asuntos, correr un gran telón que impide resolver los problemas más importantes de las mujeres y abordar una igualdad real asaltando los centros de poder en manos de la masculinidad desde tiempos inmemoriales.


Hállase en este último punto la clave, la mujer sólo alcanzará la igualdad efectiva y verdadera cuando tome conciencia de la situación real del problema, del embaucamiento al se la ha sometido para dejar las cosas estar y no remover nada más allá de lo recomendable. Y un vez despertada de este igualitarismo de escaparate acometa por ella misma las medidas pertinentes para lograr esta igualdad verdadera y efectiva. De paso y en el camino nos liberen a algunos hombres buenos prisioneros del desprestigio y caída de imagen de la masculinidad con la que se trata de compensar la falta de voluntad en afrontar la referida igualdad real.
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lucia
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Re: La trampa machista (Reflexión)

Mensaje por lucia »

Empiezas paternalista, sigues con una diatriba de macho indignado con su situación -que no con la de las mujeres- y vuelves al paternalismo y terminas con otra frasecita en la que se ve que lo único que te importa es cómo te está afectando a ti.

Háztelo mirar, porque así ni se conseguirá igualdad ni tu imagen de "hombres buenos prisioneros del desprestigio y caída de imagen de la masculinidad con la que se trata de compensar la falta de voluntad en afrontar la referida igualdad real" será rota en mil pedazos. :colleja:
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Jonugutz
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Re: La trampa machista (Reflexión)

Mensaje por Jonugutz »

Compruebo que te empeñas en replicarme aunque la verdad es que hace tiempo que no te leía porque en general tus respuestas me parecen muy pobres intelectualmente y mal construidas. Veo que no me equivocaba, así que en lo sucesivo me abstendré de volver a leer tus contestaciones insustanciales
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lucia
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Re: La trampa machista (Reflexión)

Mensaje por lucia »

:lol: :lol: :lol: Así que no te gustan las mujeres cañeras, ¿eh? :grinno:
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nosequé
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Re: La trampa machista (Reflexión)

Mensaje por nosequé »

Muchos años de evolución y que mal estamos....
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Silvia_Incandenza
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Re: La trampa machista (Reflexión)

Mensaje por Silvia_Incandenza »

Yo es que en eso del machismo ancestral, en esa idea de que la mujer ha sido una víctima sistemática del varón durante milenios... no creo.
Creo que ésa es una tergiversación histórica.

La mujer no es un ser oprimido AHORA, y no lo ha sido nunca. Opino que eso no es sino una tergiversación histórica.

Como partes de un postulado falso, llegas a conclusiones erróneas.
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Re: La trampa machista (Reflexión)

Mensaje por nosequé »

Lucia serán un mismo nick, cómo el afamado escritor, conocido con el nick mariquilla :mrgreen:

Silvia o Silvio, que me da lo mismo que más me da. :cunao:
Si entras para polemizar, te van a banear ya mismo. En esta casa nos interesan los comentarios diferentes pero inteligentes y bien argumentados.
El tuyo es de una persona muy mal informada, te recomiendo el foro de coches, creo que seguro que aprendes/aprenden mucho. :icon_no_tenteras: :colleja: :malandrin:

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lucia
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Re: La trampa machista (Reflexión)

Mensaje por lucia »

Pues qué quieres que te diga nosequé, yo estoy con Silvia en que el planteamiento de Jonoguz es erróneo.
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nosequé
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Re: La trampa machista (Reflexión)

Mensaje por nosequé »

Jefa, hablo de Silvia_Incandenza
Lucia si es chica, rarooooooooooooo
y sí es chico, peorrrrrrrrr.
Referente al comentario o articulo que no había comentado esperando tú respuesta, pues sólo hay que dar una vuelta por la historia (100 años) reciente de escritoras, pintoras, científicas, políticas, etc. que están en los libros de texto.
Luego sigo que me voy :D
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lucia
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Re: La trampa machista (Reflexión)

Mensaje por lucia »

Bueno, de las de los últimos 50 años alguna idea tengo, especialmente con catedráticas investigadoras y alguna artista. De las investigadoras, una fue la primera mujer en la Real Academia de Ingeniería (Pilar Carbonero Zalduegui) en la academia del ramo y otra tiene una medalla al trabajo. De hecho, incluso conocí a una mujer a la que una política española quiso quitarle el título de primera mujer de su carrera para ponérselo ella.

Y la diferencia estriba en que ellas quisieron estudiar en la universidad y luego trabajar en lo que habían estudiado cuando muchas otras prefirieron dejar de trabajar para dedicarse al marido o a los hijos o a ellas mismas. Y que venían de familias en las que la gente también tenía estudios y se valoraban.
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nosequé
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Re: La trampa machista (Reflexión)

Mensaje por nosequé »

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Desde 1977 al 1984, muchas mujeres no sabían que ya no tenían que pedir permiso a su padre o a su marido para viajar o trabajar. Y algunas veces cuando oigo a mujeres de pueblos que no sabía ni que existían, no estoy muy segura si saben sus derechos o no.
La educación machista sigue en muchos hogares instigado por madres y abuelas. La mujer no se lo ha terminado de creer. No soy feminista, creo que la mujer y el hombre tiene que compartir el camino (creo que en esta casa lo he dicho decenas de veces), y tiene que llegar hasta donde quiera sin más techo que su ambición.
Creo que el primer mandato de Zapatero, que fue el de las ministras ¿os acordáis? Leyendo las biografías de tod@s, ellos, menos uno, casados y con uno o dos hijos. Ellas solteras, separadas y sin hijos. Creo recordar que una tenia un hijo.
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Jonugutz, ¿qué cambiamos primero el pensamiento, la educación, o la palabra?
Dime como te suena oir/leer: soy una mujer muy zorra :mrgreen:
Me voy a dormir que es muy tarde. Buenas noches :hola:
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Manuel Webmaster
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Re: La trampa machista (Reflexión)

Mensaje por Manuel Webmaster »

No debería ser terreno arenoso este para hablar, pero lo es.

Concuerdo en que es posible que hoy en día el feminismo luche por temas que tal vez no sean tan relevantes; como lo de los pezones. Pero bueno, es bastante lógico que pase esto cuando las cosas se expanden. No todos vamos a ser sociólogos y antropólogos expertos en igualdad, ni vamos a saber que es lo más correcto para el feminismo pero sin duda es una prueba de que hay más conciencia.
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Re: La trampa machista (Reflexión)

Mensaje por ciudadano »

nosequé escribió:
Silvia_Incandenza escribió:Yo es que en eso del machismo ancestral, en esa idea de que la mujer ha sido una víctima sistemática del varón durante milenios... no creo.
Creo que ésa es una tergiversación histórica.

La mujer no es un ser oprimido AHORA, y no lo ha sido nunca. Opino que eso no es sino una tergiversación histórica.

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nosequé
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Re: La trampa machista (Reflexión)

Mensaje por nosequé »

:alegria:
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Ibn Batuta
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Re: La trampa machista (Reflexión)

Mensaje por Ibn Batuta »

En los "spoilers" aparecen los trozos de texto sobre los que enfoco la crítica, que debido a la longitud de mi análisis, he considerado que era lo más práctico.
La igualdad sí es absoluta desde una perspectiva teórica y en cambio relativa desde un punto de vista más realista. En dicho plano teórico la igualdad es abrumadora, a tal punto que sólo se permiten mencionar diferenciaciones si nos circunscribimos al ámbito meramente físico. Y al paso que vamos a los hombres nos creceran los pechos y a ellas pene y testículos para ser políticamente correctos del todo. Una variante de este igualitarismo es la sublimación del elemento más desprotegido hasta ahora en este juego de la baraja, el femenino. Hoy por hoy, sale más barato reirse de ancianos, bajitos, gordos, freakies, nerds y demas fauna diferenciada del concepto normal que rasguñar siquiera el sacrosántico pedestal en el que se ha colocado a la mujer en términos de protección mediática y de opinión pública.
Al principio del texto se puede apreciar una mayor parcialidad, pero considero que en esta parte se produce un fuerte sesgo emocional, lo digo sin acritud, en que se desprende de sus palabras una crítica a no poder, según usted mismo expone, insultar a la mujer, pudiendo faltar al respeto a otros grupos, yo personalmente considero que nadie debería faltar al respeto a nadie, quién lo hace por un mero afán lúdico creo que ya dice mucho de cómo es como persona. Considerando igualmente yo a los ancianos, bajitos, gordos, freakies, nerds y demás “fauna”, elemento claramente peyorativo, como personas normales, algún día usted también será anciano o puede que incluso “gordo” y no creo que deje de considerarse como una persona “normal”, habría que deducir cuál sería su definición de normal. Sea como fuere, lo que se critica es el humor en el que se estigmatiza a la mujer con ciertos estereotipos que reflejan un comportamiento claramente de clase, de un ser superior a uno inferior, similar al empleado con inmigrantes o históricamente también por ejemplo con los considerados como “pobres”, “proletarios” o personas originarias de regiones del continente africano, del área subsahariana, que muchos se empeñan en llamar “negros”, concepto útil para estigmatizar, aunque ese ya es otro tema. Creo que no se necesita una inteligencia superior para extraer de supuestas “bromas” como y con perdón de las distintas sensibilidades: “La mujer es como las lavadoras, sirven para lavar la ropa y echar polvos”, se puede extraer perfectamente un concepto de superioridad, yo como hombre que lo digo valgo para muchas más cosas, la mujer, sin embargo para lavar la ropa (cuidado del hogar) y echar polvos (objetivización sexual), y esa es de las más evidentes, y común hasta no hace mucho. De todas formas, se puede observar en los anuncios, en la pornografía, en las críticas que se hace a hombres, según su cualidades y las críticas a la mujer, según su belleza; creo que con sólo darse un paseo es fácilmente apreciable y ver a albañiles, a taxistas y algunos transeúntes gritando cosas, las conversaciones por whatsapp, en los bares o con amigos, hay una gran objetivización de la mujer, es que es algo casi demencial, un concepto de las relaciones y del trato con otras personas, según mi opinión, completamente erróneo y tóxico.
El correccionismo político salta como un perro de presa como alguien ose laminar el altar del igualitarismo con la más mínima referencia que pueda tomarse como machista. Como a los patanes de barra de bar se les ocurra trasladar sus comentarios cavernarios a la arena pública échense a temblar porque serán expulsados del olimpo mediático y de la misma sociedad se diría. Y, sin embargo....... nada ha cambiado. Nada, al menos, ha cambiado tanto. La realidad nos ilustra que la situación de la mujer permanece estancada en ese igualitarismo de postal y en esa sobreprotección ficticia que hace pagar a justos por pecadores.
Yo creo que todas las personas deberíamos mantener un respeto cuando hablamos con los demás, si bien creo que algunas interpretaciones pueden ser tomadas como machistas aún cuando puedan no aparentarlo, también creo que se hace necesario en nuestro tiempo escuchar el análisis profundo que se pueda hacer de dichas afirmaciones y más cuando las hacen las mujeres; yo personalmente he aprendido bastante gracias a las personas feministas comprometidas que al realizar análisis profundos sobre pautas de comportamiento, me han ayudado a darme cuenta de ciertas actitudes negativas y a mejorar como persona, pero creo relevante el escuchar a los demás, analizar lo que dicen, pues bien pueden tener razón, y no trato de ser paternalista, ni mucho menos, es una verdad objetiva; habrá cosas que yo nunca pueda expresar e incluso que pueda llegar a entender en toda su esencia, sólo quizá puede llegar a empatizar por similitud, pues no las he vivido y nadie mejor para expresarlas que quién las ha vivido, pero bien es cierto, que escuchando y comparando, se puede extraer mucho, sobretodo si empatizamos y analizamos seriamente la situación.
La respuesta, por contra, no es fácil de determinar. A este servidor escribano le han supuesto lustros de elucubraciones mentales que sólo han topado con la verificación del contraste aludido hasta que mis últimas reflexiones cuasi paranoicas me conducen hasta la teoría que preside el presente artículo:La trampa machista. Se trataría de un plan silencioso, larvado meticulosamente por las élites masculinas que manejan el cotarro y que han evolucionado paralelamente a los avances de la supuesta liberación de la mujer para perpetuar el ancestral estado de las cosas. Punto fundamental del citado plan supondría la concesión de imagen pública para con el otro sexo, la comentada en este artículo sobreprotección opinativa en torno a la mujer. Halagando a la femineidad con una comprensión ficticia de sus problemas de género y una solidaridad tramposa logramos poner al macho alfa a buen recaudo mediático satisfaciendo de este modo algunos instintos vengativos de siglos de injusticia igualitaria. Esto las mantiene distraídas de los que deberían ser sus auténticos objetivos y verdadera amenaza para los jerarcas machos ideadores de la estrategia, supone un precio mínimo en términos de imagen para los que atienden a mejores asuntos, correr un gran telón que impide resolver los problemas más importantes de las mujeres y abordar una igualdad real asaltando los centros de poder en manos de la masculinidad desde tiempos inmemoriales.
Sin ánimo de ofender, hombre, visto con esa simpleza es normal errar. Hay muchas sociedades y no en todas la mujer ha tenido, ni tiene el mismo trato, aunque mayoritariamente si ha sido muy similar, variando quizá incluso más en sociedades más primitivas, donde era más igualitario, ironías de la vida. Durante la Edad de Piedra (Paleolítico, Mesolítico y Neolítico), no se han observado hasta ahora diferenciación de clases, aunque si bien podía haber líderes espirituales o de caza, éstos seguramente variaban con el tiempo y al igual que en los animales, respondían a meras cuestiones prácticas o de apoyo. De hecho, una mayor presencia de la mujer en el arte y la falta de diferenciaciones encontradas, principalmente en los enterramientos, los cuales suelen aportar la mayor parte de la luz a falta de referencias escritas, hacen suponer de sociedades más igualitarias e incluso matriarcales, donde, como ya digo, por cuestiones prácticas y ante la gran mortandad existente, la mujer al dar a luz tuviese un papel importante en la sociedad, pudiendo darle un enfoque místico al parto y la maternidad, lo cual no sería de extrañar, de hecho incluso para la cultura cristiana el dar a luz se considera un milagro. También debido a que la mujer a pesar de participar en la pesca/caza y la recolección, solía dedicarse más a manofacturar objetos, cuidados y cocinar, ya digo, por una mera cuestión práctica y dependiendo de la tribu, dado que ellas daban a luz y era impráctico que la madre estuviese fuera si debía alimentar al hijo, pero bien es cierto que la mujer una vez sin hijo, cumplía con labores en teoría relacionada con los hombres, y existen pruebas materiales, en los enterramientos y en las pinturas que confirman su participación en la caza, de hecho hasta se considera que incluso los niños podían ayudar en dichas labores, lo cual, ya digo no es de extrañar, son sociedades que vivían en altas condiciones de precariedad y mortandad, debían ser sociedades muy prácticas si querían sobrevivir. Sin embargo, al descubrimiento de los metales, surge la llamada Edad de los Metales, donde se observan las primeras diferenciaciones de clase, debido al valor atribuido a los mismos y por ende, la posibilidad de acumulación de la riqueza gracias a las estructuras sociales, el estado, dividido entre una élite guerrera y sacerdotal o religiosa. Aquí debido a esa acumulación, a la maximización de los conceptos del territorio, de la guerra, la mitología, las leyes y la estructuración en definitiva de sociedades más complejas, lo que fue una cuestión práctica comienza a convertirse en una cuestión de clase, es decir, se enlaza la cuestión práctica para unos fines de clase, así si la mujer emplea las labores del hogar y el campo en ausencia del esposo, éste puede dedicarse a la guerra, es decir, a los fines de su señor. Además la mujer quedaría a salvo para poder seguir pariendo y aumentado la población, la gran masa social pasa así a un estado de semiesclavitud, que dependiendo de la sociedad, las mujeres tenían una consideración u otra, podían tener más derechos y llegar a puestos de responsabilidad o estar relegadas enteramente al hombre, siendo propiedad del mismo y recogiéndolo así los diferentes códigos legales, el Ordenamiento Jurídico viegente de la época, posteriormente desde más o menos el siglo XVIII hasta finales del siglo XX, manteniéndose aún en muchos lugares, y cuya ruptura de cadenas fue gracias a la lucha feminista, llegó a ser considerada como un menor de edad, debiendo pedir permiso al marido para muchas cuestiones, en España mismo hasta finales de los años 70, pudiendo extenderse al 84 en los temas del aborto, vamos hasta hace dos días como quien dice, pero volviendo al tema principal, normalmente las mujeres que gozaban de mayor libertad eran las de mayor poder adquisitivo, las adineradas o de alta cuna, en Roma por ejemplo llegaron a conseguir múltiples derechos prácticos, las mujeres de alta cuna claro, la libertad, no sólo de la mujer, sino del hombre estaban condicionadas por la riqueza, pero la diferencia era que el hombre, considerado como ciudadano, tenía derechos que la mujer, considerada como ciudadana, no tenía y aunque esta pudiese lograr algunos, siempre existía la crítica a aquellas que abandonaban lo que se suponía que “tenían que hacer”, lo mismo que ocurría con los esclavos o los pobres y si consideramos que cuando ese tipo de actitud se produce, se evidencia un sistema de opresión para ellos debemos considerarlo así también para ellas, en siglo V y en el siglo XXI, la esencia es la mismas, pues las reacciones son las mismas. Este sistema, es decir, las personas que lo componen, que tienen unos intereses determinados y que debido a que aquellos que se hallan en la cúspide del sistema lo patrimonializan haciéndolo suyo, pues les permite este mismo sistema gozar de tales privilegios, en el momento en el que la gente ya no sigue las pautas del sistema, el sistema cambia y ellos lo perciben como una amenaza para sus intereses, debido a diversos factores psicológicos y prácticos, del miedo a la pérdida, a la pérdida real de estatus, de la inseguridad, paliada por el poder o el miedo mostrado por otros a su persona, al deber de realizar trabajos físicos y no poder gozar de tiempo para dedicarse a tareas más intelectuales y una vida de mayor calidad de vida, menos expuesto a enfermedades y otros padeceres o la muerte en general, siendo siempre la creencia, es decir, a través de las instituciones religiosas mediante mitos, las que inculcaban cuales debían o no debían ser las pautas y parámetros, lo cual surge así pues de la cuestión práctica en la prehistoria de enseñar a otros a través de las pinturas o los cuentos o historias sobre la tribu, para enseñar sobra las plantas medicinales, las setas venenosas o la caza, era la forma de transmitir conocimiento. En suma, se observa que de cuestiones prácticas, al intervenir intereses particulares, derivados de la acumulación de riqueza, éstas cuestiones prácticas se modifican o se enlazan a mitos o creencias que mandan parámetros de conducta que en la práctica mantienen un sistema que permite conservar la riqueza, legitimando así el uso de la fuerza, las dinastías, la clase sacerdotal, los dioses, etc...el interés por el mantenimiento de ese sistema (sociedad) por parte de los beneficiados, surge por ser ellos los que acumulen más riqueza, debido al aumento de posibilidades de supervivencia y los factores psicológicos añadidos, como la capacidad de paliar vacíos o inseguridades internas mediante el miedo de otros hacia ti, el respeto mostrado, la obediencia, es decir, el poder, la capacidad de poder conseguir lo que deseas, la mejora en la calidad de vida, etc. Y más en un mundo de grandes peligros y precariedades. De ello deriva la objetivización de la mujer, debiendo de pagarse la dote por parte de la mujer o su familia, según el estatus del marido, es decir, el marido “vendía su estatus” para la descendencia y sobre todo, para los varones o padre de su familia, pues al ser los hombres en muchas culturas lo únicos de poder ascender socialmente por su propio pie, las mujeres sólo a través del marido, generalmente, éstos varones podían sacar provecho de ello, comprando así la familia de la novia dicho estatus, cabe resaltar que la novia era parte de la dote, un medio, por ello se intentaba buscar el “mejor partido” posible. En otras culturas el marido debía pagar el excrex, comprando a la mujer, o en algunas culturas un poco más igualitarias, en ese aspecto, era un intercambio. De lo práctico, surge la tergiversación por los intereses y para legitimar los intereses se crea una cultura, que si bien en un principio coje engañosamente sólo los aspectos que quiere de esa practicidad, luego al cabo del tiempo va mutando y surgiendo en estructuras más complejas y relatos diversos. El peor golpe fue el surgimiento del cristianismo, en el caso europeo, donde ya se impone de forma tajante y directa el sometimiento total de la mujer, donde por ejemplo en las culturas del norte Europa, llamadas “nórdicas”, se aprecia una mayor igualdad durante la Alta Edad Media hasta la entrada del cristianismo. Aunque surgen algunas manifestaciones, y hay excepciones en mujeres de alta cuna, pero las excepciones confirman la regla, si no no serían excepciones, sino algo común, no es hasta el renacimiento cuando empiezan a oírse más voces, no ya sólo masculinas, sino femeninas, e incluso mediante actos, como el acceso a las universidades o el conocimiento, debiendo llegar a disfrazar éstas de hombre. A finales del siglo XVIII comienza a tambalearse el taburete, ya en el siglo XIX algunas patas del taburete se quiebran, entiéndase la metáfora, hasta que a finales del siglo XX, repito para los despistados, hasta finales del siglo XX, en España en concreto hasta casi los 90, no hay una igualdad total a nivel legal, repito hasta casi los 90 prácticamente no hay una igualdad plena a nivel legal, que no práctico, a ver si creen ustedes que cuando se abolió la esclavitud el trato a los afroamericanos mejoró y se les respetó, no dejándoseles entrar en algunos establecimiento o sentarse en el autobús junto a los demás, sirviendo este ejemplo para explicar que el cambio requiere de tiempo y sobre todo de concienciación, es difícil cambiar pautas de comportamiento y más cuando están tan arraigadas; y yo le pregunto a usted señor, ¿sabe usted que las sociedades tardan décadas, generaciones, en cambiar de forma realmente palpable, es decir, a niveles prácticos? Y ¿sabía usted que hechos tan recientes afectan directamente a la forma de pensar de una sociedad y más cuando han crecido y les han inculcado eso?, ¿sabía usted que ninguna sociedad ha cambiado por ciencia infusa, sino por la lucha de una parte de esa sociedad?, ¿sabía usted que en momentos de mayor sensibilidad es normal estar más expuesto y que las quejas que usted expone son puramente banales?. Usted se queja de que nada ha cambiado tanto, yo le recuerdo que los cambios son progresivos y que si se notan cambios importantes, sobre todo a niveles de concienciación.
Hállase en este último punto la clave, la mujer sólo alcanzará la igualdad efectiva y verdadera cuando tome conciencia de la situación real del problema, del embaucamiento al se la ha sometido para dejar las cosas estar y no remover nada más allá de lo recomendable. Y un vez despertada de este igualitarismo de escaparate acometa por ella misma las medidas pertinentes para lograr esta igualdad verdadera y efectiva. De paso y en el camino nos liberen a algunos hombres buenos prisioneros del desprestigio y caída de imagen de la masculinidad con la que se trata de compensar la falta de voluntad en afrontar la referida igualdad real.
La igualdad plena, a mi parecer, llegará cuando se hagan esos chistes machistas y nadie los entienda, cuando nadie diga que eso son cosas de chicas, que este o aquel pega como una niña o cuando no nos sorprenda que haya más ministras que ministros o más mujeres en la policía o el ejército que hombres, ahí habrá una igualdad real, porque si en una sociedad da igual que alguien estuviese gordo, siendo éste considerado como una persona "normal", nadie entendería una burla hacia él. Si alguien dice “El hombre sólo sirve para hacerse pajas y para ver el fútbol”, ¿quién se reiría de un supuesto “chiste” así?, nos parecería una gilipollez, ¿me equivoco?; muchos defenderían que es una simpleza ajena a la realidad, las mujeres también se masturban y ven el fútbol. El estado natural de los seres humanos son los planos de igualdad y la cooperación, por eso la lucha de clases, por eso la lucha feminista, creo que resulta obvio al realizar un análisis serio de la situación. Creo que coincidirán conmigo a que nadie se expondría al rechazo social, a la pérdida del puesto de trabajo, al conflicto familiar o a la pérdida de la propia vida, sin una razón fuerte detrás. Se decía lo mismo de los trabajadores del siglo pasado y ahora nadie afirmaría, bueno aún hay quién lo hace, que los trabajadores son animales, que sólo buscan ascender y arrebatar el poder a la burguesía y la aristocracia, que son unos vagos, unos ignorantes en una lucha absurda. Vamos, lo mismo vaya, lo cual prueba que quien lo dice del feminismo lo hace en pos de defender unos intereses determinados, como ya he expuesto en el texto, ese primer interés de la élite, pasa a convertirse en el interés del pobre al reflejar ese estatus, pasando muchos pobres a defender los intereses de la élite político-religiosa. Pasa hoy en día con el capitalismo, cuando todos quieren ser ricos, acaban defendiendo los intereses de los ricos y no porque lo sean, sino porque quieren serlo, en esa construcción social en el que eso indica el estatus, por suerte gracias a la empatía del ser humano, en esa constante histórica, la búsqueda de la justicia, la igualdad, derivada el sentimiento de igualdad de dicha empatía, el reconocimiento del otro como un igual o semejante, y gracias así pues a las personas que haciendo caso a tales sentimientos, criterio y valores, se daban cuenta del abuso y luchaban, hemos evolucionado hasta donde estamos. Yo por mi parte lo tengo claro, me podré equivocar en muchas cosas, pero no de bando, aunque pueda sonar demagógica esta afirmación, yo así lo veo. He escuchado a muchas mujeres feministas, he aprendido mucho y no me han criminalizado a los hombres per sé, han criminalizado a un modo de entender la vida y de comportamiento al cual han llamado patriarcado, a un sistema social y por tanto, educacional, y la mayoría lo tienen claro y apuntan en la correcta dirección. Además de que su pacifismo es absoluto, aquel que tenga miedo no es de la feministas, sino de su pérdida de influencia en la mujer, en el poder decirle cosas, tocarla a su gusto y deseo, en sentirse superior ante la inseguridad de la misma, ante aquello que llamamos privilegios, estableciéndose el hombre con ellos en una clase “superior” a la mujer, y ello es claramente injusto.
Otra cosa, suponer que la élite cede para darles visibilidad y que así caigan en una trampa y pierdan el norte, es verdad a medias, pues también reciben un duro ataque las mujeres por su parte, siendo la realidad multifacética, como todo, hay personas que se oponen fervientemente ante la pérdida de sus privilegios y capacidad de influencia sobre la mujer, otros que se suman espontáneamente a ellas y dicen ser adalides de su causa sólo para sacar un provecho de ello, véase por ejemplo ganar votos, apoyo, ser mejor aceptado y hay quienes hemos hecho introspección, hemos escuchado, analizado y hemos deducido que ese es el camino hacia una sociedad más justa, y tales vertientes no sólo las lleva a cabo la élite, sino la gente corriente, así que esa trampa machista es muy relativa y no tiene, a mi parecer, la simpleza expuesta, en cualquier caso.

Perdón por el tochopost, pero era necesario ante la imposibilidad de plantear un tema tan complejo de una forma tan simple y aún así en este resumen me he dejado cosas, como el plano biológico, que desmiente per sé muchos supuestos que tratan de justificar dicha opresión y me habré dejado cosas que no recuerde ahora y habrá cosas que no sepa, pues yo, como todos los seres humanos, estoy en continuo aprendizaje.

Otra cosa, si eras horas que pasó usted especulando al aire y lo digo sin acritud ninguna, que a veces a través de la escritura no se puede reflejar bien la actitud o el estado emocional real de uno, sonando siempre más duro lo escrito, bueno regresando al hilo, si usted hubiese invertido esas horas en el estudio de la historia, antropología y sociología de las sociedades humanas, creo que hubiese sacado un mayor provecho y no hace falta ser un experto, sólo poner interés y documentarse y más cuando se trata de analizar un tema tan complejo y que afecta al núcleo y aparato motriz de nuestra sociedad, incluyendo como no podía ser de otra forma a nuestra cultura y realidad más próxima y actual.

Un saludo.
Última edición por Ibn Batuta el 15 Jun 2018 01:14, editado 1 vez en total.
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