Leídos los dos tomos y sí, es una historia tierna y costumbrista sobre la relación padrastro e hija. Haru, de entre 14 y 15 años durante la historia (creo), convive con su padrastro Seiji desde muy pequeña tras la muerte temprana de su madre. La historia empieza tras la muerte del abuelo de Seiji y que tienen que abandonar su antigua casa porque la van a tirar abajo. Desde aquí vamos conociendo la relación de ambos, cosas de su pasado, y junto a sus amistades y reencuentros ira pasando la historia.
Entre los personajes tenemos a la abuela de Seiji, un poco rancia y que no ve con buenos ojos a Haru. Kawabata, amigo de Seiji desde el colegio y un poco alocado. Hikari, la mejor amiga de Haru. Durante la historia, aparte de algún que otro personaje, tenemos varios reencuentros. Chie, una amiga del colegio de Seiji y que parecía que sentía algo por él, junto a su hijo Towa, un año menor que Haru. Y Bonta, amigo de la infancia de Haru, y con el que se vuelve a encontrar.
Con este grupito recorreremos su día a día entre recuerdos, pensamientos y un toquecillo de lío amoroso...
Tengo que decir que es una historia tierna, un tanto inocente (sobre todo por Haru) y tranquilita, con algún momento gracioso y con más sentimental. El dibujo es bonito, con detalles
¿Problemillas que le encuentro a esta historia?
A veces la narración o el cambio de escenas se hace un poco confusa, a veces me perdía un poco o no entendía muy bien la gracieta o lo que quería contar. También se hace un pelín pesada en algún momento, parte del problema proviene de Haru y su "Seiji por aquí, Seiji por acá". Demasiado "idolatrado" (no me extraña que Bonta...). Por último decir que tiene un final más que abierto, te quedas pensando si no tenbdrá un tercer tomo
Bueno, para cambiar de aires, pues es una buena historia constumbrista y tranquila, con algún momento bastante bonito.
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