ratonB escribió:La biblia no es un tratado de historia, ni un libro de divulgación científica. Los evangelios fueron escritos varias décadas después y muchos coinciden en que tienen mucho de añadido, a veces se contradicen entre sí y también contradicen a otras fuentes. A esto súmale que la versión de la biblia más antigua y aceptada es de varios siglos después. Recuerdo haber leído entre líneas sobre el evangelio de Tomás (no aceptado) y ahí dibuja a un Jesús con más de humano que mi vecino del quinto. De esto debe de haber mucha literatura y lo mejor creo que es informarse del autor, que sea un historiador riguroso.
ratonB escribió:Sobre la Biblia hay un libro de divulgación de Isaac Asimov que puede resultar bueno para quien quiera aproximarse y sepa poco del tema. No lo he leído.
Es estupendo, ratonB, léelo. Empiezo a ver que tenemos gustos literarios muy semejantes.
En cuanto a los evangelios... no son en realidad tardíos, por lo menos no más allá de unos setenta años tras la muerte de Cristo. En cualquier caso, lo más probable es que ninguno sea posterior al 70 dC, pues ninguno se refiere a la destrucción del templo por los romanos, a pesar de varias profecías de Jesús acerca del suceso que sí se recogen. Las historias que se cuentan en los cuatro canónicos son perfectamente concordantes (excepto en detalles como el lugar donde tuvo lugar una cierta predicación o las veces que fueron a Jerusalén, que es normal que se olvidaran por triviales), sólo evoluciona la forma en que cada autor ve a Jesús (el Mesías varón de dolores para Marcos, el Mesías judío para Mateo, el Mesias universal para Lucas y el Hijo de Dios, palabra hecha carne para Juan). Creo que la belleza de esos textos reside en los distintos ángulos bajo los que cada hagiógrafo ve a Jesús.
La primera fuente escrita sobre dichos y parábolas de Jesús el un texto perdido y anónimo, el documento Q, sobre el cual ha escrito César Vidal un libro muy interesante, reconstruyendo el texto perdido a partir de fragmentos de otros evangelios.
Marcos es el más antiguo, escribe en un griego poco pulido, con conocimientos de arameo, una actitud antigentil y su evangelio está destinado a los judíos, escrito en un lenguaje claro y conciso.
Mateo escribe en un griego más potable, con un enorme conocimiento de las Escrituras, intercalando profecías en cada acontecimiento, incluye todo lo que cuenta Marcos y lo amplía. En el de Mateo predomina la palabrería, y es el más sospechoso de "amañar" los sucesos para que concordasen con las profecías, o de usar ciertas licencias.Se considera que es el mismo Leví Mateo que era recaudador y a quien Jesús llamó para que lo siguiera.
Lucas es un autor gentil, probablemente griego, con escaso conocimiento de la historia judía, que escribe en un griego también muy aceptable (el peor sin duda es el de Marcos), y es el primer autor que trata de acercar a Jesús al mundo gentil, uno de los más entrañables porque relata con bastantes detalles la infancia de Jesús y añade frecuentes comentarios sobre María. Dedica su evangelio a un tal Teófilo, y es también el autor de los Hechos de los apóstoles.
Juan es el más teológico, su evangelio comienza en el Cielo, junto a Dios, en la introducción más sublime que haya escrito un autor sagrado, y que me permito copiar aquí:
"En el principio existía la Palabra y la Palabra estaba con Dios, y la Palabra era Dios.
Ella estaba en el principio con Dios.
Todo se hizo por ella y sin ella no se hizo nada de cuanto existe.
En ella estaba la vida y la vida era la luz de los hombres,
y la luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no la vencieron"
En este evangelio empieza a verse toda la estructura teológica cristiana que se desarrollaría más tarde, con dogmas como la Trinidad y la preexistencia del Verbo. También hay una actitud ligeramente antijudía y pro-gentil ¡qué diferencia con Marcos! Se atribuye a Juan el hijo de Zebedeo, aunque el autor sólo se refiere a sí mismo como "discípulo amado". Contiene muchos más detalles que los tres anteriores (los llamados sinópticos), y una visión de Cristo más divina. Aquí aparecen largos discursos, frente a las cortas y sencillas parábolas de los anteriores.
Sobre los apócrifos, la mayoría de ellos se pueden encontrar en cualquier biblioteca. Es muy excitante la idea de que en estos evangelios encontremos cosas desconocidas, pero yo me llevé un buen chasco al leerlos. Son estos los que tienen un gran aspecto de ser tardíos y legendarios, con sucesos poco creíbles. En cuanto al evangelio de Tomás, posiblemente sea contemporaneo de los canónicos, pero fuera de dos o tres frases, poco más aporta a los fragmentos del Q que ya conocemos.
silvialecturas escribió:Hola! Además de Flavio Josefo, sabés de otro autor de la época que hable de Jesús?
Pues Tácito también habla de Jesús. Durante un tiempo se pensó que los pasajes de Josefo eran añadidos posteriores, pero hoy día se piensa que hay añadidos (decir que Jesús era el Mesías) sobre comentarios originales. Los de Tácito son, sin duda, originales.