neboeiro escribió:El libro empieza con Rousseau, verdadero apóstol de la época, que escribió "Emilio o la educación" y quien a medida que iban naciendo abandonó a sus cinco hijos en el hospicio, en una época en la que en estas instituciones "dos tercios de los bebés morían antes de cumplir el año, un promedio de catorce cada cien sobrevivía hasta los siete años y, de éstos, cinco llegaban a la madurez, para convertirse en su mayoría en mendigos y vagabundos".
Todo el mundo sabe que quien abandona a sus hijos en un hospicio es incapaz de pensar y, mucho menos, de escribir una obra filosófica medianamente coherente. Queda así demostrada la total incorrección de todas las ideas de Rousseau.
neboeiro escribió:Pues creo que depende, porque el genio no lo es tanto cuando plagia, y Marx tomó de Marat las frases "los trabajadores no tienen nacionalidad" y "los proletarios no tienen nada que perder salvo sus cadenas", de Heine "la religión es el opio del pueblo", de Louis Blanc "de cada uno segun sus capacidades, a cada uno según sus necesidades", de Schapper "trabajadores del mundo, uníos", y de Blanqui "la dictadura del proletariado".
Completamente cierto. Toda la obra filosófica, antropológica y política de Marx se fundamenta en esos conceptos. Y, como son plagiados, es evidente que también son falsos. Por lo tanto, ni una sola línea de
El Capital ni, por supuesto, del
Manifiesto Comunista tienen el menor sentido.
Ya le sucedió algo así a Einstein. Como se barrunta que le copió algunos desarrollos matemáticos a Hilbert, ningún físico ni matemático en sus cabales tiene la menor consideración por la teoría de la relatividad.
neboeiro escribió:Más grave me parece la inclusión de datos falsos a sabiendas en "El Capital", como cuenta Jhonson con todo tipo de detalles, por la sencilla razón de que un mentiroso no es de fiar.
Como todo el mundo sabe, mentir es pecado. Y, por lo tanto, unos pocos datos falsos (hemos de suponer que Johnson no miente, puesto que él no es un intelectual) son suficientes para invalidar la totalidad de una obra del calibre del
Capital.
neboeiro escribió:Otras cuestiones como líos de faldas o su codicia me parecen menos importantes.
A Johnson se le olvidó añadir que está científicamente probado que a Marx le olían mucho los pies, que Rousseau jamás se lavó los dientes y que Russell acostumbraba a atar a su perro a una farola, a menos quince grados centígrados y bajo la nieve, mientras él pasaba horas y horas bebiendo cervezas en el bar.
neboeiro escribió:Lo siento, Merridew, pero Bertrand Russell tampoco sale precisamente bien librado
Sí, lo siento, Merridew. Se conoce que has escogido el personaje inadecuado. Según Johnson, sería mucho más saludable que te gustase Franco (no en un plano sexual, por supuesto, que aquí no hay maricones): él sí que fue un hombre íntegro, honesto y de conducta moralmente intachable.
(Entre paréntesis: la concepción que tiene el tal Johnson sobre lo que es un intelectual de izquierdas es de chiste de Arévalo. El tipo considera que todos los que estamos más o menos de acuerdo con ciertas ideas de ciertos autores carecemos de cualquier espíritu crítico y aceptamos todo lo que nuestros ídolos hacen o dicen como si fueran dogmas inquebrantables. Piensa que no leemos y reflexionamos, ni mucho menos seleccionamos qué ideas nos parecen correctas; piensa que adoramos a nuestros intelectuales-dioses: que sus bustos presiden nuestras casas y que los rodeamos de velas y los sacamos en procesión año tras año. Me pregunto si lo que ocurre es que eso es precisamente lo que él hace y que, como dice el refrán, cree el ladrón que todos son de su condición).