Ya que lo sacas comento, y eso que me había contenido porque no quería hablar de EE.UU. en un libro sobre Japón, pero es cierto que llama la atención la visión tan benévola que tiene la autora en ese tema respecto a EE.UU.Babs escribió:"el Japón conservará forzosamente algunas de sus actitudes innatas [...] y su confianza en la jerarquía. Esto resulta extraño para los americanos, amantes de la igualdad."
La autora habla con toda candidez de la «igualdad» de los estadounidenses criticando la división jerárquica de clases de Japón, pero pasa totalmente por alto la jerarquía económica que se ha impuesto en el mundo en la que los méritos personales han pasado en gran medida a un segundo plano.
De todas formas creo que hay que tener muy en cuenta la época en la que fue escrito el libro, con todo el entusiasmo bélico que hay al observar al propio bando. También critica la jerarquía mundial que trataba de imponer Japón al resto de naciones del mundo en la que cada una debía asumir su puesto en esa jerarquía. La autora parece bastante convencida de la igualdad de naciones, que no deja de ser una idea cándida como se vio a lo largo de la segunda mitad del siglo XX. Sin embargo me parece un entusiasmo lógico heredado del «espíritu» de Wilson con el que se terminó la Primera Guerra Mundial en el que ninguna nación sometería a otras ( ). Pero bueno, aunque creo que la autora no está haciendo publicidad sino que lo cree sinceramente, afortunadamente se centra más en hablar de Japón que en compararlo, al menos hasta donde he leído yo.