Leídos el Prefacio y el capítulo I.
El recorrido profesional de Kuhn es de lo más atípico: de la física a la historia de la ciencia, y de ahí a las inquietudes más filosóficas. Lecturas como las de Piaget, de la Gestalt, Quine o sobre los efectos del lenguaje sobre la visión del mundo, amplía sus horizontes.
Pasa un año en una comunidad compuesta por científicos sociales, principalmente, y se asombra del número y alcance de desacuerdos entre los científicos sobre la naturaleza de los problemas y los métodos científicos aceptados. El problema es pensar que estas disciplinas sociales, -historia, psicología o sociología-, son puramente descriptivas. A menudo, son interpretativas y, a veces, normativas.
La definición de PARADIGMA que Kuhn escribió:Realizaciones científicas universalmente reconocidas que durante cierto tiempo, proporcionan modelos de problemas y soluciones a una comunidad científica.
Importante, también, es el progreso tecnológico o las condiciones externas, sociales, económicas e intelectuales en el desarrollo de las ciencias. Una visión, digamos, más holística.
Se pone en duda la ciencia como un proceso de acumulación. Plantear nuevos tipos de preguntas nada tiene de acumulativo. Además, en la fase de ciencia normal (la que más tiempo dedica la comunidad científica) se da por hecho que se sabe
cómo es el mundo. Otro error de base.
Los principios que rigen la ciencia normal no sólo especifican qué tipos de entidades contiene el Universo, sino también, por implicación, los que no contiene. ¿Ciencia unida a metafísica?