La batalla del Somme - Martin Gilbert

[Aben Razín]

LA BATALLA DEL SOMME.
Martín Gilbert
Traducción castellana de Silvia Furió.
Editorial Ariel, S.A.
Fecha de publicación: 2009.
Págs. 426.
ISBN 978 8434488212.

Cito de la contraportada:

La batalla del Somme se cuenta entre los conflictos más sangrientos de todos los tiempos. Con todo, y a pesar de los horrores y la destrucción de la batalla, ésta se caracterizó por la increíble valentía individual de quienes la libraron. Martin Gilbert, uno de los historiadores más reputados del Reino Unido, recrea la trgedia de este episodio de insensatez y heroísmo en una brillante evocación de la batalla.

"Gilbert en ningún momento olvida- ni permite que el lector olvide- que los ejércitos combatientes estaban compuestos de millones de individuos" Lyn MacDonald, Sunday Times.

Por culpa de Arden me he decidido a leer este ensayo sobre la que dicen fue la batalla más sangrienta de la Primera Guerra Mundial tanto por las cifras de muertos y heridos como por la ferocidad de los combates. En esos hechos, hay mucha intrahistoria que me interesa.

Aquí iré dejando mis comentarios

[Aben Razín]

Capítulo 1.

Después del Prefacio y la introducción, comienza Martin Gilbert el cuerpo del ensayo. Desde el principio, tengo que decir que el ensayo está muy bien escrito para aquellos que tenemos un total desconocimiento de la Primera Guerra Mundial. Por ahora, es muy recomendable, porque sitúa perfectamente la batalla del Somme dentro de una estrategía general de esta guerra que se iba formando desde el verano de 1914.

Os quiero incluir esta entrada de Wikipedia que también me ha parecido muy interesante:

¡Aquí está!...

[Nínive]

Pues igual lo leo porque he estado recabando información sobre esta batalla para un novelita que tengo en mente. Atenta a tus comentarios...

[Arden]

¿Culpa mía?

Creo que valdrá la pena, la batalla del Somme tiene dos perspectivas, la puramente militar, en este caso creo que es la que menos cuenta, y las intrahistorias que comentabas.

Hubo un antes y un después de esa batalla. Mas de un millón de muertos para nada, si algo refleja la inutilidad de la guerra y lo absurdo de la misma es la batalla del Somme, en la que hablar de un bando vencedor o perdedor es otorgar un título irrelevante, porque con un millón de muertos todos pierden.

Seguro que vas a hacer un artículo estupendo para la Revista.

[Aben Razín]

Pues igual lo leo porque he estado recabando información sobre esta batalla para un novelita que tengo en mente. Atenta a tus comentarios...

Nínive no se cuál es la novela que vas a leer, pero te aseguro que este ensayo se lee muy bien, buen estilo y magnífica pedagogía a la hora de situarse en los entresijos de la batalla.

[Aben Razín]

¿Culpa mía?

Sí, sí, de ese que se escabulle...

Hubo un antes y un después de esa batalla. Mas de un millón de muertos para nada, si algo refleja la inutilidad de la guerra y lo absurdo de la misma es la batalla del Somme, en la que hablar de un bando vencedor o perdedor es otorgar un título irrelevante, porque con un millón de muertos todos pierden.

Es la valoración más común de la batalla del Somme: nadie ganó y todos perdieron...

Seguro que vas a hacer un artículo estupendo para la Revista.

Gracias por tu confianza inmerecida, Arden

[Nínive]

Pues igual lo leo porque he estado recabando información sobre esta batalla para un novelita que tengo en mente. Atenta a tus comentarios...

Nínive no se cuál es la novela que vas a leer, pero te aseguro que este ensayo se lee muy bien, buen estilo y magnífica pedagogía a la hora de situarse en los entresijos de la batalla.

Más bien escribir, Aben. Estoy recabando información para escribir una novela.

[Aben Razín]

Más bien escribir, Aben. Estoy recabando información para escribir una novela.

¡Madre mía, Nínive!

¡¡Con lo bien que se te da escribir!!

Al menos, los relatos tuyos, que he leído, me han gustado mucho...

[Nínive]

Más bien escribir, Aben. Estoy recabando información para escribir una novela.

¡Madre mía, Nínive!

¡¡Con lo bien que se te da escribir!!

Al menos, los relatos tuyos, que he leído, me han gustado mucho...

Guay. Ya tengo el primer lector de la novela que aún no he escrito... Ahí estoy. Pero sobre lo que quiero escribir es complicado encontrar información. De hecho, un historiador francés con el que contacté me recomendó que fuera a París leer los archivos...
Pero bueno, de todos modos, lo haré (escribir, para ir a París no tengo presupuesto). Espero no tener muchos fallos de documentación.
Gracias, Aben.

[Aben Razín]

Guay. Ya tengo el primer lector de la novela que aún no he escrito...

¡No lo dudes!

Ahí estoy. Pero sobre lo que quiero escribir es complicado encontrar información. De hecho, un historiador francés con el que contacté me recomendó que fuera a París leer los archivos...
Pero bueno, de todos modos, lo haré (escribir, para ir a París no tengo presupuesto). Espero no tener muchos fallos de documentación.

Al menos, puedes comprobar si están digitalizados y si se puede acceder a ellos, gracias a Internet...

[Nínive]

Al menos, puedes comprobar si están digitalizados y si se puede acceder a ellos, gracias a Internet...

Lamentablemente, no los tienen digitalizados. Pero bueno, ya apañaré algo. Vaya desvirtuación de post.

[Aben Razín]

Lamentablemente, no los tienen digitalizados. Pero bueno, ya apañaré algo. Vaya desvirtuación de post.

¡Lo siento porque tendrás que utilizar otros medios de acceso!...

Es cierto, ¡mejor, lo dejamos!...

[Aben Razín]

¡Volvamos al Ensayo!

Capítulo 2. Junio de 1916: "Mucho se está cociendo".

No es momento de hablar de la inutilidad de una guerra, pero cuando se está a punto de entrar en batalla -sobre todo, de estas características- uno siempre piensa si cabe la posibilidad de encontrar a una mente que salve de tanta sangre y tanta barbarie.

El caso es que, desde comienzos de 1916, la suerte estaba echada para realizar la Gran Ofensiva (The Big Push) con la finalidad de aliviar el frente occidental a merced de Alemania y con un ejército francés totalmente diezmado. De alguna manera, se estaba pidiendo a gritos que los ejércitos británicos y los del Imperio Británico entraran en escena a la mayor brevedad posible. El general Joffe -general francés- pide que sea antes y no tan entrado ese verano.

Amén de toda la organización que conllevó semejante ofensiva -¡las cifras para entonces y en la actualidad resultan apabullantes!-, sorprende la cerrazón de las circunstancias. No sólo ahora que conocemos los resultados de la batalla, sino que, de alguna manera, se hubiera previsto, pero, por medio, estaban los sentimientos patrióticos y la clase política...

Este ensayo es estupendo, porque, gracias a un estilo pedagógico, vas introduciéndote en la batalla de Somme sin ningún problema. Sin saber de estrategias militares, entiendes todo lo que acontece y rodea a este hecho bélico.

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[Aben Razín]

Capítulo 3. El primer día de la batalla: "Los muertos no pueden seguir avanzando".

Transcribo el primer párrafo de este capítulo para explicar la magnitud de la batalla del Somme:

A las cinco de la mañana del 1 de julio de 1916, se produjo el primer reconocimiento aéreo británico del día sobre las líneas alemanas. Antes de que diese comienzo la batalla terrestre, la aviación británica bombardeó las cocheras alemanas, las zanjas y los puentes detrás de las líneas. Bethune y Cambrai fueron ambas objetivos. Cada bombardeo llevba dos bombas de 112 libras.

A continuación, desde las siete de la mañana, casi un cuarto de millón de bombas cayeron sobre las posiciones alemanas en poco más de una hora. Esto representa un promedio de 3.500 proyectiles por minuto. La cortina de fuego fue tan intensa y ensordecedora que se oyó en Hampstead Heath en Londres, casi a trescientos veintidós kilómetros de distancia. (p.81)

He transcrito integramente estos dos párrafos iniciales del tercer capítulo para que se pueda entender la magnitud de la batalla y el sentido de esta ofensiva. La manera de cómo fue concebida para que, si la victoria era rápida y contundente, el final de la Guerra Mundial estaría cercano -esa fue la idea, pero la realidad siempre es más tozuda-.

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[Arden]

Es que es una burrada, hay que imaginarse en las trincheras alemanas y sentir llover tal cantidad de bombas como un martilleo continuo, aunque realmente no creo que sirviera de mucho visto el resultado