La nariz de Charles Darwin - José Ramón Alonso Peña

[elultimo]

Lo acabo de empezar. Son historias cortas, muy cortas (por lo menos las dos que llevo leídas) sobre anécdotas históricas científicas. De las dos que he leído,

en la primera nos habla del síndrome de Cotard o síndrome zombi y como esa enfermedad llevó a crear el vudú. En la segunda, que es la que da título al libro, nos cuenta la importancia de la teoría de las especies de Darwin y como estuvo a punto de no subir al Beagle por la forma de su nariz.

[elultimo]

Dalí y Freud...

Interesante esa relación entre Dalí, Freud y Zweig y como Freud influyó en la obra de Dalí.

Negrín... Este capítulo me ha gustado regular porque

el tema de la Guerra Civil no es de mis favoritos ni mucho menos, pero resulta interesante ver como un tipo que ya tenía su vida resuelta como científico, con su cátedra incluida y cuyas investigaciones fueron de tanta ayuda para científicos como Ramón y Cajal, se viera metido en política y acabara siendo presidente de la república.

[elultimo]

Dos historias más: una sobre la moral y la otra sobre Alzheimer. En la primera, nos cuenta

que la moral no deja de ser una interpretación de nuestro cerebro y que manipulando físicamente este se puede hacer que una persona cambie su modo de ver las cosas.

En el segundo, pues nos habla de Alzheimer y de cómo descubrió la enfermedad que lleva su nombre.

Son historias muy fáciles de leer, yo diría que incluso pensadas para un público adolescente.

[elultimo]

He leído varias historias más. Al libro le falta enjundia por todas partes, te da apenas unas pinceladas sobre un hecho que, aunque se supone que son acontecimientos muy importantes, apenas parece que pasen de anécdotas. Está claro que es un libro "para todos los públicos".

[elultimo]

De las siete u ocho historias que he leído hoy, la más interesante es en la que habla de cómo los bebés desarrollan los sentidos, mucho más desarrollados de lo que pensamos, y como esas primeras impresiones del mundo tienen influencias en el futuro.

[elultimo]

Terminado. Poco o nada tengo que añadir a lo que ya he comentado. Al final, tanta historia corta se hace pesada y no porque no sean en su mayoría cosas interesantes.

[hierbamora]

Terminado. Poco o nada tengo que añadir a lo que ya he comentado. Al final, tanta historia corta se hace pesada y no porque no sean en su mayoría cosas interesantes.

Pues yo con bastante retraso, -sorry-, por fin lo empiezo. El primer capítulo, "El síndrome zombi", lo leí hace días, pero lo he vuelto a leer. Lo desconocía por completo, pensaba que era algo meramente fantástico o del cine. El síndrome es conocido también por el nombre del neurólogo francés que lo describió, Cotard, en 1880. Es una de las enfermedades mentales más raras y se relaciona con otros trastornos del sistema nervioso como la esquizofrenia, la depresión o el trastorno bipolar. Y sucede cuando una persona cree que ha fallecido, que no existe, que su alma le ha abandonado y que su cuerpo está pudriéndose.

Lo más interesante desde el punto de vista de la Neurociencia es el interrogante que plantea: ¿POR QUÉ SABES QUÉ ESTÁS VIVO?

El término zombi procede probablemente del vocablo angoleño nzambi, que significa "espíritu de una persona muerta". Y en las ceremonias haitianas de vudú se usa un "polvo zombi" que podría ser una neurotoxina poderosa que bloquea las terminaciones nerviosas. El vudú en tanto relación dinámica entre el mundo material y el mundo espiritual, no sólo es una religión sino una visión espiritual de gran complejidad acerca del mundo que ha influido y condicionado el mundo.

De momento, muy bien. Comienzo el capítulo que da nombre al libro.

[Marsha]

Que interesante parece!

[Cait]

¡Me he puesto hoy con él! Parece interesante.

[hierbamora]

¡Me he puesto hoy con él! Parece interesante.

Qué bien que también lo estés leyendo. Yo tengo escaso tiempo pero lo estoy leyendo con mucho gusto. Son muy interesantes las anécdotas que cuenta, aunque algunas ya sean muy conocidas como la de Darwin. La historia de Dalí y Freud no sé si será o no verdad pero en el caso de serlo fue bien peculiar y fructífera para el pintor.

¿Por dónde vas tú, Cait?

[Cait]

Qué bien que también lo estés leyendo. Yo tengo escaso tiempo pero lo estoy leyendo con mucho gusto. Son muy interesantes las anécdotas que cuenta, aunque algunas ya sean muy conocidas como la de Darwin. La historia de Dalí y Freud no sé si será o no verdad pero en el caso de serlo fue bien peculiar y fructífera para el pintor.

¿Por dónde vas tú, Cait?

Yo voy por ¿quién es ese alemán que me esconde las cosas? .
La verdad es que es interesante aunque las historias me parecen cortas, me habría gustado que indagase más.
El de Dalí me ha impresionado, me he quedado con una imagen muy distinta de la que tenía antes, la verdad es que no me ha caido demasiado bien (¿un poco histriónico, no?).

[elultimo]

A ver si me voy a cabrear, que me dejasteis tirado en el MC...

[hierbamora]

Yo voy por ¿quién es ese alemán que me esconde las cosas? .
La verdad es que es interesante aunque las historias me parecen cortas, me habría gustado que indagase más.
El de Dalí me ha impresionado, me he quedado con una imagen muy distinta de la que tenía antes, la verdad es que no me ha caido demasiado bien (¿un poco histriónico, no?).

Yo justamente leí anoche ese capítulo que mencionas. Es cierto que las historias apenas son esbozo de algo, pero como visión general de temas de neurociencia puede ser muy adecuado para alumnos o cualquier profano de la materia.

A mí más que Dalí me ha parecido tremendamente engreído y soberbio (parece que era así) Sigmund Freud. Lo que me ha encantado ha sido encontrarme entre estos dos hombres al genial Stefan Zweig que fue el intermediario de que aquellos se conocieran personalmente. Si es que el que es bueno es bueno...

No te hemos dejado tirado en el MC, ulti, -bueno, un poco sí-, es que lees muy rápido.

[Cait]

Yo voy por ¿quién es ese alemán que me esconde las cosas? .
La verdad es que es interesante aunque las historias me parecen cortas, me habría gustado que indagase más.
El de Dalí me ha impresionado, me he quedado con una imagen muy distinta de la que tenía antes, la verdad es que no me ha caido demasiado bien (¿un poco histriónico, no?).

Yo justamente leí anoche ese capítulo que mencionas. Es cierto que las historias apenas son esbozo de algo, pero como visión general de temas de neurociencia puede ser muy adecuado para alumnos o cualquier profano de la materia.

A mí más que Dalí me ha parecido tremendamente engreído y soberbio (parece que era así) Sigmund Freud. Lo que me ha encantado ha sido encontrarme entre estos dos hombres al genial Stefan Zweig que fue el intermediario de que aquellos se conocieran personalmente. Si es que el que es bueno es bueno...

No te hemos dejado tirado en el MC, ulti, -bueno, un poco sí-, es que lees muy rápido.

Sí, pero es que a Sigmund Freud ya me lo imaginaba así, no ha sido tanta sorpresa.

[hierbamora]

Los capítulos "Otros principios morales" y "La mujer que inventó la máquina de abrazar" referido a dos mujeres, la Dra. Rebeca Saxe, y la Dra.Temple Grandin (autista) me han parecido muy interesantes. La primera, a través de la manipulación magnética transcraneal trata de manipular mentes, (¿es posible?), de entender las mentes de los otros, y realizar un juicio moral. Parece ser que cuando tratamos de "leer las mentes de otros", una región de nuestro cerebro, -encima y detrás de nuestra oreja derecha-, se activa. Con la técnica de estimulación magnética de Saxe algunos voluntarios que debían juzgar algunas situaciones y comportamientos de otras personas, cambiaron su juicio inicial y valoraron más el resultado final que la intención. Así, en el ejemplo que usa donde una mujer llamada Grace prepara un café para una amiga e intencionadamente quiere echarle veneno pero finalmente es azúcar y no le ocurre nada, es mejor valorada que aquella en la que Grace por error (y sin alevosía) daña a su amiga con el mismo café envenenado. Es decir, se juzga directamente el resultado del acto sin entrar a matizar la intención, la bondad o la maldad del acto.. Me pregunto: ¿Sin matices no habrá más error en nuestros juicios?, ¿no seremos más burdos al prejuicio?

A colación la cita de Philips Roth:

Al fin y al cabo, de lo que se trata en la vida no es de entender correctamente a los demás. Vivir consiste en entenderles mal una y otra vez, y luego, después de haberlo meditado con calma, volver a malinterpretarlos. Así es como sabemos que estamos vivos: porque nos equivocamos.

Un capítulo también sorprendente es el titulado "Despertar diecinueve años después". Un cerebro en estado de conciencia minima, que no en coma, termina creando nuevas conexiones e incluso nuevas regiones cerebrales que no hay en un cerebro normal y que compensan las vías y zonas neuronales dañadas.
 
Llevo leídos algunos capítulos más, aunque no comentaré todos (pues no me gustan por igual).